Columna de opinión del expresidente de la Cámara, Jaime Perelló.

Hay temas que por su naturaleza siempre van a traer grandes debates en el País, el más reciente las restricciones al derecho al aborto de la mujer. Esta discusión ha levantado un asunto tal vez más importante: ¿Es Puerto Rico un país de más gente conservadora o liberal?

Al parecer el Partido Proyecto Dignidad, ya tiene la información y las acciones del Partido Nuevo Progresista no se distancian mucho, entonces la pregunta es, ¿Son los otros partidos los que están picando fuera del hoyo? Pues realmente no tengo la contestación empírica, pero lo que se oye fuera del debate de las redes sociales, en la cafetería, el banco, la farmacia entre la familia inmediata, es que el proyecto en discusión no aparenta ser tan descabellado como se quiere aparentar.

Dentro del Partido Popular Democrático, se han creado reacciones mixtas sobre el tema y las recientes expresiones públicas de su presidente José Luis Dalmau, desde la sede de la colectividad, han levantado el avispero sobre cuál debe ser la filosofía del PPD sobre este asunto.

Muchos se cuestionan… ¿Cuál es la filosofía del PPD en tantos asuntos, incluyendo el aborto?

En este artículo no le voy a dedicar tiempo a ese debate, en mi escrito “Se busca un candidato a gobernador…” planteé mi crítica y recomendaciones al PPD para atender su problema filosófico y estructural, los invito a que lo lean.

En mi programa semanal por NotiCel, tuve la oportunidad de entrevistar a la senadora Joanne Rodríguez Veve sobre la medida en discusión de limitar hasta las 22 semanas de embarazo para que la mujer sin restricciones se pudiera practicar un aborto libremente y de forma legal. Allí presentó sus argumentos para defender su medida, lo cual lo hace de manera fuerte y eficaz, claro, de igual forma hay muchos otros argumentos en contra.

Si finalmente esta pieza legislativa se convierte en Ley, ¿Cuál es el próximo paso? Las razones para que una mujer decida abortar son muchas y variadas, desde la insensibilidad absoluta, que debe ser la minoría de los casos, hasta serios problemas psicológico productos de abusos físicos y emocionales de una sociedad enferma e insensible que lamentablemente nos arropa.

Si el Estado le quita la decisión a la madre de acabar con un embarazo en el tiempo que sea, con la única salvedad que su vida corra peligro y por instrucción médica, todos los otros elementos sociales quedan excluidos. Por tal razón, la violación, incesto, ambiente violento, pobres condiciones de salubridad en el hogar, problemas mentales etc. quedan a descubrir a futuro.

Por un momento me voy a poner del lado de la limitación del aborto por entender que luego de 22 semanas tenemos un feto que puede sobrevivir fuera del útero de la madre, argumento principal de la medida. ¿Quién le garantiza la supervivencia luego que llegue a este mundo? Pues debería ser el mismo que le indicó que no lo podía abortar, el gobierno. Quisiera ver esa otra legislación que le permita a la madre que quería terminar su embarazo tener el compromiso del Estado, que no sólo asegurarle todo el procedimiento médico del parto y post parto a la mujer, sino también obtener la patria potestad al momento de nacer, o ¿no?, ¿Me equivoco? Entonces vamos a discutirlo de igual forma, nada puede ser absolutista.

Quiero ser claro, y expresarles que yo no respaldo el aborto, creo que cada criatura tiene el derecho a la vida y hacer lo contrario es romper el orden divino. Pero es mi creencia, no se le puede obligar a nadie, pero sí aconsejar lo más que pueda para evitar que lo haga, nada más. El Estado por el contrario tiene que garantizarle todos los recursos médicos y psicológicos a una mujer que decida tomar tan lamentable y difícil decisión. Lo lamento, pero no las puedo llamar asesinas; con la boca es un mamey juzgar a los demás.

Pero me parece importante que llevemos este tema del aborto a un nivel mucho más alto en la discusión pública que simplemente ponerse banderas de protección de derechos civiles y derechos humanos con discurso de pacotilla que en nada elevan la discusión real del asunto que es el deterioro social del País. ¿Qué pasa con a la educación sexual temprana en las escuelas? ¿Cómo enseñar el uso correcto de métodos anticonceptivos desde que inicia la pubertad en los jóvenes? Este tema rápido levanta a los mismos sectores conservadores que están en contra del aborto para impedirlo. Pero no podemos ser hipócritas, todos tenemos que ceder en nuestras propias creencias, muchas veces anquilosadas para poder resolver el problema desde edades tempranas.

Seguir con el discurso de que es responsabilidad del hogar educar a sus hijos sobre los temas de sexualidad y usar la bandera de la abstinencia como una solución viable es una falacia y claramente no está dando resultados. Acéptenlo, sus hijos van a tener relaciones sexuales, lo quiera usted o no, si no los educa en la casa, entonces lo tiene que educar el Estado, que al final terminará con la carga.

Acepto que estoy siendo un poco “devil advocate” en este escrito, pero lo hago con toda la intención de ponernos a pensar y establecer que hay que sentarse en una mesa y empezar a ceder un poco para lograr adelantar soluciones reales y viables a ciertos problemas sociales que nos agobian.

La realidad es que el gobierno de Puerto Rico no tiene la capacidad estructural en este momento de hacerse cargo de ningún niño de manera efectiva, los procesos de adopción, con todo y grandes reformas que se han aprobado en el pasado desde la Legislatura, sigue siendo uno lento y frustrante. El Departamento de la Familia nunca tiene suficientes recursos, ni trabajadores sociales para atender los miles de querellas de abuso físicos y sexual de los niños. Hoy, miles viven en infiernos por sus propios padres que los abusan todos los días.

¿Entonces cuál es la hipocresía? Yo no quiero que ninguna mujer aborte, pero ¿Cuál es la solución real y humana para que esa mujer tenga calidad de vida y el bebé una vida digna y hermosa?, ¿quién se lo garantiza?, ¿quién?

El aborto no es la solución, pero para muchas mujeres es su única opción… entonces démosle otras.