¿Cuáles son los planes de Leo Aldridge?
El abogado criminalista busca acomodar su participación de manera que se ajuste a un rol distinto que le permita tiempo familiar y dedicarse a la defensa de sus clientes.
Veinticinco años de conocernos y más de una década como colegas periodistas no resultaban en que Leonardo Aldridge Kontos accediera a hacer una entrevista en profundidad sobre él. Es receloso de su vida privada y prefiere que su exposición mediática se limite a su análisis y a los casos en los que defiende a sus clientes.
Pero lo logramos en El Push de la Mañana, edición estelar. Al fin y al cabo el ser humano que se ve en televisión es esencialmente el mismo fuera de ella, con profundas convicciones sociales, con opiniones muy puntuales sobre lo que ocurre en la isla y con una gran dedicación en todo lo que hace.
El analista político y abogado criminalista, es hijo de un caballero canadiense y de una mujer hija de un inmigrante griego. Sus padres se conocieron en un viaje de aventura, se casaron y así quedó “importado” el canadiense a la isla. Y si bien Leo vivió una infancia feliz y sin carencias materiales, creció sin la presencia constante de su padre. Venía a la isla dos o tres veces al año, lo que le resultaba natural, pero no siempre.
Alrededor de los doce años comenzó a cuestionarse esa relación y a resentirla. Fue un período. Habla de eso con soltura porque es una situación superada pero resaltan sus palabras de “lo aprecio mucho” y “no quiero ser injusto”. No habla de amor. Su padre fue un proveedor al que describe como un erudito, políglota y guía turístico que hoy reside en Inglaterra y con quien tiene una mínima relación que ha marcado exactamente lo que no quiere que viva su hija.
Historia muy diferente cuando habla de su madre y de su hermana. Ahí, sus ojos pequeños se cierran casi totalmente. Es un amor total, no exclusivamente sanguíneo, es de complicidad y amistad sin límites. A su madre le da todo el crédito de tirarse sola la tarea de la crianza y de la formación. “Y no salimos mal”, dijo.
Estudió en el Colegio San Ignacio y luego en Boston, con una formación jesuita que marcó sus creencias en Dios y le despertó el interés por la teología. Era medio nerd pero en realidad un jodedor/nerd. Fue periodista en Prensa Asociada y Primera Hora y ejerciendo, estudió Derecho. En esa etapa lo cogió todo más en serio. Y comenzó a marcar sus pasos estratégicamente hasta donde está hoy.
Hace 14 años que ejerce como abogado criminalista y su práctica se ha beneficiado de las plataformas mediáticas en las que ha participado. Columnas periodísticas, foros radiales, su participación en "Jugando Pelota Dura" y como analista político en múltiples espacios.
Ama el periodismo como ama el derecho. Son vehículos de justicia que viven en su forma de ser y también en la Constitución. Son maneras de contar historias de un drama humano, sea la audiencia un lector o televidente, o sea un juez o un jurado. Y todos los dramas hay que contextualizarlos.
Su "ausencia" de "Jugando Pelota Dura"
En este momento quiere dedicarse a defender bien a sus clientes y a atender y saborear a su familia. Esa, no empece las especulaciones, es la razón por la cual no se le ve hace un período en "Jugando Pelota Dura". Está en conversaciones con el productor Ferdinand Pérez para regresar, no a hacer preguntas, sino en otro rol más afín con su profesión y más ocasional.
Tiene, gracias a Dios, mucho trabajo y necesita reenfocar sus esfuerzos para seguir siendo bueno y relevante en todos, ver a su hija antes de que se acueste, y no tener constantemente “el mono trepao”. El show, que reconoce fue la plataforma que lo lanzó al punto donde está hoy, es importante para él y aprecia el deseo expreso del público de verlo ser parte. “Me hacen el día”, dijo, cuando le comentan eso.
El tiempo dirá.
Su rivalidad con Wanda Vázquez y Janet Parra
No es secreto que mantuvo por años una rivalidad con la licenciada Wanda Vázquez Garced desde que era secretaria de Justicia. El resquemor nació con el caso de la niña de 11 años que, con el aval de la secretaria de Justicia, fue procesada por una pelea en una escuela. En la cabeza de Leo no cabía que el sistema quebrado económicamente de Puerto Rico pusiera sus recursos en contra de una niña de esa edad. Y que encima, en el proceso de insistir en su estrategia, buscara imponerle sanciones a él, que llevaba el caso pro bono. Eso lo hizo personal.
Y no vacila en decir que resultado de esa experiencia, descubrió que la exgobernadora, hoy acusada a nivel federal, es “un ser humano malo”. No se alegra de lo que está pasando y sabe, como abogado, el drama personal y la consecuencia legal de lo que vive. No vive pensando que “karma is a bitch”.
Se alegró, sí, de la renuncia de la fiscal Janet Parra, contra quien tuvo comentarios muy severos en un editorial televisivo que le valió críticas aún de sus defensores. En ese caso admite que fue quizás demasiado fuerte, pero que no puede arrepentirse de lo que dijo.
Su visión del Gobernador
Aprovechando el valor de su análisis, la preguntamos qué le diría al gobernador de Puerto Rico, Pedro R. Pierluisi Urrutia, si lo tuviera de frente. Como le preguntamos a todos los que hacen esta entrevista.
“Al Super Bowl se llega muy poco y probablemente a él le quedan dos años… Tiene dos años para legítimamente tratar de concretar lo que piensa, lo que yo sé que está en su corazón”, dijo. “Estamos ante un gobernante que tiene las herramientas, que tiene la capacidad mental, pero no tiene el enfoque y no sé por qué”, expresó.
Para ver la conversación, pulse aquí: