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Política

Guaynabo City: una ciudad en búsqueda de una nueva marca?

En Guaynabo, a finales del siglo pasado, se consolidaba el proyecto político del alcalde O'Neill. Sin embargo, conviene recordar que la toma de la alcaldía en el año 1993 ante la partida de Alejandro 'Junior' Cruz fue una muy accidentada. Muchos de los empleados(as) de confianza de Junior Cruz se sintieron arrinconadas(os), forzados(as) al retiro o a posiciones marginales en la jerarquía municipal.

Uno de los primeros atisbos del proyecto a llamarse 'Guaynabo City' se dio en las patrullas de la policía. La Guardia Municipal prometió 'to serve, protect, and maintain our quality of life'. De aquí en adelante surgió el Guaynabo City Police, ataviados no tan solo con patrullas, sino con uniformes que reflejaban el colorido cambio de nombre. Estos esfuerzos fueron seguidos por cambios en las señales de tránsito en el casco del pueblo, las cuales fueron sustituidas por letreros en inglés. El esfuerzo continuó con la llegada del City Hall y el Museum of Transportation, entre tantos otros proyectos. Hay que notar que mientras se seguía introduciendo el uso del inglés a la vida cotidiana de Guaynabo, hubo distintos tipos de reacciones, desde académicos(as) que se organizaron porque entendían que este uso agresivo del inglés era un atentado a nuestra puertorriqueñidad, hasta parodias tales como la canción de Los Niños Invisibles con su tema 'Estoy en bici en Guaynabo City'. También se empezó a usar en el vox populi puertorriqueño el término de 'guaynabita(o)' con más frecuencia, o el de mayor saña, el/la 'guaynabicho(a)'.

Como he tenido la oportunidad de argumentar en otros espacios (Suárez Carrasquillo, Cities, 2011), Guaynabo se enfrascó en una campaña de city branding en la cual la marca se convirtió en Guaynabo City. La administración O'Neill fue muy hábil en hacer uso de los poderes conferidos por la Ley de Municipios Autónomos e impulsar un proyecto de gentrification a escala masiva. Las nuevas urbanizaciones fueron en su mayoría de control de acceso y costosas, las viejas urbanizaciones lograron el apoyo institucional y material del Municipio para lograr su cierre, y las comunidades históricas que estaban localizadas en prime real estate tales como Los Frailes o Vietnam fueron presionadas por el Municipio para desplazar a sus residentes. Algunos podrían argumentar con sarcasmo que el alcalde O'Neill ha sido el mejor agente de bienes raíces que Puerto Rico ha visto en los últimos 25 años. Esta fue la razón por la cual la administración O'Neill nunca vio con buenos ojos la Ley de Comunidades Especiales y sus líderes comunitarios, con los cuales se enfrentó en la calle y en los tribunales.

En términos políticos es importante resaltar cómo Guaynabo City no es tan solo una marca, sino que se convirtió también en política pública. La estabilidad en el poder de O'Neill y su clara visión en torno al desarrollo de una ciudad neoliberal desde el 1993 facilitó este proyecto político. El alcalde disfrutó de victorias abultadas cada vez que se presentó a elecciones, mientras que el PPD nunca logró conseguir algún candidata(o) de peso pesado dispuesto(a) a dar la batalla.

