Reflexión: Sobre aquella 'trapo 'e bola'
El correteo de los niños felices que jugaban con el perro y sus risas inocentes acompañaban la tradicional celebración del Día de los Tres Santos Reyes Magos en mi hogar. Hace mucho no veía mi familia extendida en mi casa, fue un día especial.
Eran las cinco de la tarde y estaba sentado en el sofá viendo el noticiero local, mientras me echaba un buche de coquito, de ese que solo la abuela sabe hacer. Al parecer el día había transcurrido bastante bien, sin incidentes mayores y muy poca noticia negativa. En eso mi teléfono celular sonó. Sujeté mi celular para contestar el mensaje de texto que una buena amiga me había enviado para felicitarme por aquello de las festividades navideñas. Mientras deslizaba mis dedos por la pantalla del aparato para responder el mensaje, se escuchaba de fondo la noticia de la feria del Día de Reyes auspiciada por el Gobierno en cuatro municipios de la Isla simultáneamente.
Cuando me dispuse a darle 'send' al mensaje, mis manos se quedaron inmóviles y mi vista se dirigió a la televisión. Mis oídos agudizaron su sentido para escuchar las palabras que emanaban de la boca de aquella mujer, madre y puertorriqueña.
'Mira y que una trapo 'e bola', fueron las palabras que apuntaron fríamente a mi rostro y dejaron perplejo y mudo a todos en mi hogar. Hasta los niños se quedaron tranquilos al ver la cara de indignados de los más grandes. Mi madre, molesta dijo: 'por eso es que estamos como estamos, porque no sabemos ser agradecidos', mientras daba dulces a los pequeños.
Mis manos dejaron caer el celular lentamente en el sofá y no llegué a enviar el mensaje.
Es triste escuchar esas palabras de una madre. Es inevitable pensar en cómo debe ser la crianza en ese hogar y hasta dónde ha llegado la desintegración social en la que estamos viviendo.
Cualquier niño pobre de cualquier país daría lo que fuera por tener un regalo en navidad, aunque sea una bola. Seguramente, ese regalo dibujaría la sonrisa más hermosa en el rostro de esa criatura. Y hasta el que no sepa hablar, con gestos te daría las gracias infinitamente. Pero aquí, en mi país, se quejan porque el Gobierno en vez de regalar 'iPads', 'iPods' o laptopsregalan bolas. El propósito no eran los obsequios, la misión era lograr que las familias compartieran y los niños se divirtieran.
Más allá de lo que pueda significar el obsequio, es el problema de la falta de valores en nuestros núcleos familiares. Cómo es posible que no se agradezcan los gestos buenos y bondadosos de alguien, independientemente de quien vengan?
Es triste que esto suceda, pues deja mucho que pensar de los padres. Dónde han quedado los valores del agradecimiento, el respeto, la humildad y hasta el mismo amor? Porque el que es capaz de decir algo así, ignorantemente deja de amar a sus hijos, con cada acto insensato que carece de sensibilidad. Dónde ha quedado la crianza buena a nuestros pequeños, que al final serán los hombres del mañana, y los que dirigirán las riendas de ésta Isla? Cómo vamos a mirar a la cara a los hijos cuando crezcan y nos den dolores de cabeza? Entonces te pregunto: cómo vas a exigir respeto, cuando desde pequeño tu te has encargado de dañar la inocencia?
Son preguntas que definitivamente nos tenemos que hacer todos. Tenemos que enseñar a los más pequeños a decir por favor, permiso, buenos días, buenas noches y gracias. Y a los grandes, refrescarles que todo lo que hacemos se reflejará en las acciones de la niñez que crece desenfrenadamente.
Finalmente recogí el teléfono del sofá y presioné 'send', no sin antes decir esto.
Por un 'trapo e' bola', Carlos Arroyo puso el nombre de Puerto Rico en alto en Atenas; por un 'trapo e' bola', José Juan Barea nos llena de orgullo cada vez que encesta un canasto. Por un 'trapo e' bola', Roberto Clemente se convirtió en una de las glorias más grandes en el béisbol mundial. Por un trapo e' bola' Monica Puig, se desvive jugando tenis para traerle triunfos a nuestra Isla. Por un 'trapo e' bola' tenemos un Igor González, un Carlos Delgado y todos los demás que han brindado gloria a nuestra Patria. Y por un 'trapo e' bola' mi gran amigo puede completar sus estudios universitarios y ser un hombre de bien, gracias a que fue becado.
No se trata de la bola, ni del carrito, y mucho menos del juguete; se trata de agradecer todo y cuanto se nos ha dado... Y, no menos importante, de dar el ejemplo con nuestras acciones.
(El autor esestudiante de cuarto año de periodismo de la Universidad del Sagrado Corazón)