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Sully Díaz: a 40 años de Coralito

La actriz reconoce que el personaje de la novela más popular que ha tenido Puerto Rico, aún le persigue en su diario y revela que ha abrazado la fe cristiana que le ha cambiado la vida

Entrevista a Sully Díaz para El Push de la Mañana, Edición Estelar.
Foto: Juan R. Costa / NotiCel

Sully Emelia Díaz Durán nació en El Bronx, Nueva York, hace 61 años.

Hija de un aguadillano y de una ceibeña que se mudaron, como muchos de su época, a buscar una mejor vida. Regresaron a la isla cuando apenas Sully tenía cinco años. Ya para entonces sabía que quería ser actriz pero sus padres siempre albergaban la esperanza de que desistiera de la idea “porque los actores se mueren de hambre”.

Estudió en el Colegio Bautista de Carolina en edad temprana y luego en la Escuela Libre de Música. Y llegó a la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras a estudiar Drama, aunque a sus padres les mintió y les dijo que estudiaba Sicología. Fue su querido profesor, y más tarde director, Dean Zayas, quien le pidió que le dijera la verdad a sus padres sobre la carrera que había elegido estudiar. Y en el proceso, él también habló con ellos para darle la tranquilidad de que él sabía que era una buena elección, y que Sully Emelia sería un gran actriz.

Y así fue.

A los 17 años ya estaba actuando y a los 21 llegó Coralito, la legendaria telenovela que protagonizó junto al mexicano Salvador Pineda en 1983 y que la lanzó definitivamente a la fama. Sully comenzó a hacer la novela con mucho amor y dedicación, pero sin saber lo que le esperaba. El impacto era tan grande que las noches se detenían para ver esta telenovela que llegó a tener 63 puntos de rating.

Y aunque pretendía continuar siendo una joven normal de Villa Carolina, un día se dio cuenta de que Sully Díaz ya no sería la misma. Estaba en Plaza Las Américas comiendo un pedazo de pizza como cualquiera y cuando alzó su brazo para intentar doblegar el queso miró hacia el frente y todo el mundo la estaba mirando. Estaban mirando a Coralito.

Se vivió el cuento de la fama pero no por mucho tiempo y supo que no era algo que sería eterno. La novela estaba originalmente pautada para durar seis meses pero el éxito fue tal que la alargaron dos más.

Coralito, esa chica dulce de la costa, es el personaje que le acompaña al sol del hoy, no importa cuántos otros roles ha tenido en las artes. “La gente no se da cuenta, pero Coralito ya es abuela”, dijo en entrevista con El Push de la Mañana, edición estelar.

Otra caracterización de impacto fue La Lupe, la cubana del canto aguerrido y de intenso dramatismo, La Gran Tirana. Sully hizo su personaje en una obra off Broadway en Nueva York y luego la trajo a Puerto Rico. Se metió en su personaje de manera tal que el público la ovacionaba en más de 500 funciones que hizo.

Vivió en Nueva York, Los Angeles y en Denver. Y sus padres algo de razón tenían en su preocupación de que no tuviera una carrera estable económicamente. Todo actor, dijo, queda desempleado una vez termina un proyecto. Pero ella si no actuaba, cantaba, y si no hacía ninguna, daba clases y así llegó también el stand up comedy y hasta la cocina.

Sully estudió Artes Culinarias en la Escuela Hotelera y trabajó en la isla con chefs como Mario Pagán. Estando en Denver también trabajó stand ups y en cocinas. Ahí nadie sabía que era actriz y ella no lo decía. Hasta que un buen día, una compañera de trabajo, puertorriqueña, le comentó a su madre sobre su compañera Sully Díaz. Y su madre le dijo que era actriz. Al día siguiente llegó al trabajo y le dijo: “Hola, Coralito”. Sully le pidió que no dijera nada, que no quería que la trataran distinto. Pero ella lo dijo, y en efecto, todo cambió para Sully en el lugar del trabajo. El ambiente nunca fue el mismo.

Cinco matrimonios

De sus matrimonios pidió no hablar. "Nadie me cuenta su vida privada a mí", dijo.

Se ha casado cinco veces y reconoce el impacto emocional que ello ha tenido en su vida. Su primer matrimonio fue con Osvaldo Ríos, cuando tenía 24 años, luego con Rafael González, Saúl Marín y Eduardo Rodríguez, de quien se divorció pero luego lo dejó sin efecto y es su esposo actual.

"Me gustan las cosas legales", bromeó.

Tiene una nueva estabilidad en su vida. Aunque fue diagnosticada desde los 25 años con un trastorno bipolar, no fue hasta los 35 años que comenzó tratamiento porque hasta entonces lo único que funcionaba era el litio y eso interfería con su capacidad de actuar y de mostrar emociones. Pero además de controlar su condición- hace mucho no tiene episodios mánico-depresivos-, también buscó de Dios y abrazó la fe que en el trayecto de su carrera artística había abandonado. Había sustituido su enseñanza cristiana por conceptos muy de ella. Un día le pidió a Dios discernimiento, que la acogiera nuevamente. Y desde entonces, experimentó la paz.

Con ello vino ser mejor esposa y mejor madre. Había tenido dificultades con su hijo Giovanni, de 32 años, como muchas madres. Pero eso también cambió. Y ahora es Mamita, la abuela de Gia y de Félix.

Hace seis meses regresó a la isla. La ve más bonita- que la están arreglando- pero de las estructuras de gobierno habla con resignación porque "nada ha cambiado", aunque piensa que en todos lados es igual.

Actualmente realiza todos los domingos un stand up comedy todos los domingos a las 7 de la noche en el Hotel Fairmont de Isla Verde. Y pronto iniciará Teatro 15, un concepto de pequeñas piezas teatrales en un mismo lugar en el Viejo San Juan. Ella protagonizará una pieza escrita por su hermana, Mariely Durán, "The doctor is busy".

Sonríe y se le iluminan sus ojos verdes cada vez que alguien le llama Coralito. Son 40 años ya. Algo hizo bien.

Vea la entrevista completa con El Push de la Mañana, aquí:

Egresada de la Universidad de Puerto Rico. Periodista con 23 años de experiencia en los medios de comunicación. Mamá de Manu, portavoz de la adopción de niños grandes y creadora de #primerizayqué