Entre Nelson Mandela y el Gobernador
Nelson Mandela se equivocó cuando planteo que la educación era el arma más poderosa que podemos usar para cambiar el mundo. Ese parece ser el mensaje adoptado por el gobernador Alejandro García Padilla al proponer un Impuesto al Valor Agregado (IVA) sobre la educación superior en el país.
Contrario a lo propuesto por el Gobernador, países como Alemania, Cuba, Nicaragua, Dinamarca, entre otros han promovido una educación universitaria gratuita para sus ciudadanos. Otros países como Australia, España, Finlandia y Noruega se han negado a establecer un IVA sobre los servicios educativos.
De todos los países observados, destaca Uruguay donde no tan sólo los servicios educativos son gratuitos, sino que todo material educativo, los libros, las y los periódicos están exentos de estos impuestos.
El denominador común es sencillo. Todos estos países están conscientes que incentivar la educación es el vehículo más eficaz para transformar su entorno. Sin embargo, el Gobernador propone desincentivar la educación y hacer más difícil el acceso a la misma. De esta forma, usa un discurso que nos aleja de un mejor Puerto Rico.
Por parte del estudiantado ya hemos dado cuatro acciones de gran trascendencia. En primer lugar, por primera ocasión en el país estudiantes de las universidades públicas y privadas en Puerto Rico nos sentamos en una mesa de diálogo y acción conformada por Universitarios por la Educación (UPE). En segundo lugar, como grupo de estudiantes asumimos la tarea de pronunciarnos en favor de la educación como derecho universal y por tanto que debe ser una inversión para el futuro de Puerto Rico. En tercer lugar, hicimos un pronunciamiento en contra del endeudamiento irresponsable del país, y en favor de un proyecto de desarrollo económico que habilite un futuro para las generaciones futuras. Como cuarto lugar, hemos asumido un proceso de movilización que desembocará en una marcha el próximo jueves, 5 de marzo de 2015 desde el Sixto Escobar hasta el Capitolio. En la misma nos dejaremos sentir, independientemente de la institución educativa a la que pertenezcamos.
Queremos echar a Puerto Rico hacia adelante por lo que requerimos que se brinden más apoyos para la educación. De esta forma, proponemos un proyecto de país que nos beneficia a todas y todos. Por eso recalcamos que gravar la educación superior e imposibilitar su acceso nos garantiza un futuro de ignorancia.
No me queda duda que en este proceso enmendaremos la frase célebre de Mandela para añadir la solidaridad como una de esas herramientas capaces de transformar al mundo. Estoy seguro que seremos miles en esa encomienda. Es hora de que los partidos tradicionales dejen de ver a Puerto Rico como un botín. Emplazados quedan de trabajar para fortalecer la educación y nuestro futuro.
*El autor es representante estudiantil graduado ante la Junta de Gobierno de la Universidad de Puerto Rico.