Una investigación de la Oficina del Inspector General del Servicio Postal estadounidense (USPS OIG por sus siglas en inglés), en cojunto con el Servicio de Inspecciones del Correo de EE.UU. (USPIS por sus siglas en inglés) y la Adminsitración federal Antidrogas (DEA por sus siglas en inglés) produjo una acusación contra tres empleados de correos en Canóvanas.

A partir del 24 de septiembre de 2019, la USPS OIG comenzó a recibir querellas de que llegaban parcelas o paquetes a la oficina de Canóvanas con etiquetas rotas o códigos de barras arrancados, sustituidos por etiquetas de nuevas direcciones. Dos días más tarde acuden a la oficina con órdenes de allanamiento y encontraron paquetes que dieron positivo a la presencia de cocaína.

La pesquisa también reveló que el 1 de octubre, Edgardo C. Sánchez Sosa manipuló paquetes y usó su celular para tomarles fotos, por lo que fue detenido. Mientras, Guelvin Benítez Carrasquillo, chofer de la ruta 4 del correo, recibía los paquetes con cocaína de Sánchez Sosa, por lo que fue arrestado el pasado 3 de octubre. Una última empleada, Gellitza Ortiz Martínez también participó del esquema de tráfico, del cual se descubrieron 24 paquetes con 25.91 kilogramos en total de cocaína de un valor estimado de $500,000.

De ser encontrado culpables el trío de acusados enfrentaría un mínimo de 10 año de cárcel a cadena perpetua.