Mis primeras elecciones votando…en plena pandemia
Desde que soy pequeña me ha dado mucha curiosidad la política puertorriqueña. Siempre intentaba insertarme en las conversaciones de “adultos” durante las elecciones para tratar de entender la pasión que traía este tema.
En estas elecciones, a mis 21 años, ya soy parte de la conversación: me tocó votar por primera vez. Desde el cuatrienio pasado estaba pensando en este momento, en al fin llegar a las urnas y emitir mi voto, sentir la democracia en un marcador negro en mis manos. Sin embargo, nunca imaginé que sería con una mascarilla en todo momento y con un pánico de quedar contagiada con Covid-19.
No puedo negar que fue emocionante llegar a la escuela que me correspondía y hacer la fila junto a personas que han votado por muchos cuatrienios. También, vi a muchos jóvenes que nos mirábamos con complicidad, como diciendo, “todo va a estar bien”.
Luego de dos horas en fila, al fin me tocó votar. Cuando entré, le digo a la funcionaria, “me tienes que ilustrar porque es mi primera vez votando”, riéndome nerviosamente, con una sonrisa correspondida, la señora me ilustró todo lo que tenía que saber.
Cabe destacar que estuve practicando mis papeletas por semanas, por miedo de que marcara algo mal y me la invalidaran. Aún así, mis manos no paraban de temblar en las urnas, porque me dí cuenta del poder que tenía en ese momento: mi voto puede ser parte del cambio, puede dictar nuestro presente y futuro. Voté como practiqué decenas de veces en las papeletas, y luego las inserté en la máquina. La práctica valió la pena porque todas las papeletas salieron válidas.
A las 4:30 p.m. salgo del colegio, y veo todavía a cientos de personas haciendo la fila, con una mirada de esperanza y desespero que nunca había presenciado antes. A pesar de la distancia física y las mascarillas que nos ocultan la mitad del rostro, sentí un calor por parte de todos en la fila de amor y esperanza por este país.
Aunque fueron mis primeras elecciones votando, sé que para todos, hasta los que han votado por muchos cuatrienios, han sido diferentes.
Jamás pensé que el proceso tardaría tanto y que casi una semana después no se han terminado de contar algunos votos, pero algo sí sé: estas elecciones van para la historia, y qué emoción uno siente al ser parte de la historia mientras se escribe.