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Feid: el fenómeno musical explicado

Esta es la historia detrás de uno de los más grandes fenómenos musicales y comerciales de nuestro tiempo, según un interesante artículo difundido por la revista digital colombiana Shock.

Feid en uno de las visitas realizadas en Puerto Rico.
Foto: Archivo / NotiCel

A pesar de ser uno de los artistas más escuchados del planeta y de tener una legión de fans, Feid se mantiene humilde.

Construir una reputación como el reggaetonero bacán y sensible significó subvertir los valores que se le atribuían al género: la megalomanía, el culto al consumismo, el hedonismo y la competitividad.

Pero antes de convertirse en el fenómeno masivo y el referente estético que hoy conocemos, Feid atravesó varias fases en la construcción de su sonido e imagen.

Faid: “Quería sonar como T-Pain”

A esta primera fase de Feid, exploratoria en sonido, imagen y concepto, la podemos describir como el primer bautizo artístico, un error que trazó un camino: Faid.

Salomón Villada, hijo de un artista plástico y una psicóloga, eligió ese primer nombre producto de una pronunciación deformada de Faith (fé en inglés). Con ese nombre presentó sus canciones y mixtapes hasta 2010. Pero Faid no se leía como la pronunciación de Faith en español. Por eso, un año después, se cambió el nombre a Feid.

Ignoremos los matices fonéticos y concentrémonos en su elección por la fe. El significado bíblico de la fe es, antes que la creencia, la confianza en lo que no se ve. Y Feid repitió en cada una de las entrevistas que le hacían que escogió su nombre por su fe en Dios, pero también por la confianza en sí mismo y en el fruto de su trabajo.

Dicho de otra forma, no solo se trataba de elegir un nombre, sino que revelaba su adhesión a una creencia mágica según la cual el trabajo y la visualización de las metas es parte del camino hacia ellas; su visión era una mezcla de los valores del calvinismo (la justificación de la gracia mediante la fe, el trabajo como glorificación a Dios y la predestinación) con el capitalismo de los sueños, mercantilizado en Instagram bajo la forma de la “manifestación”.

El caso más ejemplar de esa visión temprana es el video de su versión en español de Billionaire de Bruno Mars y Travis McCoy. En ese entonces sonaba y se veía más como un tropipopero: se le ve con una manga sisa blanca apretada debajo de una camisa a cuadros, con el pelo largo y un gorro de lana negro. Sus sueños, dice en la canción, eran salir en revistas con Juanes y Shakira y comprar Medellín.

El video se viralizó en 2023, 12 años después de ser publicado y, a pesar de que lo mostraba en una fase muy cruda de su carrera, Feid no lo intentó ocultar. Al contrario, su circulación resaltó su historia de ascenso y una personalidad consistente en el tiempo. Era también una evidencia de sus primeras influencias del pop y del rap.

Faid trabajó (produciendo o componiendo) con raperos de Medellín como Mary Hellen, Maquinista, Ultrajala o Juanjo & Tes. En 2010, uno de sus cantantes de referencia era T-Pain, el rapero de Tallahassee, Florida, pionero en utilizar el autotune como instrumento central para crear melodías con su voz. Pero la foto que representaba el panorama musical de la Medellín en esa década no era la del rap, sino la del reggaetón, que se esparció de modo infeccioso hasta instalarse en la ciudad como si fuese una tradición de generaciones.

En septiembre 2010 se publicó la edición 178 de la Revista Shock, en cuya portada aparecía por primera vez J Balvin. “El dueño del negocio tiene un único objetivo: tomarse el mundo por asalto y todo parece indicar que ya lo está logrando”, decía la tapa de la revista.

El titular era premonitorio y quizá prematuro para la magnitud del fenómeno en el que se convertiría el reggaetón paisa. J Balvin, en efecto, fue el primero en cruzar la frontera, pero también el que emparentó la ética industrial paisa con el reggaetón. Faid se formó mientras ese movimiento hacía ebullición.

