El ‘Circo Fest' y la valorización de la calle como instrumento comunicacional
Tal vez fue necesaria la convergencia de payasos, payasas, malabaristas, trapecistas y otros artistas callejeros de España, Puerto Rico y varios países de America Latina para que la menor del archipielago de las Antillas Mayores trascendiera su estado ilusionista de chatarra urbana y comenzara una nueva travesía hacia la exploración de nuevas experiencias callejeras.
Durante los días 15 y 16 de febrero, la Calle San Francisco del Viejo San Juan fue sede del Primer Festival Internacional de Circo y Artes de Calle en Puerto Rico. También conocido como 'Circo Fest 2014', el evento fue visto por miles de personas de todas las edades, y contó con la participación de artistas de vasta trayectoria que se presentaron en un total de 10 estaciones desarrolladas a lo largo de la mencionada vía, incluyendo lugares como la Plaza de Colón, la Plaza de la Barandilla y la icónica la Plaza de Armas.
Más allá del entretenimiento provisto por este grupo de trabajadores del arte callejero, el Circo Fest representó la 'puesta en escena' de una nueva propuesta de valorización de los espacios públicos y la forma en que nos relacionamos con éstos. Tal y como sucede diariamente en las urbes de donde provienen varios de los artistas internacionales que participaron del festival, el fin de semana del mencionado evento puertorriqueño sirvió para experimentar una porción del San Juan adoquinado basado en la noción de la calle como ente comunicador y ciudadano, y no como un mero espacio por el cual se desplazan autos en busca del anhelado hueco en Doña Fela, Covadonga, La Puntilla u otro de los conocidos estacionamientos del área.
Un San Juan peatonal con rostros risueños y carismáticos personajes maquillados viabilizó una nueva visión de ciudad, de participación democrática y de activación del pequeño comerciante local.
Peripecias y chistes calaron en los rostros e imaginación de niñas y niños, quienes se apoderaron de las aceras y plaza públicas sin tener que toparse con el usual bombardeo promocional que distingue el otrora festival de excesos anual con sede en la Calle San Sebastián a mediados de enero. Es decir, el mensaje brindado a través de la música y el movimiento corporal de artistas de narices coloradas se emitió al público callejero, pero sin que mediara la interrupción de códigos propagandísticos brindados por compañías de tampones, condones y bebidas alcohólicas, tal y como sucede en la comercialmente conocida fiesta de la 'SanSeb'.
El Circo Fest se trasladó el lunes 17 al municipio de San Lorenzo y tiene citas pendientes en el Coliseo Solá Bezares este miércoles 19, así como en la isla-municipio de Vieques el jueves 20. El sábado 22 regresa a la capital para presentar funciones dirigidas a comunidades especiales.
A juzgar por la acogida de esta primera edición del encuentro internacional, el evento pudiera convertirse en una tradición anual en San Juan y otros municipios de la Isla. Queda de los gestores culturales, planificadores, servidores públicos y ciudadanía en general insertar en nuestro quehacer y entorno geográfico esta visión alternativa del arte y valorización de la calle como instrumento comunicador para todas y todos.
Vea también:
Viejo San Juan se convierte en un circo gigante, sin carpa (video y galería)
(El autor es profesor de geografía en el Recinto de Humacao de la Universidad de Puerto Rico.)