Que hable nuestro ejemplo
Albert Einstein dijo: “Dar ejemplo no es la principal manera de influir sobre los demás, es la única manera”. Hace muchos años leí esta cita que me marcó, más aún cuando ser padre no es solo una responsabilidad más que asumimos, es la principal responsabilidad.
De buenos padres y madres (por aquello de ser inclusivos, aunque nuestra tradición dedique un día al padre y otro a la madre) que de hecho, el día de las madres va primero en el calendario como debe ser. Uno de esos ejemplos es la editora jefa de este medio, Dennise Pérez y su esposo, quienes se convirtieron en padres por medio de la adopción y esto hace que su responsabilidad sea aún mayor. Es por eso que cuando hablamos de esta columna para mí fue un honor hasta inmerecido. Pero no podía decir que no, así que decidí redactar estas líneas para de alguna manera llegar a los que son padres, hijos y nietos, y han asumido o asumirán esta importante responsabilidad de ser padres.
Estoy seguro de que a todos nos ha pasado que cuando nació nuestro primer hijo o hija, no trajo un libro de instrucciones, tampoco nuestros compromisos con el trabajo se detuvieron y teníamos sobre nuestros hombros la responsabilidad que algún día realizaron con nosotros nuestros padres. Ahora nos tocaba a nosotros, una gran bendición, pero un enorme compromiso. Y como lo íbamos a llevar a cabo, si no era por el ejemplo y entendiendo que todos los hijos son diferentes con sus talentos, virtudes y defectos.
Pero fue a través de las palabras de Einstein que descubrí que a nuestros hijos podemos darle los mejores consejos y decirle las palabras más alentadoras, sin embargo, estas las palabras deben ir acompañadas de nuestras acciones. En vano serán esos discursos y sermones si el ejemplo no refuerza las palabras. Y esto incluye el trato a los demás, a nuestros hijos, el trato a nuestra pareja, vecinos, amigos, compañeros de trabajo y hasta nuestras mascotas que también son parte de la familia. Nuestras acciones son aún más importantes ante los más 5,000 menores son maltratados en Puerto Rico anualmente.
No pierdas de perspectiva que tus hijos te están observando en todo momento y harán lo que tú hagas, no lo que tu les digas.
Tengo dos hermosas hijas que son el motor para continuar este camino llamado vida, y sin duda, no es fácil. Un camino duro de altas y bajas, pero lleno de grandes satisfacciones cuando somos padres.
En fin, soy comunicador de profesión, no soy un profesional de la conducta humana, por lo que el propósito de esta columna es hablar desde lo vivido y que otros puedan con su ejemplo educar también a sus hijos. Duele ver como en Puerto Rico tantas familias son víctima de maltrato y tantas mujeres sufren la violencia de género. Quiero que el ejemplo, tan imperfecto como es, que les pueda dar hoy a mis dos hijas, sirva para que en el futuro también ellas lo puedan transmitir a sus hijas e hijos.
No sé si pueda cumplir al máximo las expectativas de esta ardua tarea de ser padre. En fin, no pretendemos ni seremos perfectos en la crianza de nuestros hijos e hijas. Nos equivocaremos mil veces, pero buscando siempre ser ejemplo para ellos. Si me preguntan cuál ha sido y es lo mejor que me ha pasado en la vida, ser padre no tiene comparación. Así como nuestros padres son nuestros héroes, queremos serlo nosotros para nuestros hijos.
Espero que en este día tan especial, tus hijos e hijas al ver tu ejemplo, su regalo sea decir que “cuando me case, quiero que mi esposa o mi esposo sean como mamá y papá”.
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Hoy celebramos el Día del Padre. NotiCel ha procurado para sus lectores las experiencias de un grupo de hijos y padres, figuras públicas, plasmadas en un grupo de columnas que publicarán durante todo el día. Felicitaciones a todos.