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Opiniones

Cero: el número de incidentes en baños Inclusivos

El licenciado Alberto Valentín reflexiona sobre la creación de los baños inclusivos en la Universidad de Puerto Rico (UPR), a cuatro años de su inauguración.
Alberto Valentín.
Foto: Redes

Si me fuesen a preguntar cuál ha sido el único incidente relacionado a un baño y una persona LGBT en Puerto Rico, solo podría mencionar el asesinato de Alexa Torres en el 2020.

Alexa, como todos recordarán, fue una mujer trans sin hogar que intentó utilizar un baño de un centro de comida rapida, y que por la desinformación, el odio y la mala administración de los medios de comunicación de la noticia, terminó siendo perseguida y asesinada.

Mas allá de lo antes mencionado no existen incidentes reales que pongan en entredicho la efectividad de los baños inclusivos en Puerto Rico, Estados Unidos y demás países.

En el 2019 el Consejo Asesor LGBT del Gobernador (de ese entonces) decidió unirse a los esfuerzos del recinto de Río Piedras y sus estudiantes, de inaugurar baños inclusivos en otros recintos de la Isla.

El 4 de abril del 2019 inauguramos los baños inclusivos del Recinto de Humacao y encaminamos loa esfuerzos para inaugurarlos en otros recintos de Puerto Rico. La acogida a los baños por parte del estudiantado fue asombrosa y positiva, y hasta ahora sigue siendo la misma.

Pero como todo esfuerzo de equidad e inclusión, siempre existen los grupos opositores que se aferran a las normas sociales y morales impuestas por el Cristianismo. Y a pesar de existir la separación de Iglesia y Estado, y estar plasmado en nuestra carta magna, aún estos sectores se empeñan en cuestionar estas iniciativas bajo el argumento de una ideología de genero construida en momentos históricos donde si era efectiva, quizás. Ideología que ya no se asemeja a nuestra realidad contemporánea y que llevó a la desigualdad de las personas, por el único motivo de tener sexos diferentes. Como si un pene o una vagina tuviesen vida propia, y pudiesen definir nuestras capacidades, accesos, deseos, voluntades, aspiraciones, limitaciones, expresiones y pensamientos.

Esa separación, esa segregación, esa ideología de género que la sociedad en tiempos del monoteísmo creó, y que puso a la mujer en desventaja en todas las facetas sociales, es la que hoy de forma acelerada hemos logrado deconstruir.

Y me gusta utilizar el concepto de ideología de género, porque eso es en lo que vivimos y no lo que intentamos crear. Ideología de género es lo que el sector de base de fe y conservador se empeñan en postergar, a pesar de ser una idea que ya no es funcional, una idea que margina a un sexo por encima del otro, en vez de equiparar sus capacidades. Ideología de genero es seguir empecinado en hacernos creer que el hombre en su magnifica superioridad le dio vida a la mujer a través de su costilla.

En el 2019 Puerto Rico se sumó a la lista de jurisdicciones del antiguo continente y Estados que le dieron oportunidad a los baños sin género o baños inclusivos. Desde entonces e incluso desde antes de su inauguración, nunca se ha reportado ningún incidente de agresión o acoso sexual en estos baños. Al contrario, su acogida ha sido con beneplácito, en especial por jóvenes LGBT que ya no temen por su seguridad.

Las argumentaciones del sector conservador que argumenta que los baños inclusivos representan una amenaza a la seguridad de quienes los utilizan, terminan siendo huecas y vacías al no encontrarse información o datos que confirmen sus mitos. Una plétora de estudios ha demostrado la efectividad de los baños inclusivos, al confirmarse que su utilización es segura y altamente practica.

Registros públicos y modelos estadísticos indican que no existe evidencia de que la privacidad y la seguridad en los baños públicos cambien como resultado de la aprobación de las políticas de acomodo razonable y/o baños inclusivos. Ver estudio aquí: https://www.teenvogue.com/story/study-confirms-transgender-people-not-threat-to-cisgender-people-bathrooms

Cuando extrapolamos el mismo mito de las agresiones sexuales y depredadores sexuales, a las experiencias de las personas LGBT sobre los baños, ahí si podemos encontrar gran cantidad de evidencia que demuestra la alta incidencia de acoso sexual y agresiones en contra de esta minoria en baños separados por genero. Un estudio reveló que el setenta por ciento (70%) de los encuestados informaron que se les negó el acceso, se les acosó verbalmente o se les agredió físicamente en los baños públicos. Ver el estudio en este enlace: Jody L. Herman, “Gendered restrooms and minority stress: The public regulation of gender and its impact on transgender people’s lives,” Journal of Public Management & Social Policy 19, no. 1 (2013), 65–80.

Dado que no hay evidencia empírica de que las mujeres trans, o las personas transgénero en general, representen una amenaza para las mujeres o los niños en baños inclusivos, el sector conservador y antitrans se han dedicado en gran medida a citar casos anecdóticos de mala conducta sexual real o imaginaria que aparentemente involucre a un individuo transgénero, y extrapolando de eso que todos debemos ser inherentemente peligrosos. Sin embargo, los datos y la evidencia demuestra todo lo contrario una tras otra vez. Las historias imaginarias de depredadores sexuales en baños inclusivos es una artimaña hueca e inventada del sector conservador, para evitar las políticas progresistas que desconstruyen el concepto social de una ideología de género que ya es obsoleta y posterga la inequidad entre los sexos.

Agraciadamente ya este sector conservador es cada vez mas inconsecuente y cada vez menos poderoso. Indistintamente de la cantidad de legislación que se ha promovido durante el pasado año en contra de la comunidad LGBT, este movimiento sigue más solido que nunca. Cada día vemos mas apertura y menos censura, y vemos cada vez mas como el sector LGBT enfrenta aquel sector que intenta limitar sus derechos. La comunidad LGBT ha ocupado los espacios con sabiduría y cada día vemos como poco a poco nos adentramos en cada rincón de la sociedad, para crear espacios seguros y proteger futuras generaciones.

El autor es abogado y director ejecutivo Consejo Asesor LGBTT+