Hace ya varios años que llegué a la conclusión que Julio A. García era el jinete de mayores recursos que vería en mi vida.

Luego de destrozar todos los récords de jinetes en Puerto Rico en 1983, lo acompañé a Santa Anita, donde lo dejé en las manos expertas de Tony Matos y lo que entendía sería un camino seguro hacia el Salón de la Fama del Hipismo.

Al despedirnos, el entonces jóven de 22 años me preguntó cómo podia agradecerme la gestión y le contesté: ‘con una invitación al primer Kentucky Derby que montes’.

Esa primera incursión de García fue infructuosa y regresó a Puerto Rico, donde se estableció como el jinete más dominante de su época, ganando títulos a diestra y siniestra y de momento Puf! desapareció de nuevo a buscar oportunidades en otras pistas.

Según pasaban los años, los sueños de rosas en mayo se fueron marchitando, disecando y eventualmente dispersos por el camino del tiempo…

Ocasionalmente, oía noticias sobre su itinerante paso por las variadas pistas donde se establecía. En otras, recibía nuevas de algún ocasional triunfo en carreras de cierta importancia hasta que su memoria se fue archivando en mi enciclopedia de recuerdos sin actividad en ella por mucho tiempo.

Esta semana recibí un email donde fui informado que J.A. García se encuentra en el hipódromo de Calder montando de nuevo luego de un retiro de año y medio. El pasado sábado, García viajó al recién construido hipódromo de Kentucky Downs en Kentucky para montar al ejemplar Cozy Kitten, entrenado por Wesley Ward al triunfo en un handicap en grama con premio de $ 50,000.

Julio ha ganado 1286 de 8848 montas en los Estados Unidos, y ahora a sus 48 años puede haber aceptado que su vida es montar caballos de carrera y sacarle el máxmo a lo que le queda por delante, que con su físico e inteligencia puede ser mucho.

Tal vez el viaje gratis a Churchill Downs no está perdido.