García Padilla visita a Oscar López en la cárcel y exige a Obama su liberación
El gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla, exigió el sábado al Presidente Barack Obama que excarcele al independentista puertorriqueño Oscar López Rivera, quien lleva 33 años en prisiones estadounidenses acusado por conspiración sediciosa, tras visitarlo a su prisión en Indiana.
En un comunicado de prensa difundido el sábado por La Fortaleza, García Padilla expresó su injusticia por el tiempo que lleva López Rivera en prisión por según dijo, 'actuaciones no vinculadas con actos de violencia', exigiéndole a Obama la liberación del exmiembro de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN).
García Padilla, quien visitó a López Rivera junto al congresista puertorriqueño Luis Gutiérrez, recordó que a través de diversas actividades multitudinarias y gestiones con las más altas esferas del gobierno estadounidense, puertorriqueños en la Isla, España y los Estados Unidos le han solicitado a Obama la excarcelación de López.
'La condena impuesta a Oscar López Rivera no es solo excesiva, sino que lacera los principios de justicia, humanidad y sensibilidad. Es tiempo de que Oscar regrese a casa', agregó el gobernador en el texto.
López Rivera, de 71 años de edad, fue detenido en 1981 y condenado a una pena de 55 años de cárcel por conspiración sediciosa, entre otros delitos, a los que se añadieron posteriormente otros quince años en 1987 por un intento de fuga.
La ley de los Estados Unidos, del que Puerto Rico es un Estado Libre Asociado, aplica a la conspiración sediciosa cuando dos personas o más en cualquier estado, territorio o jurisdicción de su país conspiran para derrocar o destruir por la fuerza el Gobierno.
En 1999 el entonces presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, conmutó la pena de varios compañeros de López en las FALN.
A esa agrupación, que operó con sede en Chicago, se le atribuye la organización de más de un centenar de ataques con explosivos en territorio estadounidense y la muerte de cuatro personas.
La oferta de Clinton fue rechazada por López, quien nunca ha sido acusado de herir a nadie o de tener relación con los ataques de las FALN.
El prisionero supeditó su liberación a la de otros compañeros de la organización, entre ellos, Carlos Alberto Torres.