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Fonsi ya siente el “cosquilleo” de la “Noche perfecta”

Su próxima gira comienza el 27 de mayo en el Coliseo de Puerto Rico con otra función para el día siguiente.

El cantante puertorriqueño Luis Fonsi.
Foto: Luis Alberto Lopez

“No, no soy un veterano”, dice con aplomo Luis Fonsi (San Juan, 1978), que con 44 años y 23 años de carrera luce, como para despejar cualquier duda, una juvenil camisa floreada mientras está sentado en un salón del Museo de Arte de Puerto Rico (MAPR) respondiendo preguntas ad portas de su próxima gira, que comienza en la Isla el 27 de mayo próximo en el Coliseo de Puerto Rico y a la que se deben, quizás, sus ojeras de cansancio.

Fonsi da la espalda a una majestuosa obra de Rafael Tufiño, un mural titulado “La Plena”, que el connotado artista creó en los años cincuenta para realzar la música popular y que ahora sirve de escenografía para otro artista, un cantante de 1.70 metros que ha logrado agigantar su figura a través de los años con su música, también popular.

Casi cuatro años han transcurrido desde que Fonsi se presentó por última vez en el país, período que “la gente difícilmente va a olvidar; han cambiado muchísimas cosas y por eso, quizás, se extendió ese tiempo que suelo tener entre giras y por eso, también, va a ser un regreso muy emocionante volver a casa y el comienzo de una nueva gira. Estoy contentísimo de sentir ese calor boricua, cantar frente a mi familia y sentir ese cosquilleo que sólo se siente en el Choliseo de Puerto Rico”.

De su última gira (Vida World Tour 2019), también ha pasado tiempo (concluyó el 13 de marzo de 2020, dos días después de que en el mundo se diera a conocer el carácter pandémico del covid-19) y han habido alteraciones dramáticas que el laureado artista las tiene claras: “El mundo cambió igual que para la mayoría de la gente. Nosotros vivimos del público, del contacto con la gente, entonces, para nuestro tipo de trabajo, cambió quizás aún más”.

“¿Hay algo positivo de ese cambio?”, se pregunta el artista, quien no demora en responder que le permitió “compartir mucho más con mi familia, algo que por el tipo de trabajo que hacemos nos aleja mucho de ella. Y yo soy muy familiar, así es que por ese lado pude disfrutar de eso, pero se extraña muchísimo el público. Pero extrañaba mucho al público. Este es un tipo de trabajo que nos gusta, que muchas veces nos quejamos, pero nos encanta, nos gusta estar en el escenario. A mí es lo que me llena, me apasiona y es un reto. Y me encanta cantar en vivo y hacer que la gente vibre conmigo”.

La gira que lo llevará por Latinoamérica, Europa y Estados Unidos la tituló “Noche perfecta”, derivado de una canción que se llama “Perfecta”, que según Fonsi “le habla a la mujer y lo perfecta que es”, pero también es una forma de reafirmar su carácter “perfeccionista” a la hora de afrontar desafíos.

“Sí, soy perfeccionista en todo lo que hago. Y no estoy diciendo que va a ser una noche completamente perfecta, no sé qué va a pasar, pero estamos trabajando para eso y que sea la noche lo más perfecta posible, que la música, que las pantallas, sonido, bailes, vestuarios sean perfectos. Son muchas piecitas que arman el rompecabezas. Uno quiere que todo quede perfecto. La idea es que la gente se vaya del show y que diga ‘valió la pena’”, lanza esperanzado el cantante.

Sobre los conciertos, específicamente en Puerto Rico (27 y 28 de mayo), adelanta que “siempre son un poquito diferente y es la realidad. Siempre tratamos de sorprender de una manera diferente. Y aunque el espíritu de la gira sea igual en otros países, aquí tenemos un poco más tiempo para prepararlo todo y, por ende, nos da más flexibilidad de que a nivel de producción podamos tener más elementos”.

Fonsi, quien está por estos días coordinando la participación de artistas invitados a su espectáculo, asegura que la energía para encarar lo que se avecina está intacta.

“Yo no me considero un veterano y tomo como un cumplido esa palabra. Sí, son 23 años y uno ya ha ido aprendiendo bastante, pero no siento que soy un veterano todavía, me considero aún un estudiante, de música, de la vida, de la composición. Claro está que cuando piso un escenario me siento mucho más seguro hoy día que cuando lo hice por primera vez o cuando pisé Bellas Artes por primera vez, que fue mi primer gran concierto hace 31 años. Uno siente más control sobre el escenario, pero a la misma vez uno siente la misma cantidad de nervios y de respeto; de adrenalina, de inseguridad y de impotencia algunas veces, de decir ‘quiero que todo quede perfecto’. Eso no se va y me atrevo a decir que no se va a ir por un buen tiempo”.

Para el boricua, “cuando uno pierde esos nervios, yo lo veo como que ya estás perdiendo esa energía y esas ganas. Y ese respeto sobre el escenario. Y cuidado que tengo más responsabilidad ahora, que tengo la posibilidad de inspirar a las nuevas generaciones. Nervios es sinónimo de respeto al escenario y al público”.

De las canciones que va a ofrecer (habrá una nueva oportunidad para escuchar “Despacito”, que el pasado 13 de enero celebró cinco años de su lanzamiento), admite que “siempre es un reto el repertorio. Los fans son el termómetro. Siempre te dicen qué es lo que quieren escuchar. Es curioso, porque a veces te piden canciones nuevas y otras muy viejas. Pero yo involucro mucho a mi público en la creación del repertorio. Van a ver un recorrido muy bonito, medley, para poner más canciones en menos tiempo y ver esa evolución musical”.

Anticipa, además, que “todas las canciones (incluidas algunas de su décimo álbum ‘Ley de gravedad’) van a tener algo levemente diferente. Tampoco el propósito es cambiarlas demasiado, la gente las conoce de una manera y hay cosas que no se pueden tocar. Pero el 90 por ciento del repertorio va a tener aires diferentes, pausas, momentos y que todo tenga un hilo conductor. Mis músicos y mi banda están en constante evolución, uniendo los sonidos de hace 20 años con los de hoy. Mis producciones han cambiado dramáticamente”.

Fonsi, quien se declara un hombre de familia y va a contar con ella en los conciertos, está de buen ánimo, acaso por una carrera que solo ha subido como la espuma, lo mismo que su cuenta bancaria (en enero pasado se conoció que vendió su catálogo musical de más de dos décadas a HarbourView).

Tiene de qué enorgullecerse la estrella mundial pero, al dialogar con NotiCel, no parece transmitir el peso de sus logros y el correr de los años desde su álbum debut “Comenzaré” (1998) hasta su último disco de estudio Ley de Gravedad (2022).

El cantante puertorriqueño siempre ha tenido las botas bien puestas -de hecho, para la entrevista, calza unas de cuero negra en punta, que han desplazado a las tenis, sus favoritas-, porque ha sabido seguir adelante.

Sus reconocimientos lo atestiguan: cinco premios Grammy Latino, cuatro nominaciones al Grammy, cinco premios Billboard, 12 Latin Billboard y 17 premios Juventud. No es poco para quien quiere noches perfectas…