En 2011, ya como Feid, grabó canciones de reggaetón con Alberto Style, Junior G y Nicki Jam . Y, aunque en la mayoría de publicaciones en Internet afirman que “la primera canción de Feid” como solista fue Morena, publicada en el álbum Así como suena de 2015, circulan todavía canciones suyas de 2012 como No te vayas y Cómo duele. Esos primeros sencillos hacían parte de un EP que Feid planeó lanzar, pero del cual hoy no hay registro, que se titularía Tacto.

El trecho fue largo desde esas primeras canciones hasta su explosión comercial. En parte, porque alternaba su carrera solista con su carrera como compositor. En esa faceta, que continuó hasta 2018, escribió o metió líneas en Secretos de Reykon; Ginza y Sigo Extrañándote de J Balvin; Mamita de CNCO; Brujería de Christina Aguilera; Qué tiene de Ximena Sariñana y Valiente de Thalia.

Impulsado por su reputación de hitmaker en la sombra fue que empezó a trabajar no solo en su música, sino en su personaje. Uno que, desde el principio, él se ha encargado de presentar como “auténtico” y “humilde”.

A la segunda evolución en la carrera de Salomón la llamaremos la fase Feid y comprende el periodo en el que lanzó sus tres primeros álbumes. A pesar de que el sonido de Así como suena (2015 a 2017) mutó de forma drástica en 19 (2019) fue ese el momento en que encontró tanto el sonido y la personalidad distintivas para hacerse notar en un mercado saturado de reggaetón.

Para conservarse como categoría reconocible ante el público, los géneros deben tener la cualidad de generar variaciones, regenerarse a sí mismos. El reggaetón hizo justamente esto último cuando aterrizó en Medellín.

Lo que hacían los reggaetoneros de Puerto Rico era más crudo, explícito y beligerante. Su fraseo era más cercano al de los raperos, venía con referencias al barrio y destilaba fiesta y hedonismo. Además, compartía con el rap el espíritu competitivo, asociado al hiperconsumo, las referencias a carros, marcas de lujo y el alardeo de las copias vendidas.

La regeneración de los artistas paisas, de quienes se dice te venden hasta el aire de Medellín, consistió en desenmarcarse de la ética barrial y sexualmente explícita de los boricuas y seguir el modelo del artista que mejor se adaptó a la ética negociante, a quien encarnó el sueño de ascenso social y tomó como lema “El negocio, socio”: J Balvin.

Balvin hizo explícitos los valores de su ciudad. Su música era lujuriosa y ambiciosa en un doble sentido: sexual y económico. Pero era más explícita en lo económico, hecho que alentó a más músicos a unirse al movimiento. Fue la primera y la más exitosa empresa de un género que apuntó a incrustarse en la industria del pop. Luego vino Maluma, quien adoptó la personalidad del “Niño lindo”, el “Pretty Boy” bajo la misma lógica de la explotación del deseo sexual y material.

Sorpresas, el intro del segundo álbum de Feid, Así como suena (2017), es la declaración de principios más evidente de la segunda fase de Feid.

Soñamos con esto desde el '08 y Mosty lo sabe…Te invito a que abras la mente y te dediques a vivir tu sueño. Como yo, que camino por el mundo soñando despierto. Y recibiendo las sorpresas que Dios me regala.

El Feid de 2017 está viviendo el sueño y lo agradece. La gente se sabe sus canciones, las canta y las perrea. Pero él no es la figura principal. A pesar de que su nombre se instaló en la industria y se rumora de su talento, sus canciones más exitosas han sido interpretadas por otros artistas; en especial, por J Balvin.

Mientras tanto, las canciones de Feid como solista en Así como suena parecen sintéticas, sobreproducidas y no se diferencian mucho del reggaetón paisa de la época. Los beats eran robóticos y la voz de Feid parecía perderse detrás de las baterías. Estaban hechas pensando en reproducir lo que ocurría en la pista de baile. Además, en sus letras, Feid se presenta como un seductor (Matando, Peculiar, Morena, etc) y hasta habla de billetes que vuelan (Lluvia).

