El aumento en la población de adultos mayores Puerto Rico y su precaria situación económica ha provocado que nuestros viejos tengan que hacer de tripas corazones para acceder a los servicios de salud.

Escoger qué medicamentos tomar, decidir si van o no a su cita por la falta de un sistema de transportación eficiente, depender de terceros que se aprovechan y esperar meses por una cita debido a la fuga de especialistas médicos son algunos de los dilemas que escucha de nuestros viejos en su consultorio el geriatra Dr. Ariel Cruz-Igartúa.

De acuerdo al especialista, el 90% de la población adulta mayor en Puerto Rico es pobre y para colmo, no tiene apoyo familiar ya sea porque sus hijos se fueron del país o porque simplemente no se preocupan por sus padres.

'Es muy lamentable. Muchas veces vienen solos. Uno le dice usted necesita un acompañante para realizarse el estudio… y muchas veces no tienen a nadie. Tuve una campeona que se hizo sola la biopsia de seno. Tienen que depender de vecinos, que me ha pasado, a veces poco confiables que se aprovechan. Recientemente, una persona mayor vino a mi consultorio con un vecino y le pidió su tarjeta para sacar dinero del banco. Aunque ella no tenía que pagar nada aquí (consultorio) el vecino le sacó sobre $300.00', relató el geriatra a NotiCel.

Este se mostró preocupado porque tiene pacientes que admiten han dejado de comprar alimentos para poder obtener los medicamentos costosos. Aun así, aseguró, tiene pacientes que siendo pobres ayudan a sus hijos pagando pensión u otros gastos por problemas que surgen a diario; lo que quiere decir que ese mes no compran sus medicamentos porque utilizaron su dinero para resolverle a sus hijos.

'Eso ocurre todos los días', lamentó Cruz-Igartúa tras alertar que la población más afectada son las mujeres por tener una mayor expectativa de vida. Aseguró que la mayor parte de las personas de 80 años o más son mujeres solas, lo que las hace más vulnerables, sobre todo ante la falta de un sistema de transportación pública eficiente.

'Tienen problemas de socialización están en sus casas y no comparten con nadie, lo que provoca que desarrollen condiciones como depresión, demencia y otros problemas. No salen ni tan siquiera para hacer la compra o para aquí para mi consultorio. La falta de transportación impacta su salud. Antes aquí en Puerto Nuevo llegaban con una guagua; ahora tienen que coger cuatro guaguas. Tengo pacientes que se sienten mal; pero prefieren no venir porque se exponen a caerse, a marearse, a que les roben. Entonces, la situación empeora y terminan en el hospital con una pulmonía o condiciones bien severas', detalló el geriatra.

Para el especialista, el gobierno debe buscar reforzar el sistema de salud con programas preventivos que tras ser muy pocos, no llegan a la población de mayor edad porque no pueden movilizarse. Además, debe establecer un programa de visitas al hogar ya que muchos viejos pasan bajo el radar de las estadísticas del Departamento de Salud porque no salen de sus hogares.

'El sistema de salud no llega a estos pacientes porque no pueden moverse. En una ocasión trabajé con el Municipio de San Juan visitando hogares. Fue una cosa tremenda… personas totalmente deterioradas, ciegos, ulceras que parecían gigantes. Ese es el más frágil… que está encamado y no puede salir de su casa', describió el galeno.

De acuerdo aCruz-Igartúa, el éxodo demédicos especialistas ha impactado gravemente el acceso a la salud de la población adulta mayor que en ocasiones, tiene que esperar seis meses para una cita para neurólogo o endocrinólogo, y hasta un año para ver a un cirujano. Muchas veces, demasiado tarde.

'Nos enteramos cuando llaman a las noticias. Tengo muchos pacientes que me dicen, doctor cuando me muera me van a encontrar por el mal olor porque no tienen a nadie. Nadie los visita y están en condiciones de salud pésimas y nos enteramos cuando ha muerto. Esto es una cosa que no se puede tolerar en un país como el que vivimos', subrayó.