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Por Invitación

Los gamers no tienen la culpa de la masacre de Guaynabo

La noticia sobre la masacre ocurrida en Guaynabo en los pasados días parece salir de una película de horror.

Durante la investigación para conocer más sobre los acusados, los medios encuentran la cuenta de Facebook de José Bosch Mulero, de 26 años. En la misma, se notan imágenes de acciones violentas, música de rock y videojuegos, por lo que algunos lo comienzan a etiquetar como 'satánico'. Cuando presentan al publicó estos hallazgos, comienzan las generalizaciones sobre los gamers y las acusaciones de que son personas agresivas.

No entraré en los detalles sobre lo que ocurrió, ya que no es la motivación principal para este artículo, pero sí quiero brindar otro punto de vista sobre los gamers, o fanáticos de los videojuegos.

Reconozco que al ser un caso tan fuerte, las circunstancias de Bosch Mulero podrían usarse para manchar la imagen de la juventud en general, en especial cuando vivimos en sociedad que les gusta poner sellos a las personas y cuando es poco lo que sabemos del otro acusado, Christopher Sánchez Asencio, de 27 años, y quien aparentemente fue el autor intelectual de los hechos.

Lamentablemente, utilizar está excusa como método para tergiversar a los gamers ante la opinión pública ha sido una norma por muchos años. Uno de los primeros casos en los que se escuchó sobre la influencia negativa de los videojuegos fue la masacre en Columbine, Colorado en el 1999, cuando Dylan Klebold y Eric Harris decidieron atacar a los estudiantes en su escuela. Al concluir el día mataron a 12 estudiantes, y a un maestro, e hirieron a otras 21 personas. Luego de llevar a cabo tan horrible acción, decidieron terminar sus vidas. Siempre quedó la duda sobre las motivaciones de estos crímenes. Al investigar, consiguieron parafernalia de artistas como Marilyn Manson y de videojuegos como 'Doom', a los que se les marcó como la fuente de la violencia ocurrida. Sin embargo, también se encontró que ambos chicos fueron maltratados y molestados ('bullied') por compañeros, lo cual pudo ser también motivación para los actos.

En lo personal les puedo contar que llevo informando noticias sobre videojuegos desde hace unos cinco años, por medio del portal PR Gamer (pr-gamer.com), y muchos más años jugando. Y puedo argumentarles que el prototipo de lo que es un gamer ha cambiado, ya que son personas profesionales y muchos son padres de familia. Además de que ya no se circunscribe a jóvenes.

Otro punto es que NO todos los juegos son violentos. Los hay para adultos, como 'Grand Theft Auto', o para jóvenes como 'Disney Infinity' y de baile como 'Just Dance'. Al igual que en las películas y en la televisión, la industria de videojuegos tiene una junta que les asigna clasificaciones para ayudar a los padres a conocer si el contendido ofrecido es apto para sus hijos. En otras palabras, se le brinda unas herramientas para proteger a las familias. Si el adulto permite que un menor juegue algo que es para adultos, es su responsabilidad o IRRESPONSABILIDAD, no el de la compañía que desarrolló el producto.

Podemos continuar dando otros puntos de que está acción no vino solamente porque jugaban en sus casas. Hay muchas razones que influenciaron a hacer tan terrible acción, pero el tiempo traerá nuevos detalles.

Como padre, les recomiendo que vigilen a sus hijos y disfruten con ellos jugando. Me encanta jugar con mi hija, que desde pequeña jugaba 'Super Mario' y se lo disfrutaba. En otras palabras, es una manera de unir a la familia jugando juntos, lo que tanta falta hace para mejorar los valores. Utilicen su criterio al comprar lo nuevo que ha salido, verifique si es apto para menores y recuerde que las consolas no son 'babysitters'. Además que las nuevas consolas tienen acceso al Internet, proveyendo acceso a material de todo tipo. Si desea conocer sobre las clasificaciones de lo videojuegos puede entrar al portal oficial de Junta de Clasificación de Software de Entretenimiento (ESRB, por sus siglas en inglés). También las consolas tienen un control que restringe a la consola de contenido adulto hasta añadirle un parámetro de cantidad de tiempo que puede jugar.

Los gamers han luchado contra un estereotipo y marginación a nivel social. Los únicos culpables de estos actos son los que los cometieron, no sus gustos o pasatiempos.