La ciudad neoliberal de Guaynabo se articulaba a través de un discurso que subrayaba la eficiencia en los servicios municipales, una buena calidad de vida, y lo que en el argot popular post-gobernación-Rosselló-González, se llamó 'obras'. De hecho, hubo obras y muchas; edificios, parques, rotondas, museos, esculturas, etc. Para colmo, nadie puede despintar que eran y son del agrado y admiración de muchos(as) en Guaynabo y en el resto de Puerto Rico. En el plano político partidista la administración O'Neill vio muy poca resistencia; las primarias del año 1996 contra el Dr. Álvarez y más recientemente en el 2012 cuando Ángel Pérez retó al candidato apoyado por el alcalde para un escaño legislativo. Esta última primaria, y cómo la campaña de O'Neill la manejó, nos daba indicios de que la torre del City Hall se empezaba a tambalear. Un esquema que colocaba a empleados municipales que no residían en el municipio a votar como residentes fue un plan ejecutado con el aval municipal. El uso de recursos municipales para amedrentar a sus empleados(as), también se dio en el plano de la vida privada. A comienzos de este año 2017 se intensificó en los medios lo que ya muchas(os) sabían: el patrón de hostigamiento que reinaba en el municipio. Mujeres valientes que denunciaron la violencia machista institucionalizada de la cual fueron víctimas, y la presión de grupos feministas le dieron la estocada final a la administración O'Neill. Estos fueron algunos de los ejemplos de cómo la soberbia de poder llevó a muchos(as) emplados(as) municipales a ser sujeto de intimidación, acoso y violencia.

Las Primarias del 5 de agosto

Ante la salida del alcalde O'Neill se perfilan las primarias del 5 de agosto con Carmelo Ríos, el heredero de la administración saliente, y Ángel Pérez, quien retó indirectamente al alcalde O'Neill en su momento y ahora retará a otro de sus hijos políticos. Estos dos candidatos tienen algo en común: son gente del 'pueblo de Guaynabo'. Provienen de barrios (Santa Rosa II, Canta Gallo) o urbanizaciones de clase trabajadora (Bello Monte). Aunque se pueda argumentar que estos candidatos solo sirven de representación simbólica, no es menos cierto que no son 'guaynabitos'. Esto importa y mucho, ya que en un municipio que tiene la reputación de ser de élite, vemos cómo su liderato político ha provenido de clases trabajadoras. En términos generales en Puerto Rico cuando se maneja el asunto de Guaynabo City y los guaynabitos(as) es muy común ver que se presentan como parte de la misma experiencia y no lo son. Se nubla el hecho de que el liderato municipal (Guaynabo City) y las clases pudientes (guaynabitos) solo tienen en común la búsqueda de generar más capital y el vivir en un mismo municipio. Por lo general estas familias no van a los mismos colegios, ni a las mismas universidades, ni se crían en los mismos lugares, y sin duda no mezclan sus apellidos. Estas primarias son un claro recordatorio de que durante la era Guaynabo City los candidatos han sido y son gente de Guaynabo.

La campaña primarista nos ha dado la oportunidad de recordar que el Guaynabo City como marca ha sido un espejismo, pero uno muy pegajoso. El frenesí anexionista llevó a un alcalde a lanzar un proyecto de americanización en lo cotidiano a través del lenguaje, quizás más exitoso que el impulsado por los estadounidenses al comienzo del siglo XX, donde el proyecto de Guaynabo City no logró convertir al municipio en un 'Anywhere USA', pero sí nos dio la oportunidad de ver lo que un municipio a lo 'americano' era dentro del imaginario estadista de las clases populares. El proyecto de Guaynabo City resultó ser más eficiente en colocar al municipio firmemente dentro de las coordenadas de la ciudad neoliberal más que cualquier otra consideración.

Carmelo Ríos ha hecho referencia directa y verbatim a cómo Guaynabo debe seguir siendo una 'Ciudad de Cinco Estrellas' y cómo debe haber continuidad en el desarrollo y progreso del municipio. Es evidente el silencio de este candidato en cuanto a apariciones públicas con el exalcalde O'Neill o el hacer mención de su nombre. Carmelo Ríos intenta proyectarse como algún tipo de ave fénix que a la misma vez procura continuar un legado que no quiere llamar por su nombre.

