Jenniffer González vence sobre la maquinaria en el PNP
El gobernador Pedro Pierluisi tenía la maquinaria y el dinero, pero no pudo mantener las luces encendidas de la comisionada residente Jenniffer González.
El evento principal en la larga temporada primarista de este cuatrienio terminó con la derrota del gobernador Pedro Rafael Pierluisi Urrutia y la elección de la primera candidata a la gobernación del PNP, la comisionada residente Jenniffer Aydin González Colón.
Al momento de este escrito, y con 76.24% de colegios reportados, González Colón tenía 136,281 votos (56.35%) y Pierluisi Urrutia 105,548 (43.65%). La primaria anterior que había tenido González Colón, contra Carlos Pesquera por la comisaría residente en 2016, el resultado fue 70.5% (326,988) contra 29.5% (136,821) a favor de la comisionada.
La comparación de primaria a la gobernación en el PNP el 2020 contra la primaria del domingo arroja que el partido mantuvo un nivel comparable de participación. En 2020 fueron 297,998 papeletas en esta primaria (12.89% de participación) y, hasta ahora, en 2024 llevan 245,165 papeletas (13.4% de participación).
“Me duele mucho lo que ha ocurrido y no me lo esperaba”, confesó Pierluisi Urrutia quien en las semanas previas se mostraba seguro de que su victoria por doble dígito era una certeza inevitable. Esa confianza estaba cimentada en lo que parecía ser un alineamiento de recursos considerable.
El gobernador mantuvo un nivel de recaudos cinco a uno contra su contrincante, se benefició de un Súper Pac organizado por inversionitas residentes beneficiarios de la antigua Ley 22 y alistó a empleados de confianza y de carrera en las agencias del gobierno. Tuvo también el endoso del exgobernador Ricardo Rosselló Nevares, único en renunciar a ese cargo por presión pública, y el apoyo de contactos congresionales que le permitieron sacarle brillo a sus credenciales como estadistas.
González Colón, por su parte, tenía menos dinero, no comandó las estructuras del gobierno ni el partido, solo tuvo un endoso de alto nivel en la figura del alcalde de Bayamón, Ramón Luis Rivera, no tenía ningún adelanto que presentar en la búsqueda de la estadidad en el Congreso donde lleva dos cuatrienios, se asoció con figuras republicanas como el expresidente Donald Trump y el expulsado excongresista George Santos y ni se presentó en foros durante la campaña primarista para discutir temas como el desarrollo económico.
Pero desde mediados de 2021 sus comparecencias públicas son predominantemente relacionadas a su vida privada. Su noviazgo, boda, embarazo y el nacimiento de sus gemelos fueron materia de exposición mediática, incluyendo la transmisión en vivo por televisión de su casamiento con José Vargas Llavona. Mientras el gobernador ejercía poder político a través de un grupo cerrado encabezado por su hermana, María de la Caridad Pierluisi y el esposo de esta, el director de finanzas del mandatario, Andrés Guillemard Noble, la comisionada residente procuraba apariciones públicas a bordo de jet-skis, “can ams” y maquinaría de construcción.
Su campaña de “soy como tú” pareció coronarse la semana pasada cuando se abrazó y mostró tener amistad íntima con María del Pilar Rivera Borrero, la modelo y empresaria conocida como “Maripily”, quien ganó la cuarta edición del “reality show” La Casa de los Famosos, el programa de mayor audiencia en la televisión norteamericana. Ambas mujeres comparten como publicista a Carlos Bermúdez Urbina, quien siempre ha estado relacionado con figuras políticas del PNP y era parte del grupo de chat que provocó la renuncia de Rosselló Nevares por los comentarios racistas, homofóbicos y misóginos que contenía.
“Una de sus ‘estrategias’ es entretener (y) confundir”, dijo en sus memorias la madrina de González Colón, en la política y en la fe católica, la expresidenta cameral Zaida “Cucusa” Hernández, quien también la tildó de impuntual, prepotente, abusadora, soberbia y borracha de poder.
“Voy a defender al pueblo, al pueblo y al pueblo, que fue lo que prometí”, dijo González Colón en su discurso de victoria. Cuando no giraba sobre su vida personal, el otro polo sobre el que giró la campaña de la comisionada fue atacar a Pierluisi Urrutia como si no fuera miembro de su mismo partido ni sirviera en su equipo de gobierno.
Tres fallas de la gobernación de Pierluisi Urrutia jugaron a favor de ese discurso: la lentitud en las obras de recuperación (donde había anuncios constantes de que iniciaban, pero pocos de que habían sido completadas), reforzar que gobernaba con una claque cercana al defender la participación política de empleados de confianza en el gobierno (al punto de que nunca se movió contra su directora de movilización, la secretaria de Corrección Ana Escobar, a pesar de los escándalos en la agencia) y los problemas constantes con la red eléctrica y los apagones.
De hecho, el gobernador pidió a los operadores privados que no hubiera obras de mantenimiento el día de la primaria para no tener apagones, pero lo hubo, llegando a afectar a unos 100,000 clientes y a centros de votación que estuvieron a oscuras. González Colón enfiló cañones al operador del sistema de distribución y transmisión, LUMA Energy, pero no al operador de la flota de generación, Genera PR, que vienen de la misma industria de gas licuado que le ha hecho donativos políticos consistentemente durante su estadía en la capital federal como comisionada.
Ni las múltiples modalidades de voto adelantado, que Pierluisi Urrutia encomendó al perfeccionador del método, Edwin Mundo Ríos, pudieron ser vía para remontar los aproximadamente 14 puntos de ventaja que mantuvo del saque González Colón.
El desempeño de la comisionada no resultó en bendiciones para sus pocos aliados que también enfrentaban primarias. Su compañero de papeleta, el exsecretario de Seguridad Pública Elmer Román, quedó detrás (aunque por menos de lo anticipado) del compañero de papeleta de Pierluisi Urrutia, el senador William Villafañe. Y el acompañante eterno de la comisionada, el delegado congresional Roberto Lefranc Fortuño, quedó fuera del cuadro de representantes por acumulación.
Los aliados del gobernador resultaron favorecidos en las carreras legislativas principales y González Colón pareció cifrar su confianza el domingo en el trabajo de tender puentes que puedan hacerle los alcaldes de Bayamón y de Guaynabo, Edward O’Neill.
A eso de las 7:00 pm el domingo. En medio de la mudez del Partido Popular Democrático por la raquítica participación en su primaria y de la lucha de declaraciones entre las campañas de Pierluisi Urrutia y de González Colón sobre si el gobernador remontaría o no, el candidato de la alianza entre el Movimiento Victoria Ciudadana y el Partido Independentista Puertorriqueño, Juan Dalmau Ramírez, aprovechó para dar un mensaje en redes sociales.
“Ya pasó el festival y el carnaval primarista rojo y azul. Este es el momento de construir. Este es el momento de que pienses cuáles son tus verdaderas necesidades… el cambio está al alcance de la mano. Únete al triunfo de la esperanza, ¡podemos ganar!”, dijo.
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