Log In


Reset Password
SAN JUAN WEATHER
Por Invitación

Santa Isabel: Nuestros suelos más productivos (Galería y vídeo)

Por Agro. Raúl Mari Fernández*/Cuando hablamos de comida y alimentación, la mayoría de las personas no se dan cuenta de que actualmente vivimos en una crisis alimentaria a nivel mundial, declarada por las Naciones Unidas en el 1998.

El Mundo continúa aumentando su población y disminuyendo la disponibilidad y uso de los terrenos para la producción de alimentos, causando como resultado directo el aumento en la demanda y la reducción en la oferta. Actualmente, un niño muere de hambre cada cinco segundos, así que cuando usted termine de leer este artículo y considerando que lo leería a una velocidad normal, al menos más de 50 niños deben haberse muerto por desnutrición y deshidratación. Dele gracias a Dios o a quién usted quiera, que uno de esos niños no es el suyo!

Ahora lo que se siembra en los terrenos de más alto valor agrícola del país es cemento y varilla, no vegetales.

Veamos, a continuación, una serie de datos que justifica y persuade a favor de la preservación de nuestras mejores y más productivas tierras, el Valle Agrícola de Santa Isabel.

Según el Censo Agrícola, preparado por el National Agricultural Statistics Service (NASS)del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, para el 2002, en Puerto Rico, teníamos 17,659 fincas con un total de 690,687 cuerdas dedicadas a la producción agrícola. Para el 2007, Puerto Rico tenía 15,745 finca dedicándole 557,528 cuerdas al uso agrícola. Estos datos reflejan una merma o reducción de 1,914 fincas y 133,159 cuerdas dedicadas a la producción de alimentos en cinco años. La mayoría de las fincas en Puerto Rico son pequeñas, de 15 cuerdas, operadas principalmente por la propia familia y cada finca de estas produce, en promedio, un ingreso de $32,752.

El municipio de Santa Isabel es el segundo municipio que más aporta al Ingreso Bruto Agrícola (IBA). El primero es el municipio de Hatillo que en poco espacio produce mucha leche, y el sector de las vaquerías es uno de los que más aporta al IBA. Santa Isabel exporta aproximadamente 1,400 contenedores o vagones de comida a lugares como Europa, Asia y EEUU. La agricultura en este municipio emplea 2,500 empleos directos y más de 8,000 empleos indirectos. El valle tiene riego, clima perfecto para la producción de frutas y vegetales y poca precipitación (menos de 40-50 pulgadas al año), altísima fertilidad del suelo con propiedades físicas y químicas ideales para la siembras intensivas que requieren de condiciones específicas para su cultivo exitoso.

Además, este valle cuenta con los suplidores de insumos agrícolas y con lo más importante: mano de obra diestra para trabajar en la agricultura. Toda esta información es necesaria para que los individuos conozcan la importancia y las aportaciones que hace este valle a nuestro país. Para más información sobre Santa Isabel, pulse aquí.

La Organización para la Alimentación y Agricultura de las Naciones Unidas (FAO, por sus siglas en ingles), ha establecido el Mínimo Critico para que un país se pueda considerar como Seguro en Alimentación, o sea, que tiene Soberanía Alimentaria. Si un país destina 0.26 cuerdas por cada habitante para la producción agrícola, se puede considerar que ese país tiene el mínimo crítico para asegurar a la población un suministro básico para poder alimentarse. Puerto Rico tiene una población de aproximadamente cuatro millones de habitantes. Así que es sencillo, necesitamos destinar al menos 1.1 millón de cuerdas para poder tener el Mínimo Critico de Soberanía Alimentaria.

Aquí pudieran cultivarse cosechas, pero lo que se planea es sembrar más cemento. Una vez se mueve el suelo, el daño es irreversible, y aunque devuelvas el suelo a su lugar ya perdió su fertilidad.

Veamos en términos generales nuestra situación, como país, de cómo se está utilizando nuestros mejores terrenos. La agricultura es un sector económico de alto riesgo; los agricultores dependen del clima y de la incertidumbre de si en un futuro cercano habrán inclemencias que dañen total o parcialmente sus cultivos, incluyendo la crianza de animales (las vacas brincan verjas y se escapan y también se las lleva el rio cuando crece, entre otros factores). Ciertamente, la producción de alimentos es una gran cadena que, como nos enseñan en quinto grado, es una cadena de alimentación. Si el agricultor de heno, maíz, soya, entre otros, no producen, las vaquerías, por solo dar un ejemplo, no tienen comida para suplementar la alimentación de un animal que necesita energía para poder producir leche, que a su vez es energía para nosotros los seres humanos. Se debe comprender que lo que le ocurra a los productores de heno, maíz y soya, por seguir el mismo ejemplo, va a afectar a los productores de leche.

