De Castro Font se salvó por un pelo con cambio de custodia (documento)
La salida de prisión del exsenador Jorge de Castro Font la semana pasada ocurrió a la misma vez que el Tribunal de Apelaciones emitía una resolución en apoyo a la Junta de Libertad Bajo Palabra (JLBP) de denegarle ese privilegio y dejarlo preso.
La liberación ocurrió porque, a la misma vez que impugnaba la decisión de la JLBP, De Castro buscó y consiguió una reclasificación de su nivel de custodia que lo colocó en camino de acogerse a un programa de desvío que le abrió las puertas del penal.
Distinto a la evaluación de la JLBP, la evaluación hecha en el programa de desvío fue que De Castro no tenía que someterse a más pruebas y que podía quedar bajo la custodia de un familiar, en este caso su hija.
Con su salida la semana pasada, De Castro le recortó unos tres años a su encierro de 10 años, que se extingue el 9 de mayo de 2019. Ahora, puede cumplir el tiempo restante en la calle siempre y cuando cumpla con las condiciones del programa de desvío.
En la decisión del Tribunal de Apelaciones emitida por las juezas Nélida Jiménez Velázquez, Aleida Varona Méndez y Giselle Romero García, defirió a la pericia de la Junta para sostener su decisión de no otorgarle ese privilegio hasta que el exsenador se sometiera a evaluaciones sicológicas y completara el programa Aprendiendo a Vivir sin Violencia, que De Castro había objetado porque sus delitos no son de violencia. Además, su récord tenía una determinación desde marzo de 2015 de que no necesitaba tratamiento adicional para salud mental.
Las juezas también subrayaron que hubo incumplimiento de otro requisito de la libertad bajo palabra ya que, en ese momento, De Castro tenía que proveer el contacto de una persona que se comprometiera a darle empleo a su salida, pero ese candidato, según el récord de la Junta, nunca contestó las llamadas de las autoridades correccionales y tampoco se pudo concretar comunicación con la persona que el exsenador había propuesto como 'amigo consejero viable', otro requisito del privilegio de libertad bajo palabra.
Tras salir de prisión, De Castro ha dicho que tiene ofertas de empleo, pero no ha precisado con quién.