Logroño y Santini advierten a TeleOnce que no puede tener contrato con Rosas y el canal le “pichea”
Someten al tribunal cartas y correos electrónicos como parte de demanda de Logroño contra Rosas, pero mantienen confidencial el contrato de servicios.
Las casas productoras Producciones Sanco Inc. y Miranda LS, del comediante Emmanuel “Sunshine” Logroño y su esposa, Gilda Santini Colberg, advirtieron a TeleOnce que tienen un contrato con el comediante Francis Rosas Flores, que le impide “prestar servicios en otras televisoras”.
La comunicación está incluida en la evidencia presentada ayer por las partes en la demanda que Sanco y Miranda mantienen contra Rosas y su empresa, Rosas N’ Pitbull Entertainment LLC, por supuesta violación de contrato al renunciar a su trabajo en los programas Pégate al Mediodía y Sunshine Remix el 10 de junio. Rosas y José Vázquez Coriano incorporaron Rosas N’ Pitbull ese mismo día.
Ante la reclamación, TeleOnce contestó señalando que hay “presunciones incorrectas”, especificando que nunca han visto el contrato entre Rosas y Sanco y Miranda, por lo que no cabe hablar de interferencia ilegal con ese contrato. Pero en la comunicación, que constituye la primera vez que se ha expresado sobre la controversia la dueña de TeleOnce, Liberman Media Group LLC, el canal indica que no ha suscrito “ningún contrato con el Sr. Francis Rosas, en su capacidad personal”. TeleOnce calificó de “infundada” la insinuación de que hubo una interferencia ilegal de su parte con algún contrato entre Rosas y las productoras.
Sanco y Miranda sometieron su carta a Liberman Media Group el 17 de junio y la televisora contestó el 22 de ese mes.
El énfasis de TeleOnce en lo de “capacidad personal” va directo a una de las controversias de la demanda, que es la pregunta de si el futuro de Rosas fuera de las producciones de Logroño y Santini es en calidad de productor, y no de actor, y si se manejará a través de la empresa Rosas N’Pitbull Entertainment LLC, en vez de en calidad personal.
La posición de TeleOnce encaja con los argumentos de los abogados de Rosas, quienes sostienen que la relación del comediante con las empresas productoras era solo “actor y talento” en calidad de empelado, no de contratista, por lo que podía renunciar de inmediato sin tener que observar ninguna otra obligación con Sanco y Miranda.
“Nada se ha dicho en cuanto a que el demandado Rosas se propone a prestar servicios como actor. De hecho, no surge de ninguna de las supuestas piezas de evidencia que anejan los demandantes a su demanda”, dicen los abogados a la vez que recalcaron que ninguna de las reseñas periodísticas que se presentaron como evidencia contienen una declaración de Rosas de que va a ser actor en TeleOnce.
Las alegaciones que se hacen sobre su futuro con TeleOnce, dice Rosas, se refieren a “un hecho futuro e incierto sobre el cual no tiene certeza la parte demandante”.
La demanda fue sometida el 2 de julio pasado, pero Rosas no había comparecido formalmente hasta ayer, cuando sometió varios escritos y piezas de evidencia que serían objeto de discusión en la vista de hoy a las 10:00 am ante el juez Alfonso Martínez Piovanetti.
Ninguna de las partes ha sometido todavía de manera pública el documento base del caso, el contrato entre Rosas y las productoras y, de hecho, Rosas argumenta que sus expatronos están citando y usando partes de contrato de manera acomodaticia y con “temeridad”. Se sometió la renuncia escueta que Rosas envió a Santini el 10 de junio a eso de las 9:30 pm después de tener una conversación extensa con la productora que se dice cubrió distintos temas. En la lista de posibles testigos están tanto Rosas como Santini.
La relación entre Rosas, Sanco y Miranda comenzó hace 15 años, en octubre de 2006, y las productoras reclaman en su demanda compensación por la pérdida que van a tener de una supuesta inversión en la carrera del comediante. “[C]ontrario a invertir tiempo en la carrera del codemandado Rosas, la inversión ha sido en las distintas producciones, no habiendo devengado el codemandado Rosas ninguna otra consideración más allá de su salario y participación en auspicios”, dijo el comediante sobre esta alegación.
La pretensión de Sanco y Miranda, según Rosas, es restringirle su libertad a trabajar y pretender “forzar a una persona a trabajar para otra mediante el uso o amenaza de aprisionamiento, castigo físico o coerción legal”.
Al fundamentar su posición de que la relación era de empleado y no de contratista, Rosas detalló que las productoras le otorgaron y reconocieron elementos propios de un empleado, como trabajo durante periodos en que no existía contrato de servicio; licencia de vacaciones; el mismo pago en cada quincena, irrespectivamente del grado de actividad; pago de plan médico; exigencia de no prestar servicios similares para otros competidores; continuación de beneficios de plan de salud y un panfleto sobre la Ley COBRA después de su renuncia; que en la propia demanda lo llaman empleado; y que las productoras ejercen un grado de control total en cuanto a la forma en que ha prestado servicios para las partes demandantes.
Otra línea de defensa de Rosas es que nunca cedió a las productoras los derechos sobre su imagen “y éste tiene y posee todos los derechos de autor sobre (sus personajes), aunque sean escritos o creados por los libretistas de las (productoras)”.
“[E]n un caso previo, la misma demandante argumentó posiciones encontradas con la que argumenta en el presente caso”, concluyó en aparente referencia a la controversia que el propio Logroño protagonizó hace 21 años con el productor Antonio “Tony” Mojena, cuando se disputaban la propiedad del concepto y personajes del programa El Condominio. En ese momento, Logroño argumentó que los personajes le pertenecían a los actores y no al productor.
Para ver intercambio de cartas entre Sanco, Miranda y TeleOnce, pulse aquí.
Para ver carta de renuncia de Rosas, pulse aquí.