Chicago espera con alegría a su hijo pródigo
Chicago - Reside en Chicago, Illinois, y sabe lo que es pasar encarcelado 30 años de su vida. El exprisionero político Carlos Alberto Torres reconoce que el proceso de adaptación para Oscar López Rivera, tras su liberación el 17 de mayo próximo, será largo pero permitirá que Puerto Rico lo conozca como líder.
'Deja que conozcan a ese hombre pa' que sepan lo que es un líder auténtico, como el pueblo aquí (en el barrio boricua en Chicago, Humboldt Park)', dijo Torres a Noticel desde el establecimiento Café Cola'o, que mantiene y labora junto a su esposa Wanda Colón López.
'Mira todas las cosas que existen hoy por el legado de Oscar, en la Universidad (de Illinois en Chicago), la escuela superior (Roberto Clemente), el Centro Cultural y las diferentes agencias que prestan servicio en esta comunidad. Fueron idea y esfuerzo de Oscar, y de muchos que le dieron continuidad. Fueron luchas de Oscar', afirmó Torres.
López Rivera llegará a Chicagomañana, jueves, 18 de mayo para una celebración en su honor en el barrio boricua.
'El círculo se completa. Es un hermano que regresa a la comunidad que lo apoyó y que lo sigue queriendo, que siempre se sintió en solidaridad con Oscar. Una comunidad con historial de Oscar de trabajo político, trabajo educativo y comunitario', añadió.
Torres dijo que al salir de prisión 'después de 30 años sentí que empezaba a vivir otra vez', como presume sentirá López Rivera.
'Van a ver a un individuo sin condiciones. Una persona que va a estar, no lo dudo, con un sentido de felicidad, de amor y agradecimiento por todo lo que han hecho por nosotros. Eso se lo debemos al pueblo. La libertad se la debemos a los puertorriqueños en Estados Unidos y en Puerto Rico'.
Sin los movimientos de comunidades u organizaciones a favor de su liberación 'estuviéramos encerra'os todavía. Es verdad, no es exageración. Estaría preso todavía y Oscar también'.
Para Torres 'hay mucho por hacer (en el país) y estoy tan feliz que a Puerto Rico llegó no solamente un expreso político, llegó un gran líder puertorriqueño. Un hombre auténtico, de visión, de ideas… que se quita la camisa pa' regalársela a quien lo necesite porque no tienen los intereses personales que tienen muchos líderes'.
Torres aseguró estar 'loco por escuchar (a López Rivera) para saber cuáles son sus planes'. Hasta hoy, miércoles, López Rivera no podía tener comunicación con otros exprisioneros políticos o personas con personas con récord delictivo.
Torres imagina, sin embargo, que como a él le pasó en 2010, recibirá cariño de muchas personas en el recibimiento y podrá reencontrarse con amigos que no vio por cerca de 40 años.
'No se le puede poner ningún aspecto elaborado. Esto es rústico, básico: es pura alegría', describió Torres.