Hay dos tipos de agricultura: extensiva e intensiva. La agricultura extensiva es aquella que se realiza en grandes extensiones de terreno, como el pastoreo de ganado, y las siembras de cultivos extensivos como trigo, sorgo, soya, cebada, tabaco, azúcar, maíz y arroz, entre otros. Puerto Rico tuvo, una vez, cultivos y siembras extensivas como tabaco, azúcar y arroz, pero hace mucho tiempo atrás, estos cultivos se extinguieron. La agricultura intensiva es aquellas que en poco espacio emplea muchos recursos y se produce mucha cantidad de comida. El ejemplo de la agricultura intensiva es Puerto Rico y su agricultura. Desde los cafetales de la zona montañosa, la producción de cítricos, frutales como papaya, piña, hortalizas y vegetales, producción de huevos, pollo y carne de cerdo, plantas ornamentales, farináceos como guineo, plátano, yautía, ñame, batata, entre muchos otros, son todos ejemplos de la agricultura intensiva, que requiere mucha mano de obra, muchos insumos agrícolas como semillas, abonos y pesticidas, entre otros, pero sobre todo, mucha mano de obra (TRABAJO).

Como agricultor con más de 11 años de experiencia y con estudios en Horticultura de la Facultad de Ciencias Agrícolas del UPR-RUM, puedo claramente compartir con ustedes que producir alimentos, el que sea, NO ES TAREA FÁCIL. Y si hablamos de producir alimentos orgánicos y/o ecológicos, aún más. Para producir alimentos, tienes que ser un poco de todo: químico, físico, meteorólogo, biólogo, fitopatólogo (doctor de las plantas, de la fitopatología), en fin… hay que incorporar y aplicar muchas disciplinas para un solo fin: LA PRODUCCIÓN DE ALIMENTOS.

Puerto Rico tiene varias reservas agrícolas. Ya el Gobierno central ha reconocido la necesidad de preservar los mejores suelos para este uso y además ha reconocido que hay muchos intereses por parte de los desarrolladores en sembrar estos valles de cemento y varilla. Pero, por qué? Pues es fácil. Estos valles son muy fáciles y económicos para construir y hay mucha presión por parte de los desarrolladores de maximizar sus ganancias construyendo en donde más provechoso es para ellos.

Veámoslo geográficamente:

Valle de Lajas: Comprende terrenos en los municipios de Cabo Rojo, Guánica, Lajas, Sábana Grande y Yauco. Es nuestra reserva más grande. Cuenta con 43,337 cuerdas de las cuales 34,820 están separadas para el uso intensivo. El uso del Valle actualmente está limitado por la presencia de monos, que dañan muchos cultivos. El principal uso actual del Valle es para ganado en pastoreo.

Valle de Guanajibo: Esta reserva tiene un área aproximada de 9,554 cuerdas de las cuales 8,527 son para uso intensivo. Este valle comprende terrenos de los municipios de Cabo Rojo, Hormigueros y San Germán.

Valle de Coloso: Este valle cubre un área de 3,182 cuerdas de las cuales 2,869 son para uso intensivo. Este valle comprende terrenos en los municipios de Aguada, Aguadilla y Moca.

La producción de vegetales (hortalizas) y frutales está limitada en el Valle de Lajas debido a la presencia de monos y en los Valles de Coloso y Guanajibo, debido a la precipitación (lluvias), que le hace mucho daño a las hortalizas especialmente. Entre estas tres reservas agrícolas, hay 56,075 cuerdas. Aún faltan 1,043,925 cuerdas para estar en el Mínimo Crítico para Seguridad Alimentaria. Dónde están este millón y pico de cuerdas que nos hacen falta para garantizar un mínimo de alimento a los habitantes de Puerto Rico?

El censo agrícola del 2007 indica que en Puerto Rico había para ese año 557,528 cuerdas dedicadas al uso agrícola. Asumiendo que aún tenemos esas 557,528 cuerdas, aun necesitamos duplicar el número de cuerdas. Necesitamos más de 1.1 millón de cuerdas dedicadas a la agricultura y solo tenemos la mitad. Veremos los nuevos datos este año cuando salga el Censo Agrícola 2012, pero, según lo que se percibe en el ambiente, no debe ser muy alentador el resultado.

Recientemente, en 2008, se creó la Reserva del Corredor Agrícola de la Costa Sur, el cual reserva al menos 65,000 cuerdas que comprenden desde Patillas hasta Sábana Grande. Esta es la ley que reserva para uso exclusivo de la agricultura los terrenos de Santa Isabel. El Valle Agrícola de Santa Isabel tiene aproximadamente 6,000 cuerdas de las cuales 3,700 cuerdas se ven afectadas por el proyecto denominado Finca (irónico, no?) de Vientos de la compañía Pattern Energy Santa Isabel. Este proyecto afecta tres intereses de grupos, que en este caso son más bien necesidades.

