Las maderas de su casita destruida ahora están en su artesanía
Ramón Lugo, de 62 años, tenía una casita de madera en La Parguera, Cabo Rojo, para estar cerca del mar cuando necesitaba alejarse de su Ponce natal. Como ocurrió con la mayoría de las construcciones de madera, su casita fue destruida por un árbol que cayó sobre ella a raíz de los vientos del desastroso huracán María.
A pesar del sinsabor, se las ingenió para sacarle provecho a la situación. La madera de la destruida construcción la utilizó para hacer unas casitas de madera de colores que ha vendido con exito en las Fiestas de la Calle San Sebastián.
'Hice muchas cosas alusivas a María como las casas con techitos de zinc levantados. Ya esas se fueron. La venta ha sido buenísima para nosotros… [El huracán] me ha dado más creatividad', dijo Lugo a NotiCel, quien señaló que los primeros tres días de las SanSe han tenido menos flujo de gente que en otros años, aunque eso no les ha afectado sus ventas.
El bambú que las corrientes caborrojeñas arrastraron a las orillas del mar y los balaustres y madera de casas destruidas por el huracán tambien han servido para hacer otras creaciones.
'Con eso pago la casa que estoy haciendo ahora… He sido selectivo con la madera porque si la madera --no se que luna había cuando María-- se corta antes de menguante, le da polilla y comejen', explicó el artista, que lleva ocho años vendiendo sus artesanías en las SanSe. Durante el huracán hubo luna nueva.
La selectividad con la madera tambien fue señalada por otros artistas, que explican que para la construcción de pilones o tostoneras es imposible utilizar una madera cortada fuera de la luna menguante. Otros esperarán a que la madera del huracán se seque para poder hacer arte, pues si se construye estando mojada puede eventualmente abrirse al exponerse al calor, explicaron a este medio.
El pintor Ruben Ríos tambien incluyó en uno de sus cuadros un lema alusivo al huracán: 'Mi patria reverdece con sus árboles floridos'.
Mientras tanto, el artista Jaime Cruz, de 65 años, plasmó mediante una serigrafía en una camisa su sentir sobre el huracán: 'Ni María acabó con la joda de la SanSe 2018. Prohibido cansarse'.
Francisco Aparicio, de la empresa de bordados Trending Topic, tambien utilizó una camisa para manifestarse sobre el ciclón. 'Hoy se bebe a lo AEE: hasta que colapse el sistema', lee la camisa que vende este año en las fiestas, que se inspiró en un mensaje que leyó su madre en Facebook.
Aparicio sostuvo que, aunque es su primera vez con una mesa para vender sus productos, lleva cuatro años preparando camisetas para quienes asisten a las SanSe. Una de las más llamativas de este año decía: 'Hoy se bebe hasta que me lleguen los $500 de FEMA'.
Gorras, cuadros, fotos y otras artesanías que se exponen en la celebración tambien demuestran el ingenio boricua para sobrellevar el mal tiempo.