Adamari López se convierte en activista de la salud latina durante la pandemia
La actriz y presentadora se ha convertido en portavoz de varias causas, y utiliza su historial de salud para crear conciencia en la comunidad.
La pandemia del COVID-19 ha traído de nuevo a la vida de la conductora y actriz puertorriqueña Adamari López algunos de los momentos más difíciles de su vida: las dos terribles crisis de salud que la pusieron muy cercana a la muerte y que le han dejado importante secuelas a ella y a su familia.
"Yo estuve en coma hace año y medio en condiciones muy parecidas a las que sufren los pacientes de COVID. También la pasé muy mal con mi cáncer. Todo eso me tiene muy sensibilizada y desde hace años me llevó a profundizar mi compromiso con causas que beneficien el bienestar", confesó López en una entrevista con Efe.
A través de su rol como conductora de "Un nuevo día", de la cadena Telemundo, la artista es una fuerza importante detrás de las diferentes iniciativas a favor de la salud del público.
Antes del coronavirus, tenía una mayor sensibilidad para todo lo que tiene que ver con las campañas de prevención contra el cáncer.
"Siento que desde que decidí compartir con el público la noticia de que tenía cáncer de mama me convertí en una vocera de la lucha contra esta enfermedad", indicó recordando aquel 22 de marzo de 2005, cuando lo anunció al lado de su entonces novio y ahora exesposo Luis Fonsi.
"Yo tenía 33 años y creo que yo y el público estábamos convencidos en ese entonces de que el cáncer de seno no era algo de lo que se tuvieran que preocupar las mujeres jóvenes", indicó.
Una vez recuperada, López se convirtió en una de las embajadoras más poderosas de la Liga contra el cáncer de Estados Unidos y su mensaje justamente se centra en empezar la prevención desde temprano.
Año tras año, en octubre, López volvía a retomar su historia, algunas veces con el patrocinio de marcas de productos femeninos, como un ejercicio de agradecimiento, pues está consciente de que "muchas no pueden contar su historia".
Sin embargo, en 2017, la vida le tenía otro revolcón. Lo que comenzó como un resfrío resultó ser un fuerte caso de influenza, que por no hacerle caso se convirtió en un episodio tan o más aterrador que el propio cáncer.
"No me acuerdo de la mayor parte de las cosas. En parte por lo mal que estuve y en parte por el tipo de medicinas que me dieron. Pero sé que estuve en una de esas camas volteadas como en las que ponen a los pacientes de COVID. Estuve como ellos con respiración asistida. Fueron 21 días terribles", señaló.
El adjetivo, aclaró, lo dedica más a lo que vivió su familia, que a su propia experiencia. "Para mi hija Alaïa (de cinco años) las mascarillas eran ya algo conocido, porque nadie podía acercarse a mí sin ellas. Mis seres queridos pensaron que quizá se tendrían que despedir de mí", indicó.
UNA FAMILIA CON ESTRÉS POSTRAUMÁTICO
Dos semanas antes de que Rita Wilson y Tom Hanks fueran diagnosticados con la COVID-19 en Australia, Adamari López compartió con la esposa del actor y productor estadounidense en Los Ángeles (EE.UU.). Estuvo dos semanas de cuarentena, algo que de inmediato puso el tema en la palestra de sus fans.
Para López no hay mayor incentivo para ayudar a las familias de las víctimas fatales del coronavirus que ver los ojos de su familia.
Su pareja, el coreógrafo español Toni Costa, sus hermanos y hasta su suegra quedaron "traumatizados con lo que pasó", y eso que, dice, a ella le "fue bien”.
"Tengo muy presente la pandemia, me estoy cuidando mucho, pero también sé que tenemos que aprender a convivir con esto. Ellos se ponen mal si sienten que me puedo enfermar. Está siendo duro", completó.
Por eso, la presentadora aceptó ser la portavoz del "Brave of Heart Fund”, el fondo de las empresas aseguradoras Cigna y New York Life, que ofrecen apoyo financiero de entre 15,000 y 60,000 dólares a los familiares de los trabajadores de la salud fallecidos durante la lucha contra la COVID-19.
"Yo sé que esto no les va a devolver a su ser querido, pero esperamos que alivie un poco el estrés del dinero. También se ofrece ayuda psicológica y hay otras iniciativas para asistirles", manifestó.
Para López, este es un complemento a la labor que viene desarrollando en "Un nuevo día", pues en Estados Unidos los medios de comunicación para la comunidad se han convertido en fuente crucial de información en español sobre la pandemia, ante la carencia de materiales oficiales en su idioma.