¡Gracias Adriana!
Carlos Narváez Rosario, Editor de Mesa de NotiCel, opina mediante una carta abierta, sobre el desempeño y entrega de la gran atleta puertorriqueña Adriana Díaz quien concluyó hoy su tercera participación en unos Juegos Olímpicos.
Querida Adriana Díaz González:
Estoy muy de acuerdo contigo de que “es muy difícil cuando las cosas no salen bien”.
Tampoco tengo dudas de que como mencionaste, te preparaste mucho para este momento en París 2024. Muchísimo menos le pondré una interrogante a ese enorme orgullo que sientes de ser una jibarita de Utuado, que ha puesto el nombre de Puerto Rico en lo más alto.
Pero cuando se es una atleta de un nivel como el tuyo, estas cosas suelen pasar.
Te recuerdo que fuiste la primera atleta del hemisferio occidental a la que China abrió las puertas de su muralla para permitirte entrenar con sus máximos elegidos. Lo hicieron al ver la avalancha de medallas que obtenías en Juegos Centroamericanos, Panamericanos, tus clasificaciones olímpicas y tu escalada en el ranking al noveno puesto en el Mundo.
Ese honor no se le hace a cualquiera, solo a una joven estrella como tú.
Debutaste a tus tiernos 15 años en una olimpiada cuando acudiste a los Juegos de Río 2016. Clasificaste a Tokio 2020 con una temporada de ensueño y lograste tu boleto a los Juegos de París.
Los ojos del mundo están puestos en ti. Las grandes potencias te observan y quizás el espíritu combativo de tus amados puertorriqueños -en el momento- se olvidan de eso en la derrota. Más aún cuando antes de tu revés, ya vivían una decepción mayúscula del revés en la raya de sus ‘12 Guerreras’ del baloncesto ante España.
Pero los que conocemos de tu trayectoria, desde aquellos primeros días en que te subían en un banquito para que pudieras pegarle a la pelota por tu baja estatura, sabemos de lo que estás hecha y de lo mucho que te gusta representar la bandera de una estrella.
Claro que sé que te hubiera gustado avanzar a los cuartos de final y dominar a una rival de Corea del Norte de la que no teníamos mucha información porque la tenían acuartelada y a penas se presentó en los eventos internacionales y mundiales que presenta la Federación Internacional de Tenis de Mesa (ITTF). Pero también sabíamos que esa rival que hoy te privó de un avance, era muy buena y tú diste el máximo.
Llegar a los Juegos Olímpicos es el sueño de cualquier atleta y tú ya sumas tres en las costillas. Falta mucho y lo que queda es seguir haciendo “camino al andar, golpe a golpe, verso a verso”.
No hay razón para pedir disculpas. Las disculpas te las debemos nosotros y pienso que también te las debe Puerto Rico, por no valorar cada uno de tus pasos. Por no entender que tu niñez y adolescencia se la has dedicado completamente al deporte. Que tus horas de estudio, no fueron como otros en una escuela, sino en casa, fuera de casa, o arriba de un avión o en el aeropuerto.
Quizás muchos no entienden que detrás de un gran logro, hay muchas semanas lejos de casa. Para una joven de 23 años como tú, eso no es fácil. Para una familia tan unida como la tuya, dirigida por tus padres Bladimir Díaz y Marangely González, tampoco.
Pocas veces tiendo a dar gracias por el desempeño de un atleta, tanto dentro como fuera de la cancha por ese elemento de objetividad al que nos circunscribimos los periodistas. Pero ya lo hice una primera vez.
A ese a quien le agradecí, aún en sus derrotas, fue a Félix ‘Tito’ Trinidad, quien nos unió y nos une.
Hoy, Adriana Díaz González, no empece a la derrota, nos unes como ‘Tito’ Trinidad. Y sabemos que lo mejor está por venir. Por eso te doy las gracias.
Puerto Rico también te agradece por mantenernos de pie, al filo de la butaca y aprendiendo de un deporte que hoy lo has hecho sinónimo de nuestro País.
¡Gracias!