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Por Invitación

Me vale...

Con la reciente nominación de Maite Oronoz a la presidencia del Tribunal Supremo de Puerto Rico el gobernador de Puerto Rico se reafirma en su política pública del 'me vale'. En otras palabras no le importa lo que otros piensen.

A García Padilla le vale lo que piensen los demás juristas y abogados de Puerto Rico. La presidencia del Supremo debería ser para un miembro destacado y reconocido por sus capacidades como jurista por la comunidad legal. La Lcda. Oronoz era una desconocida hasta que el señor Gobernador la nombró al Supremo. Habiendo tantos jueces con vasta experiencia, profesores de derecho destacados y decanos de escuelas de derecho prominentes se escoge a Maite Oronoz, no porque se distinga entre sus pares, sino porque tiene las conexiones correctas.

A nuestro gobernador le vale el problema de la corrupción en Puerto Rico. Cuando se está cuestionando el acceso al poder público por inversionistas políticos el señor Gobernador nomina a la presidencia del Supremo a alguien que es hija de una directora de campaña, hija de un reconocido recaudador del partido y pareja consensual de la jefa de personal de la oficina del Presidente del Senado. Claro está a él le vale que la gente piense que esto tuvo que ver con la nominación.

A Alejandro García Padilla le vale lo que piensen los puertorriqueños sobre la moral de los servidores públicos. No le importa que la nominada se pasee con otra mujer como… su esposa o su marido? En su ánimo de cambiar los valores de la sociedad puertorriqueña sobre lo que debe ser la sexualidad correcta el gobernador está dispuesto a pisotear la opinión de todo un pueblo, particularmente ese pueblo que se identifica como cristiano. Ya no es un asunto de lo que la gente hace en su privacidad. Él y ellas nos 'restregan en la cara' que es lesbiana y que será recompensada con uno de los puestos más importantes de nuestra sociedad. Alguien que vive abiertamente en pecado va a dirigir nuestro Tribunal Supremo! Claro está, como Alejandro no está corriendo para la reelección, a él le vale… lo que usted o yo podamos pensar. Veremos a ver cuál es la opinión de los candidatos a la gobernación, particularmente la del Dr. David Bernier.

Esperamos que los senadores puedan ver esto como lo que realmente es: un atropello a la clase togada, un acto de venta de influencias y de corrupción pero sobre todo un ataque a la moral de nuestro pueblo. No debe ser confirmada… no da la talla.

Qué esperan los jueces del Supremo para elegir el presidente entre ellos? La constitución no dice que el gobernador será quien elija al presidente del Tribunal Supremo. Esto se presta para la politiquería partidista. Debemos incluso cambiar cómo se nombran los jueces. Cada rama de gobierno debería organizarse a sí misma. De todas maneras son los jueces del Supremo los intérpretes finales de la Constitución de Puerto Rico. Basta ya de atropellos. La historia espera por ustedes…

*El autor es portavoz de Puerto Rico por la Familia.