Quico en La Fortaleza
Es innegable el efecto que ha tenido El Chavo del Ocho en la cultura puertorriqueña. Con ese programa crecieron y aún se entretienen miles de familias aquí. Y con los recientes cambios en Univision, cadena que nos mete esa programación por ojos, nariz y boca todos los días, parecería que hasta en La Fortaleza y en el gobierno se han contagiado con el show televisivo.
Al analizar las actuaciones de los miembros del gobierno uno podría decir que son como los personajes que creó el mexicano Roberto Gómez Bolaños. No es la cuestión física, como diría el Chapulín Colorado, 'que no cunda el pánico', entre los políticos. Es en las actitudes y cómo éstas comunican mensajes al público que los ve, los decodifica y llega a sus propias conclusiones.
Quico: El primero en la lista sería el gobernador Alejandro García Padilla, quien actúa como Quico, una imagen diametralmente opuesta al otrora Secretario del DACO. Ahora es malcriado y como Quico, suele tener roña con los nenes de su vecindad. A los líderes de los sectores cívicos que se opusieron al IVA y protestaron parecía darles un empujón por el centro del pecho, como hacía el personaje. A los seis legisladores que le votaron en contra al IVA les dice: 'Chusma, chusma, prrr'. A Carmen Yulín le dice: 'No me simpatizas', y a las organizaciones de base comunitaria les anuncia recortes como diciendo: 'Qué cosas, no?'. Pero ante las críticas, calla y como Quico pregunta sin entender: 'Qué me habrá querido decir?'.
El Chavo: Pero él no es el único. En este escenario político el personaje del Chavo del 8 lo parece interpretar el Presidente de la Cámara de Representantes, Jaime Perelló. Cuando lo culpan de equivocarse en todo parece decir como el Chavo, '!Todo yo!, Todo yo!, Todo yo!'. Y le entra una garrotera que ni con agua fría se mueve o se esconde en el barril. O sermonea a los legisladores, diciendo 'La venganza nunca es buena, mata el alma y la envenena', pero cuando no pasó el IVA dijo a Quico: 'Fue sin querer queriendo'.
La Chilindrina: Son varias las funcionarias como La Chilindrina. El llanto desconsolado es como el de la Secretaria de Agricultura, pero la maña, de Carmen Yulín. 'Lo que tienes de bruto, lo tienes de bruto', parecería decirle al Quico y al Chavo. Y cuando le preguntan de su obra en San Juan contesta; 'Fíjate, fíjate, fíjate, fíjate'.
Don Ramon: Vago por vocación, Don Ramón se parece a muchos legisladores. Esos son los que dicen 'Trabajar nunca mató a nadie, para qué arriesgarse?' y son los primeros que se excusan para no dar cara, como diciendo 'Con permisito, dijo Monchito, y se fue a echar un sueñito'.
El profesor Girafales: No sólo se parece en las actuaciones sino también en el físico. El profesor Girafales es el presidente del Senado, Eduardo Bhatia. Habla ex cátedra, como sabio y no admite errores. 'Sólo me equivoqué cuando pensé que estaba equivocado' diría Bhatia, pero cuando le da coraje como Girafales responde: '!Ta, ta, ta, ta, tá!'.
Doña Florinda: Doña Florinda serían los comentaristas radiales que critican a Don Ramón y los maltratan a bofetadas diciendo: 'Y la próxima vez, vaya a contarle a su abuela', pero consienten a Quico y viven embelesados con el profesor Girafales.
Sr. Barriga: No por gordo pero sí por lo que hace, el señor Barriga me recuerda a los bonistas que siempre están a la espera que le paguen la deuda, pero como hace Don Ramón, los chavos nunca aparecen.
En ese programa había otros personajes secundarios como el papá de Quico, el marino Don Federico, que casi nunca sale pero mueve los hilos de manera oculta e influencia grandemente en su vida, y en este caso podría ser el hermano del gobernador y expresidente de la Universidad, Antonio García Padilla.
Qué quiénes serán La Bruja del 71 que es Doña Cleotilde, la chota de la Popis o el bruto de Godines o los demás personajes secundarios? Esos que los escoja el lector.
Lo cierto es que, como en El Chavo del Ocho, nuestros políticos son reflejo de la condición social desempleada, de grandes problemas y carencias en el país. Mientras los políticos hablan, el pueblo recibe sus actitudes como si fuera otro episodio más de este programa porque a la hora de la verdad, todos vivimos en la bonita, pero pobre vecindad del Chavo en la que se ha convertido Puerto Rico.
*La autora es relacionista profesional.