Aunque se cumplieron los protocolos establecidos para rearmar al suspendido agente acusado de asesinar a tres policías en la Comandancia de Ponce, para el Superintendente de la Uniformada, Jose Luis Caldero López, su experiencia le dice que hubo premeditación de los hechos.

El Jefe de la Policía se encontraba fuera de Puerto Rico por vacaciones cuando el pasado 28 de diciembre el suspendido agente GuarionexCandelario Rivera asesinó al teniente coronel Frank Román Rodríguez, la capitán Luz M. Soto Segarra, y la sargento Rosario Hernández de Hoyos.

Para Caldero López, 'son cosas inexplicables cómo sucedieron estos hechos. Desde que llegué repasé el procedimiento que tuvo la persona acusada (por asesinato) en el rearme. Todo muestra que se siguió todo el protocolo. En vez de un examen psicológico pasó por dos'. Candelario Rivera llevaba casi 10 años desarmado pero en 2014 tuvo una prueba psicológica aprobada, luego pasaron meses cuando pudo readiestrarse en al academia policíaca para el uso de arma por la falta de quórum. Sin embargo, tras aprobar el adiestramiento tuvo que tomar otra prueba psicológica por el tiempo transcurrido, que también fue aprobada.

'Podemos decir que la persona cuando llegó a esta Comandancia venía con una intención porque trajo otra arma aparte de su arma de reglamento y una caja de balas aparte. Venía con una premeditación', afirmó Caldero López en conferencia de prensa hoy, martes, desde el lugar de los sucesos.

De igual modo, el Superintendente añadió que el oficial suspendido sumariamente de empleo y sueldo no había presentado ningún problema de conducta en los últimos tiempos. Aunque había sido investigado administrativamente en dos ocasiones, ninguna produjo sanciones. No obstante, a inicios de este año tendría una vista administrativa por otra investigación por abondono de trabajo a finales de 2014. Caldero justificó la demora de la investigación y el tiempo que tuvo el oficial para solicitar vista porque cuando se inició la misma aún no existía el requisito de completar la pesquisa en 90 días, como ordena ahora la Reforma de la Policía.

Por otro lado, el Superintendente dijo que se reunió con todo el personal de la Comandancia, y dejó a un equipo de psicólogos y capellanes en el lugar para atender a agentes y familiares que así lo requieran. También se ha reunido con familiares de las víctimas.

Candelario Rivera duerme en la cárcel regional de Bayamón desde el 2 de enero al no poder prestar la fianza de $11.3 millones fijada el sábado tras la presentación de 11 cargos por la masacre.

Caldero López estuvo acompañado en la conferencia por el superintendente auxiliar de Operaciones y Campo, coronel Orlando Meléndez, y el comandante del área de Ponce, coronel Héctor Agosto.