[OPINIÓN] El autor aborda el agotamiento de nuestro personal de salud en medio del incremento en casos de Covid-19.

Estamos experimentando un aumento en casos positivos del Covid-19. En un escenario en que las hospitalizaciones van en aumento, que de por sí trae como consecuencia la reducción de la capacidad para atender otras condiciones y el agotamiento de nuestro personal de salud.

La responsabilidad del manejo del Covid-19 ante la indisciplina social nos deja saber que la salvación es individual. Si bien es cierto que sabemos que causa la condición, como se transmite, no es menos cierto que sabemos cómo evitar su transmisión y contagio, medidas que no se han tomado seriamente por algunos sectores y ciudadanos.

El ciudadano debe tener conocimiento y tomar en consideración que tenemos una alta incidencia de obesidad, diabetes, condiciones cardíacas, condiciones renales y otras que comprometen el sistema inmunológico, además que gran parte de nuestra población sobrepasa los 60 años.

Todo lo que mencione anteriormente son factores de riesgo que hacen más vulnerables a las personas a contraer y manejar esta enfermedad.

El protagonista principal para combatir esta enfermedad es el ciudadano, sin embargo, constantemente está asediado con información diversas fuentes y disciplinas. La cantidad excesiva grupos científicos, económicos, sociales y analistas, que colectivamente quizás tengan razón, sin embargo la búsqueda del minuto de fama confunde más aún al ciudadano común y los deja en neutro en el que hacer, como y cuando.

El gobierno ha hecho lo posible por manejar esta epidemia preparando su sistema de salud, aumentando las pruebas, llevando a nivel municipal la detección y seguimiento entre otras actividades. Sin embargo, a mi juicio, reacciona según la opinión pública y la de los medios desviándose de las acciones adecuadas que en la gran mayoría de los casos no es la más simpática mediáticamente.

Debe existir una sola voz y un solo mensaje que con el propósito de informar adecuadamente a la ciudadanía y articular las estrategias adecuadas para el manejo de esta emergencia de salud pública. Debemos dejar atrás el siguiente escenario “el Secretario de Salud debe ser la voz oficial, sin embargo, cuando este ofrece un mensaje comienza el bombardeo de opiniones que difieren del mensaje oficial y de ahí parte la confusión y desconfianza colectiva”.

Lo correcto es “UN SOLO MENSAJE UNA SOLA VOZ". Es más sencillo seguir las normas establecidas por la Fuentes oficiales, utilizar mascarilla de forma apropiada, mantener distancia y lavarse las manos constantemente.

Como mencioné al principio, es responsabilidad individual, familiar, comunitaria e institucional. La pregunta es, ¿Qué hacemos? ¿A quién escuchamos?