Artista puertorriqueño crea murales en barco de cruceros de Richard Branson
Según explicó el muralista Alexis Díaz, hace más de 2 años una empresa británica de diseño le contactó interesada en que pintara varios murales en el crucero.
El muralista puertorriqueño Alexis Díaz continúa destacándose a nivel mundial con sus obras, luego de crear cinco piezas en el barco crucero Scarlet Lady, de Virgin Voyages, del empresario y filántropo británico Richard Branson.
"Es el cheque más grande que he recibido en mi vida", sostuvo Díaz en entrevista este viernes con Efe sobre el pago recibido por sus trabajos artísticos desde que arrancó su carrera profesional en el 2008.
Según explicó Díaz, hace más de 2 años una empresa británica de diseño le contactó interesada en que pintara varios murales en el crucero.
Parte de ese interés se debió al mural "Pulpo Elefante" que creó Díaz en Londres.
LAS PIEZAS FUERON HECHAS EN PINCEL
Díaz se distingue en sus obras por hacerlas con un pincel pequeño y tinta china negra.
Fue por ello que de los cinco murales que hizo en el barco, tres fueron dibujados con tinta negra y los otras dos con tinta blanca.
Además de Díaz, otros artistas que plasmaron sus obras en el barco fueron colegas de Ámsterdam y Bélgica.
LA TEMÁTICA DEL CRUCERO ES EL MAR
La temática del crucero es el mar y el emblema es una sirena, pero Díaz indicó que las personas a cargo del proyecto le dijeron que el personaje principal debía ser un pulpo.
Fue por ello que en la mayoría de los elementos de las cinco piezas incluyó pulpos y tentáculos.
"Lo que cambió fue el 'background' -fondo- y el resto del material del barco", especificó.
El barco crucero, de 909 pies de eslora y 135 pies de manga, cuenta con 17 cubiertas y 1.330 camarotes, de los cuales 1.197 tienen vista al mar.
EL BARCO INCLUYE UNA TIENDA DE TATUAJES
Además, cuenta con 20 restaurantes y salas de juegos, gimnasios al aire libre, piscinas y una tienda de tatuajes, entre otros.
De todos estos lugares en el barco, Díaz dejó sus piezas en el pasillo de 50 pies (15 metros) de largo en el área de juegos, en uno de los bares del piso 17, donde hizo murales, en una tienda de helados y en la tienda de tatuajes "Squid Ink".
Mensualmente el barco crucero contrata a un tatuador diferente, mencionó Díaz.
Para esta tienda, Díaz le cambió la cabeza del calamar a la pieza por una lata de aerosol.
DÍAZ ARRANCÓ EL PROYECTO EN ITALIA
Según contó Díaz, el primer mural en el barco crucero lo comenzó a confeccionar junto con un asistente hace 2 años en la ciudad italiana de Génova, en plena construcción del barco.
"Los primeros días fueron de mucho estrés, porque había todo tipo de técnico trabajando en el barco y cada uno estaba acomodándose a su horario. Decidimos entonces pintar de noche y acabar en la madrugada", relató.
No obstante, tras estar un mes en Génova, donde lograron terminar cuatro de los cinco murales, llegó la pandemia de la covid-19, provocando un parón en la confección de las obras.
Italia fue uno de los primeros países europeos donde se comenzaron a reportar los primeros casos del virus y se convirtió en un lugar de alto riesgo.
TERMINAN EL PROYECTO EN LONDRES
Tiempo después y ya con el barco prácticamente terminado, Díaz y varios asistentes viajaron a Londres para completar el quinto mural.
"Yo hice ese ultimo mural en alta mar", recordó el artista puertorriqueño.
"Ese barco tiene una tecnología brutal y no sientes nada. Eso es un edificio de lujo. A mí me encantó", agregó Díaz sobre el barco crucero que zarpó por primera vez el pasado 2 de agosto.
Díaz también ha plasmado sus obras en países como Corea, Brasil, Túnez, España, Francia, Italia, Polonia, Alemania y Estados Unidos.
"Lo que me motiva de mis murales es dejar mi marca en lugares menos comunes y llegarle al mayor público posible", reflexionó.
"Pinté en el Mandalay Bay, pero estar en un crucero es otro viaje distinto", abundó.
Para Díaz, la oportunidad de haber plasmado sus creaciones en un barco crucero "es una motivación extra" para sus próximos trabajos, que incluyen pintar en otros buques de Virgin Voyages y en los Doctors Hospital en Puerto Rico, además de su ciudad natal de Dorado, en la costa norte de la isla.