“Me demoré mucho en encontrar una forma de hacer música, de sacar mi sonido, de que la gente me escuchara y dijera ‘ese es Feid’”, dijoen una entrevista para El Universal

Ese rasgo distintivo que buscaba lo empezó a encontrar en 19, el álbum con el que cambió su forma de hacer música. Si bien los ICON siguieron participando en la producción, también aparecieron nuevos nombres colaborando en la maquinaria. En el primer bloque de canciones de 19 Feid se presenta más como un baladista que como un reggaetonero.

Experimenta con el reggae, el trap y tiene un tema hecho con solo piano y voz, Ven pa casa. Alizzz, productor detrás de los primeros éxitos de C. Tangana lo acompaña también en Buena Mala. El segundo bloque es puro perreo. Incluso, en ese bloque re-versiona Ven pa casa sobre un beat de reggaetón.

Pero el estilo por el que lo conocemos lo refinó un año después, volcando sus letras de lleno a su mundo interior y aterrizando el lenguaje del coqueteo a las formas de la calle en Medellín. Si Balvin apeló a instalarse en el espíritu de las masas que bailan, Feid apuntó a la experiencia individual. Pero en esa fórmula hacía falta algo más que pronto se conocería gracias a TikTok y la pandemia (que nos mostró un reggaetón que no necesariamente era de fiesta).

¿Qué novedad podía aportar Feid a la sobreoferta de una masa uniforme de reggaetoneros? ¿Cómo podía hacerse notar en un género en el que los artistas llaman la atención utilizando sobrenombres que apelan a una supuesta superioridad?

Nombres artísticos clasificatorios como El Cangri, El Rey, El líder, El negocio, El Father, El pretty boy y El dueño del sistema ya estaban ocupados, así que Feid reclamó su lugar como el Ferxxo.

Contrario a la costumbre de presentarse como “el mejor” en algo, eligió el apodo que le había puesto su amigo y ocasional productor, Sky. Eligió que lo conociéramos como una persona cercana y empezó a hablar de sí mismo en tercera persona. Todos conocemos un Fercho: es el amigo buena onda que tira chistes y anima el parche, el que suelta dichos y habla con acento fuerte. Es el tipo al que invitan a una entrevista en uno de los programas más vistos de España, como La Resistencia, y lleva una torta que él mismo preparó al presentador, a pesar de que la torta va a la mitad porque sus amigos ya le metieron mano.

La fase Ferxxo, la tercera en la carrera Feid, no podría ocurrir sin un canal de comunicación directo con sus fans para exhibir su personalidad.

“Qué hubo pues que vamos a estar haciendo el ridículo acá un rato”, dijo su primer video en TikTok, publicado en 2019 poco después del lanzamiento de su tercer álbum. Desde ese momento se convirtió en partícipe asiduo de los trends y los filtros de TikTok y muestra su cara al público permanentemente, con su cámara frontal, en un plano en el que fácilmente le puedes ver las fosas nasales. Y hace chistes malos, pero que dan risa.

Su presencia virtual apuntaló su nueva personalidad pública. Si ven sus primeras entrevistas en YouTube, notarán que su tono era más formal, como el de los futbolistas que responden preguntas después de un partido y evitan mirar al entrevistador. Pero en la medida en que incrementó su fama empezó a soltar en público su acento paisa y su sentido del humor.

Si el principio de su estrategia era mostrarse auténtico, paradójicamente, la demanda de “autenticidad” se hizo cada vez más intensa. Aumentó la cantidad de veces por minuto en las que dice “Mor” y “Qué chimba mor”. Entró de forma victoriosa en el juego de las plataformas sociales de Internet: sé tú mismo, pero más y preferiblemente ante las cámaras. La autenticidad, en palabras de Ernesto Castro, “es una propiedad reflexiva que poseen todos los entes por el mero hecho de ser ellos mismos, en el mismo sentido de existir y tener atributos que los definen”.

Los valores que hicieron que FEID conectara con un público masivo no fueron tanto la “autenticidad”, palabra que en el mundo de los artistas dice poco y nada, como la consistencia en la forma de presentarse como un personaje: soñador, humilde y sensible.

