La Policía de Puerto Rico mantiene la muerte del abogado Carlos Cotto Cartagena como una sin causa determinada, por lo que la mejor apuesta que tienen hasta el momento yace en el informe de autopsia que emitirá el Negociado de Ciencias Forenses.

'Estamos dependiendo de la autopsia y eso puedo tardar, eso no está en control de nosotros, eso está en control del Negociado de Ciencias Forenses', admitió a NotiCel el teniente Josue Velez, director de la División de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) de San Juan.

Velez explicó que hasta el momento las entrevistas se han extendido desde los primeros tres testigos entrevistados el día de los hechos, hasta los familiares de Cotto Cartagena e incluso los residentes del condominio Santa Teresita en Miramar, donde se alega el abogado estaba pernoctando. Sin embargo, todavía no han podido identificar un sospechoso, por lo que los agentes investigadores se han dado a la tarea de solicitar órdenes del tribunal para obtener videos de varias cámaras de seguridad en el área.

Por tanto, las autoridades no han podido declarar con certeza alguna si la muerte se trata de un asesinato, un suicidio, o una muerte accidental. 'Dependemos de la autopsia', insistió Velez.

El pasado viernes la Policía se enteró de la muerte de Cotto Cartagena mediante una llamada al sistema 9-1-1 alertando sobre un hombre tirado sobre el pavimento frente al mencionado condominio en la calle Estado. Al llegar, encontraron que el cuerpo tenia una herida, que en ese momento fue identificada como una de arma blanca.

Velez abundó sobre la condición del cuerpo, indicando que tenía laceraciones al frente y en la espalda, contusiones y tenía una herida en la axila que era compatible con una herida punzante. Añadió que el occiso tenía rastros de pintura en las manos, 'como si se hubiese trepado por un muro', señaló el teniente.

El teniente explicó que el apartamento donde pernoctaba Cotto Cartagena era de Vivian Marrero, una abogada de la Oficina del Defensor Público Federal y testigo entrevistada por la Policía. De hecho, el jefe de esa oficina federal, Eric Alexander Vos, afirmó a NotiCel que llegó hasta la escena para apoyar a Marrero, pero indicó que nunca proveyó asesoría legal al no estar admitido para practicar ley a nivel estatal.

Vos explicó que pudo llegar rápido pues vive en esa área y explicó que tanto Marrero como Laura Soto, otra abogada quien tambien compartió con Cotto Cartagena la noche antes de su muerte, cooperaron con la Policía en reiteradas ocasiones.

'Ellas inmediatamente llamaron a la Policía y cuando llegó la Policía, cada una fue entrevistada por separado en tres ocasiones por tres policías distintos, que tomaron reportes y apuntes. Ellas nunca dijeron, 'quiero un abogado, no hablare contigo'', expresó Vos, haciendo la salvedad que mientras llevaron a cabo las entrevistas el optó por irse lejos para no escucharlas.

El escollo surgió cuando la Policía solicitó entrar al apartamento de Marrero, acción que la abogada objetó. Según Vos, su oposición respondió al hecho de que tenía en su apartamento documentos sensitivos y expedientes de casos criminales que podrían contener detalles relacionados a casos activos que envuelven a miembros de la Policía.

Un detalle que resaltó Vos fue que tanto Marrero como Soto accedieron a dar declaraciones juradas posteriormente, pese a que no habían dormido por más de 24 horas y todavía seguían en estado de shock.

Aunque el jefe de la Oficina del Defensor Público Federal dejó claro que nunca conoció a Cotto Cartagena, sí indicó que tanto Marrero como otros empleados en su oficina sí llegaron a conocerlo. En ese sentido, sostuvo que lo que pudo conocer de la víctima es que fue amigo de muchos años de Marrero, no compartían una relación amorosa y era una persona de buena fe.

'Lo que una persona religiosa que trabaja aquí y lo conocía bien me dijo es que el tenia un corazón de oro. Era el tipo de persona con quien podías salir y beberte una cerveza. Y la tragedia más grande, que esto se está convirtiendo en un circo de tres pistas, cuando debería convertirse en una celebración del paso de un, obviamente, ser humano hermoso', manifestó Vos.

La investigación del caso la lleva a cabo el agente Javier Jimenez del CIC de San Juan con apoyo de las fiscales Rosalín Sánchez Pastrana y Betzaida Quiñones Rodríguez.