Mucho más que una caja de cereal con el rostro de Adriana
No podemos tomar a la ligera la distinción que hace unos días hizo una famosa marca de cereales de los Estados Unidos, de seleccionar para una campaña local a la joven tenimesista.
Después de Roberto Clemente, de forma póstuma en 1994, y de un Carlos Arroyo en uniforme de los '12 Magníficos' en 2007, la oportunidad le ha llegado a temprana edad a nuestra Adriana Díaz.
El legado de Clemente, nuestro eterno número 21, es uno incalculable y jamás comparable con la noble y joven carrera de Díaz. La de Arroyo, tanto con la selección de Puerto Rico como en su gran trayectoria en la NBA, el basket internacional y el Baloncesto Superior Nacional (BSN), es indiscutible.
Pero, cabe destacar que a pesar de sus cortos 23 años, Díaz es un fenómeno que ya suma tres olimpiadas, cuatro medallas de oro y tres de bronces en Juegos Panamericanos, y una friolera de siete doradas, dos de plata y tres de bronces en Juegos Centroamericanos.
Ha sido dos veces reina del Campeonato Panamericano y es la número uno en Latinoamérica y la 11 en el mundo.
Su deporte, el tenis de mesa, no es uno tradicional, pero ella se ha encargado de colocarlo al lado de las grandes faenas deportivas de Puerto Rico como el béisbol, el baloncesto, el boxeo, el voleibol y el atletismo.
Clemente es el pelotero más grande y completo que ha dado Puerto Rico en toda su historia deportiva y es incluso más venerado y respetado fuera de su propio terruño, aunque alguno que otro me tilde por esa línea de ser un hereje.
Estuvo en dos series mundiales, participó en 15 Juegos de Estrellas, ganó 12 Guantes de Oro y fue cuatro veces Campeón Bate. Conectó 3,000 hits y fue el primer boricua en entrar al Salón de la Fama del Béisbol en Cooperstown. Jugó para los Piratas de Pittsburgh, equipo en el que estableció múltiples records, y existen numerosos lugares y recintos que llevan su nombre en los Estados Unidos, Puerto Rico y Latinoamérica. Nicaragua es un bastión de Clemente.
Hay incluso un premio en las Grandes Ligas que lleva su nombre y que es destinado al trabajo noble y humanitario de jugadores fuera del campo, porque Clemente fue un héroe fuera de él también.
¿Y porqué razón traigo al traste toda esta información?. Porque no podemos tomar a la ligera la distinción que hace unos días hizo una famosa marca de cereales de los Estados Unidos, de seleccionar para una campaña local a la joven utuadeña Adriana Díaz.
Es necesario dejar claro que aunque se trate de un tema de índole promocional y de mercadeo de una marca utilizando la figura de un renombrado atleta, el hecho de que Díaz haya sido escogida para una campaña de siete meses, a nivel local, en donde su rostro estará en las cajas de los famosos cereales Cheerios, este es un momento que no le llega a cualquier atleta.
General Mills, empresa que produce ese y otros cereales, ha sido por muchos años muy selectiva en los atletas seleccionados para sus campañas.
En los 90's, la estrella del golf Tiger Woods; la súper figura del baloncesto Michael Jordan y el excampeón de los pesos completos Muhammad Ali, fueron muchos de los atletas que estuvieron en las portadas de las cajas de cereales de General Mills, específicamente en el producto 'Wheaties'.
El astro de los Warriors de Golden State, Stephen Curry en 2015; los campeones del Super Bowl de 2003, los Buccaneers de Tampa Bay, la estrella de los Lakers, LeBron James en 2020 y la joven tenista Coco Gauff en 2023, también estuvieron ahí, como parte de esas iniciativas de General Mills.
En el caso de Clemente y Arroyo, sus imágenes engalanaron las cajas de los productos del otro gran poderoso del segmento de los cereales, Kellogs.
Pero Díaz es la primera atleta, no solo de Puerto Rico, sino en todos los Estados Unidos, en aparecer en las cajas de los Cheerios, marca que ella misma mencionó que disfrutaba cuando era más pequeña. Mucho menos pensó que alguna vez estaría en engalanando la caja con el rostro de ella.
"Wow, cuando se menciona a Roberto Clemente y mi nombre después de eso, pues es un sentimiento bien bonito. Es algo que todavía no lo puedo creer. Si me preguntas, que si pensaba yo que si esto iba a ser posible durante mis comienzos, pues diría que era algo muy difícil, porque que esté mi imagen en una caja de cereal, es como otro paso en la vida y en la carrera de una persona", dijo con una gran sonrisa Adriana, flanqueada por su madre Marangely González, quien el día antes se topó en el pueblo Hatillo con una góndola repleta de cereales con su hija en ellos. ¡Vaya alegría!.
Pero que su rostro esté en cientos de góndolas de aquí a mayo de 2025 tiene un peso mayor y Adriana está consciente de ello.
"Estoy súper contenta desde el primer momento en el que me dijeron que existía la posibilidad de estar en la caja de Cheerios, yo le dije a mi equipo de trabajo "yo quiero cumplir mi sueño" y que trabajaran por eso. Que hicieran lo posible, y Cherrios y General Mills también hicieron lo posible", comentó Díaz en un ameno aparte, ya fuera de la bulla de su presentación.
"A mí siempre me encantaba el cereal, desde pequeña, cuando yo llevaba 'snacks' en la lonchera, siempre pedía cereal y precisamente, el Cheerios, Honey Oats era mi preferido. Pero nunca pensé que esto sería posible y que este sueño se haya cumplido es algo muy grande para mí. Pero también siento que es una gran responsabilidad de estar en la caja de un cereal y saber que mi rostro estará en todas las góndolas de Puerto Rico. Quizás esos niños les van a decir a sus padres que me vean como un ejemplo. Es una gran responsabilidad", sostuvo.
Y en efecto, Díaz no está equivocada. El peso de continuar siendo un ejemplo es ahora mayor. De mantener bien arriba ese ejemplo de gallardía, de tenacidad, de ese 'querer es poder', ahora se quintuplica con esta oportunidad, que aunque pueda dejar unos dólares por el lado, nada compensa esa responsabilidad de ser ejemplo.
Pero la joven Díaz, que sufrió como nunca su eliminación en los cuartos de final en París, sabe que lo alcanzado es una puerta abierta para una nueva generación en la comunidad del deporte en general.
"Esto no es solamente es bueno para mi carrera, sino para el deporte en general. Que grandes marcas observen, apoyen y den esa mano, es importante. Genuinamente, eso me da mucha felicidad y sobre todo que se abran estos caminos para un deporte no tradicional".
Díaz subió un nuevo peldaño, pero también agregó una gran responsabilidad.