De Castro Font: 'yo me caso con esta mujer… y me mete en la cárcel' (vídeo)
Del hombre poderoso que se paseaba por los pasillos de mármol del Capitolio con lujosos trajes y con el mundo a sus pies... de ese ya no queda rastro. La vorágine que vivió tras ser acusado por las autoridades federales en el 2008 de venta de influencias, lo sumió en una profunda depresión que casi le cuesta la vida.
El otrora presidente de la Comisión de Reglas y Calendario del Senado mezclaba alcohol con pastillas recetadas producto de esa evidente crisis emocional. Según narró en entrevista exclusiva a Noticel.com desde la cárcel, con esa mezcla de sustancias en su cuerpo fue que recibió a los agentes federales hace cinco años mientras estaba bajo fianza, y luego de ser acusado de amenazar a su entonces esposa Lisandra Delgado.
'Yo estaba enfermo. Por poco me muero. Cuando vienen los federales a casa, yo me traté de hacer daño; pero ese daño me pudo haber costado la vida. Me tomé más de 30Xanax. Ya a las 7:00 a.m. me había tomado dos whiskys con tresXanax, y cuando llegaron los‘marshalls', que no lo podía creer… me tomé 30 (pastillas más)', relató.
En ese momento, dijo que sabía le quedaban como 15 minutos de alguna cordura. Estaba esperando caer al piso de un momento a otro. Eso ocurrió en el área de admisiones en la corte federal y de allí lo llevaron al hospital Pavía, donde estuvo recluido por 13 días.
'Me lavaron el estómago. Me dijo el doctor que me lavó el estómago, y que es amigo mío por muchos años; 'Jorge, por cinco minutos. Por cinco minutos (más) te hubieras muerto donde hubieras estado, si no te hubieran traído aquí'', aseguró el exlegislador.
El teniente que lo ayudó le dijo tiempo después que la ambulancia no llegaba y rompieron el protocolo diciendo que era Jorge de Castro Font para que la ambulancia llegara y poder salvarlo.
Aunque dice que no guarda rencor, De Castro Font pareció muy marcado por las actuaciones de su entonces pareja. Sostuvo que, en lugar de apoyo, recibió abandono de quien entiende que debió ser su principal aliada en medio de la tormenta.
'Pues yo me caso con esta mujer… y me mete en la cárcel. Cuando más se necesitó, salió corriendo! Pero no tan solo fue que se fue, sino que hizo todo lo humanamente posible para que me metan preso; cuando no iba a estar tanto tiempo por mi cooperación federal. Cómo uno vive con una persona nueve años, le da lo más que uno tiene?... yo dejé a mi esposa (Jessica Fernández) por casarme con mi corteja, que esella', lamentó.
Rechazó la haya amenazado y la acusó de mentir a los federales. Insistió lo metió preso injustificadamente.
'Nunca hablé con ella. Desde que se fue de la casa en el 2010 hasta que me metió preso el 4 de diciembre de 2010, yo nunca la llamé porque nunca me cogió la llamada. Le dejaba mensajes de texto que después las leyó en la corte federal.Sé por qué (lo hizo) y lo diré más adelante', aseguró.
Tras ser acusado en la esfera federal, cooperaba con las autoridades y se mantuvo con grillete en la libre comunidad. Insistió en buscarla porque entendía era su compañera y necesitaba ayuda. A estas alturas entiende que nunca lo amó.
'Seguí tratando de buscarla porque estás solo. Qué tu vas a buscar? A tu esposa para que te acompañe y te ayude, que es lo que hace una mujer. Qué prueba esto? Que no había amor. Que no estaba conmigo por amor. Estaba conmigo por otras cosas, porque una persona que tiene amor jamás enviaría a la cárcel o haría todo lo posible por dañar a su esposo en el tiempo que le queda en libertad', señaló.
La situación con su entonces esposa y el escándalo político fueron el detonante de una crisis emocional que agravó su desesperación al punto que ingresó voluntariamente en el hospital Capestrano.
'Te voy a meter en la cárcel. Se lo dijo a unas personas. Yo estaba enfermo, tomando alcohol con las recetas que me dio el médico. Estaba fatal. Mi papá me dejó allí (en Capestrano) como a las 11:00 p.m. porque no podía dormir. Tantas pastillas Xanax, Zeroquel y whiskey. En una mezcla autosuicida Por poco hasta me muero! Ella se fue para las islas con sus primas y yo en Capestrano', recordó evidentemente afectado.
Un año después de sentenciado, las autoridades le radicaron cargos a Delgado. Tuvo que verla durante el proceso y aún recuerda la forma en que lo menospreció e ignoró. Dice que se reía, que como le dijera su tía Marta Font, jamás la vio afligirse durante su tortuoso proceso.
'Le pido a Dios que la cuide y a todos los que me hicieron daño. No tengo nada en contra de ella y que sea feliz; que busque su felicidad donde quiera que esté. Entiendo fue una traición monstruosa de parte de ella. Yo sufrí muchísimo.Odio hacia ella? Rencor hacia ella? Venganza? Nada. Sencillamente esa página la pasé ya. Qué sea feliz!', le deseó con una tímida sonrisa en su rostro.
*Parte de una serie de publicaciones sobre las confesiones de Jorge de Castro Font desde la cárcel. Para toda nuestra cobertura del caso De Castro Font, pulse aquí.