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Opiniones

Importa sólo la salud del mercado y la de su primaria

[OPINIÓN] El licenciado Víctor García San Inocencio considera que "la politiquería" lidera la toma de decisiones de la gobernadora Wanda Vázquez Garced.

30 de agosto de 2019 - Fotos de archivo del licenciado Víctor García San Inocencio, columnista de NotiCel.
Foto: Juan R. Costa

Autorizar la apertura comercial a rajatabla y abrir las áreas públicas por razones primaristas dándole la espalda a la ciencia, acaba con la poca credibilidad de la Administración y abre las compuertas a la expansión de los contagios.

La crisis de confianza pública provocada por la inoperancia del gobierno, la corrupción, la negligencia institucionalizada y la falsedad rampantes; sumada al desahucio de la ciencia para favorecer a intereses económicos, son el peor caldo de cultivo para expandir la pandemia.

La politiquería en la toma de decisiones por angustia primarista y por la necesidad de combustible de inversionistas políticos son acicate para una tragedia de dimensiones mayores.

La ambición política ha hecho que la Administración juegue y haga apuestas muy peligrosas. El fin de semana de la Recordación será difícil de olvidar. A último minuto el viernes, la gobernadora Vázquez le importó la salud del Mercado y la de su primaria. Por ello, adelantó la apertura de playas, parques y lugares análogos. Para muestra un botón bastó. Transcurridos setenta días, la escorrentía de personas en riesgo de contagio se tornó imparable en muchos lugares.

Si por sus presiones e inversiones, se iba a abrir casi todo el comercio el martes, la gente intuyó que no sería peligroso disfrutar del permiso adelantado por la gobernadora para los tres días anteriores. En su frenesí primarista, la licenciada Vázquez resuscitó hasta las peleas de gallo que “llegarán pronto”. Nunca la salud de nuestro país se puso tan en riesgo por decisiones tan politiqueras.

La atención pública por el desastre de las agencias que no dan pie con bola en materia de lo esencial --trabajo, vivienda, educación, alimentación, pruebas, rastreo, compras-- se detuvo por un fin de semana, pero volvería el martes, por haber quedado expuesta la deficiencia o vacío en otro Departamento la seguridad del país. La policía brilló por su ausencia en la mayor parte del país. A la falta de liderato y de planes adecuados, se sumó la carencia de personal.

Se dice que la policía está operando con siete mil efectivos o menos. Sean siete u ocho mil policías, afloran nuevas explicaciones a que se mantenga el toque de queda desde las 7pm. Aparentaría que no hay forma de asegurar al país de noche. Escalan hasta los cuarteles.

El virus se contagia igual a cualquier hora del día. El toque de queda de dudosa legalidad impuesto luego del huracán María, obedecía fundamentalmente a la falta de electricidad y de iluminación, y al estrés policíaco. Una vez se abren el comercio y los espacios públicos, la clausura --a la 7pm, 8pm, 9pm, 10pm-- cumple sólo dos propósitos: encerrar a la gente y evitar la competencia política y las protestas vespertinas. Se trata de imponer limitaciones irrazonables a la gente, a sus derechos básicos, particularmente a la competencia política. El caso emblemático del Mercado aplastando a la comunidad política. Se trata de toda una tentativa emblemática, de abrir el comercio, sin dejar salir la expresión pública, las campañas políticas y la voz del Pueblo. Tarde o temprano, seguro este año, la factura llega.

El autor es abogado, exrepresentante y excandidato a comisionado residente por el Partido Independentista Puertorriqueño. Posee un bachillerato en Ciencias Sociales de la Universidad de Puerto Rico y un Juris Doctor de la Facultad de Derecho de la misma institución. Tiene además un doctorado de la Universidad del País Vasco (2016).