Énfasis en rehabilitación para el nuevo Secretario de Corrección (vídeo)
Corrección y rehabilitación llevan acento, pero por decadas, los gobiernos de Puerto Rico han fallado en ponerselo a la segunda. Cientos de prisioneros regresan a la libre comunidad cada año. La mayoría vuelven a delinquir.
Con un presupuesto de $417 millones, el recién nominado secretario de Corrección y Rehabilitación, el exjuez José R. Negrón Fernández llega a la agencia a inyectar una filosofía de rehabilitación basada en la implementación de un modelo salubrista para tratar las adicciones y la ampliación de la oferta educativa. Y es que de una población de confinados de cerca de 515 menores y 11,800 adultos, el 46% identifica la droga como la primera razón para delinquir. Entre estos, la mediana de escolaridad es de undécimo grado para los varones y undécimo para las mujeres.
Negrón Fernández fungió como asesor de seguridad pública en La Fortaleza, bajo la gobernación de Sila M. Calderón. Por dos años y medio se desempeñó como administrador de instituciones juveniles. Además, fue juez superior y luego juez de las salas conocidas como 'Drug Courts'.
NC: Por qué entiende que fue seleccionado por el gobernador para dirigir el Departamento de Corrección y Rehabilitación?
Una de las promesas de campaña del gobernador es implementar un modelo salubrista para atender el problema del uso de adicciones a drogas y alcohol. El 'Drug Court' se basa en esa filosofía, tratando a los adictos como enfermos, no como criminales. Asumo que todo ese trasfondo profesional mío llevó al gobernador a identificarme como un candidato para dirigir esta agencia.
NC: Antes de había hablado de un modelo salubrista para atender la adicción. Por qué no se había hecho?
Por primera vez tenemos un gobernador completamente comprometido con un modelo como este. El inicio de estas políticas públicas requieren madurez. Miguel Pereira, cuando era secretario fue una de las primeras personas en hablarlo. También tenemos al actual presidente del Senado, Eduardo Bhatia. Los tres políticos que han iniciado la discusión sobre el tema actualmente ocupan posiciones donde van a poder empujar y lograrlo. Yo creo firmemente en esto.
El modelo salubrista funciona. Al adicto lo tenemos que tratar como a un enfermo. La adicción es como si fuera un catarro. Hay un tratamiento médico que lo cura. Obviamente, no es tan rápido como la aspirina o el Tylenol, pero con un tratamiento dirigido por médicos. La adicción se puede curar. Eso está científicamente probado. No nos podemos limitar a sustituir la droga por un fármaco. La buprenorfina o la metadona es un primer paso de muchos que hay que dar. Tiene que ir atado de tratamientos con sesiones con psiquiatras, psicólogos, consejeros, trabajadores sociales. Hay programas de acupuntura, meditación. Hay que trabajar con el aspecto de salud mental y emocional del adicto.
NC: Es un reto establecerlo en las cárceles. Existe el presupuesto para levantar la estructura que se requiere en el sistema correccional para implantar el modelo salubrista?
Esa contestación no te la tengo ahora. De los poquitos días que llevo aquí, yo no te puedo decir que conozco y domino a plenitud el presupuesto de la agencia. Obviamente, ese es uno de los análisis que hay que hacer pronto porque el gobernador está esperando una respuesta de mi parte sobre cómo y cuándo lo vamos a hacer.
NC: En qué estado encontró el Departamento de Corrección?
Necesitamos subirle la moral a nuestros oficiales de custodia. Necesitamos poner el Departamento, en términos de tecnología, en el siglo XXI. En este momento, yo no puedo, desde mi computadora, poner el nombre de un confinado y que algún programa me diga dónde está, quién es, cuáles son sus características, qué enfermedades tiene, si tiene una dieta… Tengo yo que llamara otra división para que allí me levanten la información. Eso no debe ser así. Y ese programa Miguel Pereira lo dejó corriendo. Qué pasó? Eso es lo que estoy evaluando.
Tenemos que ampliar la oferta educativa. La gran mayoría de los confinados no terminaron su cuarto año. La sentencia promedio de un confinado es de ocho años. La sentencia promedio de una confinada es de cinco años y dos meses. Por lo tanto, yo tengo tiempo suficiente para que cuando ese confinado salga a la libre comunidad, como poco, con un cuarto año y yo creo que es posible que tenga un bachillerato.
NC: Cuál es la oferta educativa que existe para los confinados?
Hay oferta educativa. El sistema provee talleres vocacionales, oportunidad de adiestrar en agricultura, ebanistería, cocina, costura, pero yo tengo que dar la oportunidad para que el que quiera tener un título profesional lo pueda tener. Si la persona que entró, entró porque en la libre comunidad no tenía trabajo por la razón de que no tenía educación y yo lo saco educativamente como entró, eso no me va a bajar la reincidencia.
NC: Los oficiales de custodia han hecho múltiples reclamos sobre que no dan abasto para la población de confinados que atienden, que su salario es muy bajo para el riesgo que implica su trabajo y de que trabajan horas extra que no se les pagan. Está usted consciente de esta situación? Cómo la va a atender?
Estoy tan consciente como que sé que existe una deuda de $24 millones por concepto de pago de horas extra. Ese reclamo es correcto y eso es parte de lo que me motivó a darte como contestación que una de las cosas que tenemos que hacer es motivarlos. Nadie trabaja de gratis. Ya está interviniendo el Departamento del Trabajo Federal. Hay un borrador de un acuerdo con el Departamento del Trabajo Federal que revisaré y tendré una reunión la semana que viene para finalizar este acuerdo y saldar esa deuda. Eso conlleva también que de ahora en adelante nos mantengamos al día con el pago y conlleva un análisis interno para tratar de no seguir incurriendo en horas extra de forma irracional.
NC: Qué ha ocurrido con la Corporación de Empresas de Adiestramiento y Trabajo?
Existe para precisamente darles oficio a los confinados. En este momento, la información que he recibido es que está prácticamente inoperante. De hecho, para febrero no van a tener dinero con que pagar la nómina, así que de inmediato tengo que identificar una partida de donde pueda hacer una transferencia para que la corporación, que se supone que genere sus propios ingresos, pueda pagar la nómina de los 30 o 40 empleados que tiene allí. En ese estado de inoperante está. Obviamente eso no va a seguir así. El tercer renglón que el gobernador quiere implementar y que está en su programa de gobierno es que haya una verdadera y más amplia oferta de empleo para los confinados. Una de las formas de cumplir es a través de CEAT.
Esta corporación era la que le hacía los pupitres a Educación, los estrados a los jueces… Mi visión no es limitarnos a muebles de madera y ebanistería. Tenemos en las instituciones confinados que son electricistas, hojalateros. Por qué no podemos tener varios centros de mecánica, por qué no podemos pintar los carros de bomberos, rotular las patrullas de la Policía? La Administración de Servicios Generales podría ahorrarse todos esos servicios. Esto les permitiría generar un ingreso a los confinados que les ayudaría a mantener las familias que dejaron. Tenemos que buscar la manera de que los confinados puedan desde la cárcel seguir cumpliendo con sus obligaciones con sus hijos y generar unos ahorros que les permitan subsistir cuando salgan a la libre comunidad.
(Primera parte de una entrevista de NotiCel con el secretario José Negrón Fernández)