Ese manifiesto ocurrió de forma más notoria entre 2020 y 2022, cuando además se convirtió en una máquina imparable de lanzar música: publicó 5 álbumes y 1 EP que sumaban más de 95 canciones, sin contar las colaboraciones y sencillos sueltos. Una racha que comprende los álbumes Ferxxo Vol.1 M.O.R. (2020), BAHÍA DUCATI (2020), INTER SHIBUYA LA MAFIA (2021), FELIZ CUMPLEAÑOS FERXXO (2022) y el EP SIXDO (2022).

Las portadas de esos trabajos, conceptualizados por Manuela Villada, hermana y directora creativa del proyecto Feid, muestran paisajes ilustrados con referencias a Medellín o alusiones crípticas a la promoción del álbum. En SIXDO, por ejemplo, Feid se presenta como la silueta de un personaje animado. FELIZ CUMPLEAÑOS FERXXO es una conversación de WhatsApp que está conectada con la campaña de lanzamiento del álbum: el aviso de una supuesta filtración del disco.

Ferxxo Vol. 1 M.O.R, además, reforzó la sensación que tenían muchos de sus fans sobre sus canciones: que Feid siempre está entusado y triste, y que sus canciones dan ganas de destapar una botella de guaro para superar una tusa. El género de Feid es también el despecho. El álbum fue pensado como una serie de notas de voz que alguien enviaría borracho a una ex, de ahí también el M.O.R (Messages On Repeat). Y probablemente pensando en el modo que su audiencia se comunica al escucharlo (en WhatsApp y seguramente tomando alcohol) empezó a escribir los títulos de sus canciones como mensajes de texto escritos de afán en el celular, a veces encriptados y prescindiendo de la formalidad ortográfica, como ocurre en el trap (MORXX, PERREOXOXO, XQ Te pones así).

Musicalmente, SIXDO, EP en el que rapea sobre un beat de la leyenda Dj Premier y acude al synth pop en la canción California, es una excepción creativa. La mayoría de su producción en esta fase es un tipo particular de perreo en el que las percusiones y las estructuras son homogéneas, dejando el protagonismo a las letras y las melodías que él guía con su voz. Las melodías para Feid parecen ser inagotables. Esa, musicalmente, es quizá su mayor virtud. Pero esa capacidad para re-versionarse a sí mismo no hubiera tenido ningún sentido sin la consistencia de su personaje.

En su tercera fase, Ferxxo ya es una marca que incluye personalidad, estilo y paleta de colores. Las gafas de sol alargadas con marco de plástico, las pantalonetas de equipos de basket, las gorras beisboleras y el verde se convirtieron en una guía de estilo que adoptaron sus fans.

El verde, su color distintivo, no apareció de la nada en su idea de marca, como si un día se hubiera convertido como Hulk. Dice Feid que lo eligió porque representa las montañas de Medellín, el dinero y la esperanza. Pero a fin de cuentas la interpretación puede variar. Es un color primario que tiene sentido solo cuando lo asociamos a una personalidad cuya imagen representa ciertos valores.

Otra posible explicación es que Feid y su hermana tenían en la cabeza el mundo de los cómics.

Sheldon Cooper y Leonard Hofstadter, protagonistas de la serie The Big Bang Theory, por ejemplo, llevan camisetas verdes cuando piden matrimonio a sus novias. Ambos son geeks, aficionados a los cómics y poco hábiles socialmente, así que la elección de vestuario de sus personajes para esas escenas fue hecha porque en los cómics el verde significa valentía.

Probablemente sea una coincidencia, pero en 2024 Feid concretó su vinculación con el mundo de los superhéroes de cómics cuando anunció su colaboración con Marvel en su propia historieta: Feid, The Green Man .

Esa paleta emocional Feid la ha sabido exprimir en sus letras para que tenga coherencia con su personalidad. Nunca entró en el juego del ego trip competitivo, ni impostó la calle que nunca tuvo, ni imitó el acento boricua (aunque parezca increíble, el fenómeno de la emulación de un acento de otra región todavía lo pueden encontrar en artistas que se siguen debatiendo entre el reggaetón, el tropipop o el trap). Tampoco quiso jugar con las fantasías libidinosas y consumistas de la primera época del reggaetón: Feid siempre tuvo sensibilidad de baladista.