Veamos cuales son estos grupos y porque están en contra de la ubicación de este proyecto, aunque favorecen la energía renovable:

1) Seguridad Alimentaria:

Santa Isabel produce el 86% de las hortalizas (vegetales) que se producen en Puerto RIco

Segundo municipio que más aporta al Ingreso Bruto Agrícola

Mejores suelos y mejor clima para el cultivo de vegetales y frutales en Puerto Rico y en todo el planeta Tierra.

Más del 80% de la comida que Puerto Rico consume es importada.

Una vez se impacta el suelo, no hay manera de revertir ese daño (daño irreversible).

Puerto Rico necesita más de 1.1 millón de cuerdas dedicadas a la producción agrícola para contar con el Mínimo Crítico para Seguridad Alimentaria. Solamente tenemos 557,528 según censo agrícola del 2007.

Primer proyecto de molinos de vientos sobre hortalizas en el Mundo. Un experimento a grande escala.

Los suelos de este municipio están catalogados como Tierras Agrícolas Primordiales (‘Prime Farm Land'), según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos.

El Valle Agrícola de Santa Isabel, apreciado aquí desde el cielo, produce el 86% de las hortalizas cosechadas en Puerto Rico.

2) Salud de las comunidades aledañas al proyecto

Los molinos crean 'efecto de parpadeo o discoteca'. Ya está científicamente comprobado que este parpadeo crea problemas de salud a las personas que viven y trabajan cerca de los molinos. Efectos como epilepsia y esquizofrenia, entre otros muchos síntomas, pudieran afectar a estas personas.

El ruido que generan las turbinas es parecido a las turbinas de un jet. No permite el descanso y también trae como resultados trastornos en el sistema nervioso central.

También, estudios del Dr. Nina Pierpont, MD y PhD, han documentado y confirmado científicamente que estas frecuencias de baja magnitud afectan el sistema nervioso central, mediante lo que se conoce como el Síndrome de Turbinas de Viento (Wind Turbine Syndrome, WTS).

No se ha experimentado si los molinos tienen la capacidad de acarear los pesticidas que se utilizan en las finca hacia las comunidades aledañas.

Cada molino casi duplica el tamaño de la Estatua de la Libertad y hace el ruido similar a un jet que nunca logra despegar.

3) Bienestar económico y social de los agricultores y trabajadores agrícolas

La Ley de Tierras del 1941 y la Ley 242 del 2008, además de las leyes que crean las reservas de los Valles de Coloso, Guanajibo y Lajas, reconocen, todas, la necesidad de proteger las tierras más aptas y productivas para la producción agrícola y la amenaza de los desarrolladores y del estado proveer espacios para construcción y desarrollo.

Proveer estabilidad tanto económica como social, para los agricultores y sus y trabajadores agrícolas.

Poner obstáculos en el medio de la finca, como los molinos que ocupan 0.25 de una cuerda, le aumenta el costo de operación.

Los obreros agrícolas tienen menos trabajo y algunos han recibido reducción en las jornadas laborales y algunos han sido cesanteados.

Mire en la parte sur del segundo mapa, el de las hortalizas. Como puede observar donde están los puntitos, es en el sur, específicamente en Santa Isabel, donde se cultiva el grueso de los vegetales de Puerto Rico. Molinos y cemento o comida?

Ante toda esta data, la cual está hace tiempo en manos de los proponentes, y, más burdo aún, de los administradores públicos (legisladores, jefes de agencias, encargados de permisología, el sistema judicial y hasta la misma rama del Ejecutivo), resulta insólito que se endosen proyectos como el de Patten Energy Santa Isabel y, sabrá Dios cuántos más que hay en camino. Quizás es que los intereses de unos pocos van por encima del beneficio que nos dan estas tierras al proveernos de los pocos alimentos que se producen en Puerto Rico. Claro, también hay que recordar que estamos en la era del ‘Such Is Life', como dijo aquel breve y cantinflesco filósofo hace unos años atrás.

El agrónomo Raúl Mari Fernández explica sus posturas durante una manifestación en Santa Isabel.

Por último, quisiera que recordemos siempre la Historia del Árbol de Olivo, que tarda 40 años en dar frutos una vez se siembra. Aquellos que siembran este tipo de árbol, en su mayoría no obtienen ni disfrutan de su primera cosecha, así que, para que tengamos aceite de oliva y tengamos olivos, alguien tiene que sembrarlo. Si todo somos egoístas en pensar que esos frutos no los voy a cosechar y disfrutar yo, pues para eso no los siembro. Esa actitud egoísta no representa la voluntad y el carácter de los agricultores, aquí no existe nada de de eso de que aunque yo no lo coseche, no lo voy a dejar de sembrar! Mejor aún, decimos así: Lo siembro para que mi nieto lo coseche!

*El autor es agricultor y estudiante de la Escuela Graduada de Administración Pública de la Universidad de Puerto Rico.