La muerte fue solo la última, y más trágica, de una serie de circunstancias desafortunadas que vivió el abogado Carlos Cotto Cartagena en los días previos al hallazgo de su cuerpo en la calle Estado de Miramar la madrugada del 14 de septiembre pasado tras una noche de copas con amistades.

Entre los golpes de la vida que había sufrido el abogado de 42 años estuvieron la perdida de su empleo, el final de una relación con una mujer que había sido su prometida y la muerte de su mascota.

Estos son elementos que conocen la Policía y sus amigos, quienes dieron testimonio a las autoridades, y que tambien confirmó su hermano.

El informe que la Policía emitió el mismo día de la muerte se enfoca en que el cuerpo del abogado tenía 'una herida de arma blanca (cuchillo)'. Pero luego la supuesta herida de arma blanca se convirtió en una abrasión y desapareció de la teoría policial un posible apuñalamiento para entrar en escena la posibilidad de un accidente o suicidio. Entre una teoría y otra, habían llegado los resultados preliminares del examen forense, así como recreaciones desde la azotea del condominio Santa Teresita, frente a cuya entrada fue hallado el cuerpo.

La caída desde un lugar alto, que es a lo que apuntan los informes como causa probable de muerte, pudo haber ocurrido cuando el abogado, al encontrarse sin llaves para volver a entrar a ese condominio tras despedir a la abogada que había sido su pareja en la noche, habría intentado entrar al apartamento mediante escalar la estructura. La versión señala que Carlos subió hasta el techo del condominio Santa Teresita, donde pernoctaba, e intentó escalar abajo hasta el apartamento, pero cayó y murió.

Sin embargo, para Osvaldo Cotto Cartagena, hermano de Carlos, estas teorías no son consistentes con la personalidad de su hermano.

'La persona que conoce a mi hermano, mi hermano era una persona brillante, de un alto nivel intelectual, una persona organizada, una persona sistemática, una persona que no tomaba riesgos y que siempre hacía lo correcto. Mi hermano no estaba trepándose por ningún edificio. Y todo el que lo conoce lo sabe', declaró Osvaldo a NotiCel.

La residente del apartamento en Santa Teresita es Vivian Marrero, abogada del Defensor Público Federal, quien ofreció alojamiento a su amigo. Marrero no estaba en el apartamento el viernes en la madrugada cuando Cotto Cartagena fue allí a compartir con otra abogada que había estado en el grupo de amistades que habían salido a tomar el jueves en la noche. Cuando esa abogada se marchó, Cotto Cartagena bajó a acompañarla pero, de acuerdo a la investigación, lo habría hecho sin llevarse las llaves para volver a entrar y sin celular.

El exdirector de la División de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) de San Juan, Josue Velez, indicó que las manos de la víctima tenían rastros de pintura en sus manos, 'como si se hubiese trepado por un muro'.

El oficial tambien confirmó que el estado de ánimo frágil en el que se encontraba Cotto Cartagena al momento de su muerte es parte de la investigación. Pero Osvaldo aseguró que, por el contrario, su hermano estaba de buenos ánimos a pesar de las recientes penurias que había atravesado.

'Él estuvo primero triste, lo más que le entristeció a el fue cuando pasó lo del perro. Pero el ya estaba en un proceso de que ya había aceptado y por eso el estaba tan contento, estaba haciendo un montón de cosas y el como ya había aceptado ese paso y había hecho las pases con Dios, porque eso fue lo que el nos había dicho a nosotros', declaró Osvaldo a NotiCel.

'De hecho, todas las amistades que estaban con el ese día coinciden que el estaba bien 'high spirit'. El estaba súper alegre. Tenía plan para ir a un concierto el próximo día… Él estaba bien', añadió.

Según Osvaldo, la víctima vivía en una residencia propia en una urbanización en Humacao, pero en la víspera de los hechos optó por pernoctar en el apartamento de su amiga, Marrero, quien al momento de los hechos estaba en el apartamento de otro abogado miembro del grupo de amigos.

'Él fue ese día porque lo llamaron para que fuera a salir con ese grupo de amistades. Él decidió, como iba a trabajar por la mañana allí en San Juan, 'me quedo acá, salgo con ellos y por la mañana me voy a trabajar'. Eso de que estuvo varios días allí, eso es falso', explicó Osvaldo.

El miercoles pasado, agentes adscritos a la División de Homicidios del CIC y del Negociado de Ciencias Forenses (NCF) fueron a la escena en la tarde para documentar el lugar. Los agentes tomaron fotos desde el techo, desde el apartamento de Marrero y desde el lugar donde encontraron el cuerpo de la víctima.

'Estamos recreando, posiblemente, los ángulos y las teorías. Todo eso se está trabajando', explicó el actual director de la División de Homicidios del CIC de San Juan, Jose Cruz Marrero. El tambien teniente admitió que en ese momento no contaban con las mismas condiciones de la escena que el viernes pasado.

Señalan intervención indebida de defensor público federal

Luego que este medio reseñara la versión de los hechos del jefe de la Oficina del Defensor Público Federal, Eric Alexander Vos, sobre su presencia en la escena del crimen el pasado viernes, Osvaldo insistió que el defensor federal sí se presentó como el abogado de Laura Soto, la abogada que compartió con Cotto Cartagena el jueves, por lo que es la testigo quien último le vió con vida.

'El hecho de que Eric Alexander Vos estuviera allí, en la calidad que fuera, aconsejándole a Laura que no era su cliente, que era su empleada, que se acogiera a la quinta enmienda son representaciones falsas y eso viola los cánones 35 y 38 de sinceridad y honradez, la apariencia de impropiedad', sostuvo Osvaldo. 'Cuando el no está haciendo funciones de funcionario federal, el se tiene que regir por las leyes del estado que está pisando. Y el ahí no estaba en calidad de funcionario federal', argumentó.

Osvaldo indicó que la semana pasada radicó una querella contra Vos ante la Administrative Oversight and Accountability Office, agencia adscrita a la Oficina Administrativa de las Cortes de Estados Unidos. Vos, por su parte, optó por no reaccionar a los señalamientos del hermano de la víctima ni a la radicación de la querella en su contra.