Completadas las argumentaciones finales en caso Anaudi
Con el choque de trenes que fue el último enfrentamiento entre la Fiscalía federal y la defensa de acusados en el juicio contra supuestos cómplices de corrupción del empresario Anaudi Hernández, el proceso se aproxima a su fin.
Durante la mañana del miércoles, el juez Pedro Delgado brindará las instrucciones al Jurado y le dará el espacio para que se encierren a deliberar. Los seis hombres y seis mujeres en cuyas manos queda el futuro de los cuatro acusados deberá llegar a un veredicto unánime para exonerar o sentenciar a cada uno de los acusados por cada uno de los cargos que pesan en su contra.
En la jornada de hoy, martes, el Jurado escuchó las argumentaciones finales de la defensa de los acusados Glenn Rivera y Sally López, y el cierre del fiscal José Capó.
Glenn Rivera Pizarro, exayudante de la Cámara de Representantes
Previo a dirigirse al Juez y antes de dar los buenos días al Jurado, incluso antes de cualquier saludo protocolar, el abogado Juan Masini manifestó un: 'No es culpable. Glenn Omar Rivera Pizarro no es culpable'.
'Not guilty' pronunció Masini con voz calma y mirada incisiva, en defensa del exayudante de la Cámara de Representantes y supuesto cómplice del empresario Anaudi Hernández en uno de sus esquemas de corrupción. Fue entonces, al filo de las 10:40 de la mañana, cuando dio inicio la jornada judicial en la sala número 3 del Tribunal Federal de Hato Rey.
Vistiendo traje azul marino, camisa amarilla, y una corbata que en letras escarlatas repetía 'not guilty', el licenciado Masini repasó la escasa prueba presentada por Fiscalía que salpica a su cliente.
Solo tres testimonios de los 30 que presentó Fiscalía se refirieron a Glenn. Estos fueron Anaudi Hernández, su socio Héctor Vargas, y el exdirector de Tecnología de la Cámara de Representantes, Víctor Burgos.
Del testimonio de Héctor Vargas, recordó Masini, se desprendió que de marzo a octubre del 2013 - período en el que la compañía 3 Comm Global de Anaudi y sus socios participó en la competencia para obtener el contrato de reemplazo del cuadro telefónico de la Cámara de Representantes -, las reuniones se celebraban entre Vargas, su socio Ramses Maldonado, Burgos y el exadministrador de la Cámara, Xavier González.
Así resaltó todas las instancias en que era Burgos - no Glenn Rivera - quien mantenía contacto con los socios de Anaudi. Los socios entregaron a Burgos la propuesta final, con este se intercambiaron numerosos correos con versiones enmendadas, en una reunión con él tuvieron acceso a un documento confidencial que los dotó de conocimiento sobre las propuestas de otras empresas, y la firma de Burgos es la que aparece en el contrato que finalmente obtuvo 3 Comm Global.
El fiscal federal Timothy Henwood, mientras repasaba en la jornada de ayer la cronología del caso levantada por el Ministerio Público, hizo hincapié en el testimonio de Burgos (declarado culpable de tener conocimiento de la comisión de un delito y no notificarlo a las autoridades), quien declaró haberse sentido presionado por sus superiores, Xavier González y Glenn Rivera.
Estos alegadamente le indicaron que debía ayudar a los 'amigos del presidente' de la Cámara, entonces Jaime Perelló, e incluso, según Burgos, el exadministrador de la Cámara Xavier González lo amenazó con la posible pérdida de su puesto de confianza si no cooperaba.
En su intervención, el fiscal federal José Capó trazó una cronología de lo ocurrido en la Cámara para dejar en entredicho la inocencia de Rivera. La carta oficial que firmó aparentemente moviendo la fecha límite para someter propuestas con el fin de favorecer la entrada de 3 Comm Global en la carrera por el contrato, es una de las pruebas en las que se insistió.
También, mostró el único correo electrónico en que aparece Glenn copiado, en que el socio de Anaudi, Ramses Maldonado, envía la versión ocho de la propuesta del cuadro telefónico ya pasada la fecha límite.
Además, incluyó la reunión entre Xavier González y Anaudi Hernández en la oficina de 3 Comm Global - también acudió Glenn -, la cual se celebró un día antes de que finalmente la propuesta de 3 Comm fuera recomendada. El 9 de octubre se firmó el contrato y unas dos semanas después, Glenn envió su resumé a Anaudi.
A Rivera se le acusa de los cargos de conspiración para cometer fraude electrónico y de mal uso de fondos públicos por haber favorecido a una compañía que carecía de la pericia y la experiencia para ocuparse de la tarea asignada, lo que provocó tiempo y recursos perdidos en la Cámara.
Sally López Martínez, exdirectora de la Administración de Desarrollo Laboral
El abogado Joaquín Monserrate Matienzo para quien este podría ser su último caso en la corte federal, empleó sus recursos histriónicos y hasta props para intentar convencer al Jurado de que Sally López es inocente puesto no sabía las verdaderas intenciones de Anaudi y por lo tanto, no incurrió en un crimen.
Incluso, tomando como ejemplo los múltiples regalos que hizo Anaudi a Sally, como carteras, cenas, un rosario y agua bendita del Vaticano, un iPhone, así como la forma en que se dirigía a ella en los mensajes de texto ('mi amor', 'mi amiga del alma'), el abogado abrió la puerta para inferir que eso no se trató de un soborno sino de intentos para 'llevársela a la cama'.
De acuerdo con el abogado, Sally cumplía con los méritos para el puesto de directora de ADL e incluso guardaba una relación de muchos años con el entonces recién nombrado gobernador Alejandro García Padilla, por lo que no necesitaba la ayuda de Anaudi para asumir el puesto.
Sin embargo, el fiscal Capó mostró una vez más a la sala todos los pasos que siguió a Anaudi para asegurar el nombramiento de la funcionaria, como solicitar ayuda a Gery García Padilla, el hermano del Gobernador, quien tenía poder sobre los nombramientos, reunirse con Mari Tere González e invitar a Sally a una actividad de recaudación de fondos.
El fiscal Capó fue directo a la yugular con su argumentación final, estableciendo cronologías que comparaba fechas en que Sally recibió regalos que anteceden por días la concesión de contratos a las empresas de Anaudi.
A López se le acusa de conspirar para cometer fraude a programas federales, fraude electrónico, privar al Estado de servicios honestos y aceptar soborno.
Luego de iniciar su alocución tirando a la basura un dibujo hecho por Monserrate Matienzo, Capó repasó uno a uno los delitos de cada acusado, y poniendo énfasis en las fechas de concesión de contratos, las reuniones privadas, los almuerzos, el intercambio de correos, intentó probar que en efecto, todos los involucrados en los esquemas sabían lo que estaban haciendo y favorecieron a las compañías de Anaudi en cada una de sus respectivas agencias.