En sus canciones las mujeres no aparecen como exhibición. Él es una víctima que trata de superar el duelo. Las mujeres lo castigan, no lo perdonan, se buscaron a otro y él se muestra vulnerable, pide cacao y busca cómo sobreponerse así sea echando madrazos y acudiendo al autoconvencimiento de que todo puede mejorar.

Mientras escribo esto las canciones más escuchadas de Feid en Spotify son Hey Mor (con Ozuna) y Feliz Cumpleaños Ferxxo. La primera es un anhelo por una mujer; y en la segunda está dolido con una ex, fantaseando con su recuerdo, y diciendo claramente: estoy solo. Lo mismo ocurre con otra de sus canciones más escuchadas en Spotify, Normal, en la que extraña y habla de cuánto le cuesta perdonar una infidelidad.

Esa apertura a la sensibilidad del otro, desde luego, no podía haber calado tanto en una época en la que no tuviéramos TikTok, en la que los usuarios están presionados a contar cómo se sienten. Las canciones de Feid, de la mano de funciones como el lip sync sobre los audios de canciones, permiten sentir a través del otro. En una época en la que nos reconocemos como vulnerables Feid abrió sus penas amorosas al público y se sacrificó con nosotros. La estrategia no es nueva. Muchos artistas la usan, pero Feid la tradujo a un lenguaje y a un género más cercano.

Ferxxo se mantiene humilde

Entre 2023 y 2024 Feid publicó dos álbumes: Mor, No le temas a la oscuridad (2023) y FERXXOCALIPSIS (2024) y el EP MANIFESTING 20 -05 con Yandel. Si bien el sonido de los discos no cambia mucho, sí representan una nueva fase para Feid, en la que su objetivo es capitalizar a su audiencia en Colombia y expandirse su carrera internacionalmente, lo que curiosamente lo condujo al reggae y los afrobeats.

En el primero colabora con Sean Paul (Jamaica), Rema (Nigeria) y Young Cister (Chile). En el segundo, colabora con Young Miko y también convoca a las nuevas generaciones de reggaetón como el caleño Pirlo; también invita al rapero paisa Mañas Ru-Fino a reconciliar el rap medallo más under con el perreo más comercial.

Esta cuarta fase de Feid, más que una nueva faceta de su personalidad, es la ratificación de su personaje en una nueva condición: la fama absoluta.

En 2022, en menos de seís meses, Feid llenó tres veces el Movistar Arena de Bogotá (con más de 40.000 personas) y el Estadio Pascual Guerrero en la Feria de Cali (30.000 personas). Dos años después, en 2024, agotó la boletería de tres fechas en el Coliseo MedPlus en Bogotá (60.000 personas) y dos en el estadio Atanasio Girardot en Medellín (80.000 personas).

Como si fuera poco, fue uno de los headliners de Estéreo Picnic 2024. Una presentación que fueron a ver unas 40 mil personas. Feid, en tarima, corrió de un lado a otro como si estuviera en una clase de crossfit, iluminó el cielo con drones que decían Ferxxo y montó un truck tuneado (un camión modificado) de dos metros al que bautizó “sapo perreitor” y que es como su juguete . Hay tanto un exceso cómico como la materialización de un sueño infantil en el sapo perreito que parece un guiño irónico a la obsesión del mundo del reggaetón con los carros de lujo.

Pero más allá de ese exceso en números y puesta en escena, en Estéreo Picnic 2024 el Ferxxo le dedicó buena parte de su show a presentar a una nueva generación de artistas: Ryan Castro, Blessd, Esteban Rojas y los Brokix lo acompañaron en el escenario más icónico de los festivales privados en Colombia.

Feid es la pareja de la artista más popular del país, Karol G, y tiene uno de los actos en vivo con más demanda del continente. Puede hacer lo que quiera con su carrera. Pero por lo pronto, el Ferxxo se mantiene humilde.