En el acto de su juramentación como presidente del Partido Popular Democrático, el también líder senatorial la emprendió contra la estadidad y presentó su propio plan que le concede vida al pasado resultado electoral solo hasta 3 de noviembre de este año.

Tres días después de asegurar que buscaría una respuesta honesta del Congreso al resultado de la consulta en que la Estadidad ganó, el nuevo presidente del Partido Popular Democrático (PPD), José Luis Dalmau, se fue de frente en contra del 52% que eligió esa fórmula de estatus y anunció que pronto presentará un nuevo proyecto para derrotarla.

Tras ser juramentado ayer en la sede del PPD, aseguró que su proyecto será uno “autonómico, moderno, realista, unitario y puertorriqueñista”.

“En los próximos días, estaré nombrando un grupo de trabajo representativo de nuestras vertientes institucionales, para producir la hoja de ruta y el contenido sustantivo de un nuevo modelo de autonomía política. Su trabajo tendrá fecha cierta y agenda clara”, dijo.

En el PPD conviven con cierta fricción sectores que creen en la unión permanente, una facción soberanista que se mueve hacia la derecha o hacia la izquierda, y el grupo que favorece el Estado Libre Asociado como está, aunque con leves modificaciones. Con el paso de los años y a medida que la estadidad gana terreno, las batallas han sobrepasado la discusión ideológica y se han convertido incluso en personales.

El también presidente del Senado dijo con vehemencia que “paralelamente, y de ser necesario, someteremos enmiendas y exigiremos nuestro espacio a cualesquier esfuerzo o proyecto congresional que pretenda excluirnos, limitarnos o impedir que sea el Partido Popular, el que tenga el derecho de representar las aspiraciones del pueblo autonomista”.

Mientras, prometió ante sus huestes reunidas en el comité central, que combatirían con todas sus fuerzas la estadidad o “cualquier intento de anexarnos en contra de la voluntad del pueblo”.

“Enviaremos a la Capital federal un contingente de buenos populares a derrotar nuevamente la estadidad, como siempre lo hemos hecho”, expresó.

Para contrastar con la controvertible delegación congresional que el Partido Nuevo Progresista busca enviar a Washington, con fondos públicos, Dalmau dijo que sus cabilderos de pueblo lo harán sin carga al erario, “porque en el partido de Luis Muñoz Marín, nuestro ejército de voluntarios, no cobran por defender su ideal”.

El gobernador Pedro R. Pierluisi Urrutia respondió el sábado ese señalamiento de fondos públicos, argumentando que "es absurdo y antidemocrático" no permitirlo para hacer valer el resultado de las consultas de estatus en las que ha ganado la estadidad. De paso, calificó como un acto "hipócrita" y de "busconería" hablar de ayudas y trato igual la isla en programas federales mientras se piensa que Puerto Rico como un país latinoamericano.

Ayer, Dalmau insistió en que "la estadidad es la destrucción de la nación puertorriqueña”.