Su campaña, que tiene como lema 'Por la Ruta del Progreso' ha enfatizado aspectos sobre cómo él es el candidato 'más preparado', sobre el progreso que ha gozado el municipio en los últimos años, sobre promover una permisología instantánea como parte del desarrollo económico, propuestas dirigidas a la mujer y a las familias de Guaynabo y la necesidad de continuar la obra palpable que ha llevado a Guaynabo a ser un municipio de Cinco Estrellas. Carmelo Ríos lo resume al decir que 'Vamos a construir sobre lo que está bien'.1

Por otro lado, Ángel Pérez ha llevado una campaña con el lema de 'Guaynabo se Levanta'. Esta apunta a una administración que no tiene problemas en ser abiertamente crítica de la administración O'Neill y sus estilos. Pérez apunta a una administración donde no habrá un gobierno impositivo, de hostigamiento, donde se pondrá la casa en orden y donde habrá 'un sistema de gobernanza distinto' (endi.com, 15 de julio de 2017). Es interesante ver la palabra gobernanza, ya que es muy común el verla en Puerto Rico cuando hay candidatos políticos que pretenden proyectarse como progresistas o como que tienen oído en tierra. Desafortunadamente en este caso, tanto como en los otros, ha sido utilizada incorrectamente.

En cuanto a los temas de Guaynabo City, el candidato afirma que los letreros serán en español como en inglés, que habrá acogida a las Comunidades Especiales y su liderato, y finalmente que las rotondas de tráfico serán evaluadas. Finalmente, su campaña ha hecho propio el apodo acuñado por una fenecida figura radial al referirse a Carmelo Ríos como 'Cashmelo'. Otro guiño para señalarlo como el candidato de los grandes intereses y empatarlo una vez más con el alcalde O'Neill.

El espectro de Guaynabo City

El futuro de la marca 'Guaynabo City' pende de un hilo. Carmelo Ríos hace referencia a la Ciudad de las Cinco Estrellas, mientras que en el día que Ángel Pérez oficializó su candidatura habló de retomar la idea de Guaynabo como La Capital del Deporte. Tal como se le conoció a Guaynabo durante la era de Junior Cruz y ante la vista de la viuda del fenecido alcalde. No culpo a Ángel Pérez; es muy tentador el volver a un Guaynabo de los 1980 donde los éxitos deportivos de los Mets de Guaynabo atraían tanto al Guaynabo de los barrios, urbanizaciones clasemedieras, campos, y a las urbanizaciones de ricos bajo el techo del Mets Pavillion. No olvidemos el coqueteo de las dos administraciones municipales previas a la del alcalde O'Neill con el inglés, la nueva franquicia de baloncesto fue llamada los Mets y a comienzos de la década del 1980 se vio al Coliseo de Guaynabo convertirse en el Mets Pavillion. Se podría argumentar que la ruta del Guaynabo City se estaba cocinando antes del 1993? Nunca lo sabremos.

La lectura más fácil, aunque interesante, sería el ver si una vez concluyan las primarias los letreros en inglés se quedan, se van, o coexisten con el español. Ver si Guaynabo City lo sigue siendo o si se vuelve a Guaynabo 'La Capital del Deporte'. La lectura más importante es ver qué tipo de política pública empieza a emerger. Se continuará el proyecto de Guaynabo como ciudad neoliberal por excelencia en Puerto Rico? O se verá un proceso de mayor inclusión de los marginados, tomas de decisiones más democráticas y participación de la comunidad?

Ante una disyuntiva como esta es de esperarse que todos(as) los(as) electores(as) elegibles en Guaynabo se vuelquen a las urnas. Ese no será el caso; la jurisprudencia isleña ha determinado que este es un asunto de familia, digo, de partido. Así que habrá muchos(as) espectadores(as) mientras en Guaynabo se estará jugando tanto, algo así como esa época final del 1989. A pesar de esto, solo espero que esta transición al poder tenga mayor transparencia que la que se dio en una noche del 1993. Si esto se logra, quizá se podrá concluir que el plan neoliberal de Guaynabo City llegó hasta el tuétano de Guaynabo.

*El autor trabaja como Lecturer en el Departamento de Ciencia Política de la University of Florida. Sus intereses de investigación y cátedra incluyen el estudio de las urbanizaciones cerradas, city marketing/branding, y política urbana en Puerto Rico. Su trabajo ha sido publicado en PS: Political Science and Politics, Cities, EURE, Diálogo, y Ámbito de Encuentros. Tomado de 80 Grados.