Al hecho, pecho!: Una invitación a reflexionar sobre la crisis actual
La política pública debe estar dirigida a terminar con este martirio con la casas acreditadoras. Tenemos que dar paso a que las casas acreditadoras clasifiquen los bonos del ELA chatarra. En la medida que nuestros funcionarios continúen anteponiendo sus intereses personales mediante propuestas dirigidas a solucionar la crisis actual a corto plazo en lugar de enfrentarla con estrategias a largo plazo, están abonando a la creación de una crisis mayor. Un paciente que está en la Unidad de Cuidado Intensivo requiere atención medica que este al nivel de su condición y no 'curitas' que, lejos de 'curar' la gravedad, solo sirven para 'resolver' en la inmediatez. Francamente, ¡esto mete miedo!
En una economía en recesión, la carga impositiva de $1,400 millones será, como poco, devastadora, por no decir, funesta. La consecuencia real será convertirnos en una isla desprovista de talento a causa del éxodo masivo de la clase profesional. Tendremos un aumento en la criminalidad porque será de los pocos 'empleos bien renumerados' existentes. Nuestro deporte nacional, la evasión contributiva, aumentará y la cultura del guiso, presente en nuestro ADN, nos llevará a convertirlo en un arte.
Aunque conllevaría consecuencias serias, le recomiendo al Gobernador que deje que el crédito del ELA baje a chatarra. Al hecho, pecho! En lugar de improvisar y auto inmolarnos, comencemos negociaciones con los bonistas y con el Gobierno Federal para darnos tiempo a buscar soluciones reales. Simultáneamente, recomiendo coja prestado $5,000 millones en el mercado de bonos de alto riesgo y alto rendimiento. El precio de estos bonos chatarra ya está incorporado en los diferenciales del mercado.
Empezar un plan agresivo de desarrollo económico y poner la economía en marcha, es la única solución. Negarse a hacerlo resultará en que no se podrá repagar lo que se debe y la economía colapsará. Igualmente recomiendo al Gobernador que aproveche el talento y la experiencia de las mejores mentes que aún quedan en Puerto Rico para que le estructuren un plan estratégico para el uso productivo del dólar que cojamos prestado. Que la inversión sea a base del multiplicador de ese dólar en la economía y no para chanchullos entre amigos. Con este plan usted estará creando el programa de mejoras permanentes más ambicioso que el país haya tenido en su historia.
Le recomiendo que el único impuesto que se imponga sea para solventar al Banco Gubernamental de Fomento para Puerto Rico para restituirle su prestigio crediticio del pasado. Por qué? Porque nuestro Banco, necesariamente, tiene que ser parte integral del rescate.
Por último, quiero destacar la constante dádiva de los gobiernos de turno a una clase de vagos, buscones y guisadores creados por el estado benefactor alentado por todos los gobiernos de turno. Por tanto, propongo al Gobernador que elimine todo tipo de asistencia pública a cualquier persona capacitada que no trabaje. El éxito individual y colectivo solo se alcanzará mediante el sudor del trabajo. El pueblo trabajador está cansado de tener que seguir asumiendo la carga sin que el Gobierno implemente recortes significativos en el gasto público, incluyendo la congelación de plazas que sobran en el sector público. Los trabajos que se creen deben surgir por la inversión pública y privada.
Señor Gobernador, como coameño sabrá que allí dicen que 'hay que cortar por lo sano'. Es hora que cortemos por lo sano y no por lo que ya está podrido. Es hora de cambiar los paradigmas viejos por nuevos. Le invito a que reflexione y se atreva.
Sabemos que el proceso será largo y complicado pero tenemos que enfrentar esta crisis histórica con soluciones a largo plazo como las que requiere el país. De lo contrario, querido Gobernador, que Dios no coja confesados.
*El autor fue presidente del Banco Gubernamental de Fomento y secretario de Desarrollo Económico durante las administraciones Hernández Colón y Calderón; y es miembro de la Junta de Directores de O2 Comunicaciones Inc.