R. Kelly decide no testificar en su juicio por tráfico sexual
El que fue una estrella del R&B en la década de 1990 dijo escuetamente a la jueza Ann Connelly que no quería testificar, rechazando así defenderse pero también ser sometido a un duro interrogatorio de los fiscales, según The New York Times.
NUEVA YORK - El cantante estadounidense R. Kelly decidió no testificar este miércoles durante el último tramo del juicio por tráfico sexual que se celebra contra él desde hace un mes en Nueva York, y en el que decenas de personas han subido al estrado para relatar sus supuestos abusos.
El que fue una estrella del R&B en la década de 1990 dijo escuetamente a la jueza Ann Connelly que no quería testificar, rechazando así defenderse pero también ser sometido a un duro interrogatorio de los fiscales, según The New York Times.
El proceso contra Robert Sylvester Kelly, de 54 años, empezó el 18 de agosto y la acusación ha ocupado la mayor parte, con los fiscales de la Corte del Distrito Este de Nueva York interrogando a casi medio centenar de testigos, entre ellos al menos a 10 mujeres que dijeron haber sido objeto de abusos.
Hace dos días empezó la presentación de argumentos y testigos de la defensa, que intentó desacreditar las alegaciones de abuso sexual a través de varios antiguos empleados del artista que aseguraron no haber visto nunca esos comportamientos y que llegaron a calificarlo de "caballeroso", de acuerdo a la cadena Fox.
Con los casos de la Fiscalía y los abogados ya presentados, el juicio terminará con sus argumentos de cierre y después será tarea del jurado -formado por 7 hombres y 5 mujeres- decidir si R. Kelly es culpable de delitos de crimen organizado, coacción y transporte de mujeres y niñas para realizar actividades sexuales ilegales.
A falta de sorpresas, el jurado previsiblemente se retirará a deliberar al final de esta semana tras recibir las instrucciones de la magistrada, pero el tiempo que necesitarán para alcanzar un veredicto es una incógnita.
El artista se ha declarado inocente de los nueve cargos federales por los que está imputado y afirma que las jóvenes denunciantes eran seguidoras que "se morían por estar con él" y que solo empezaron a acusarlo de abusos años después, cuando el movimiento MeToo ganó fuerza.
Kelly, que ha estado en la cárcel desde 2019, también afronta cargos federales similares en Chicago y otras acusaciones a nivel estatal en Illinois y Minnesota.