Con unos 10 millones de habitantes y un territorio más grande que la Península Ibérica, hoy nació un nuevo país en el mundo, Sudán del Sur, que comienza su historia con la fortuna de poseer riquezas petroleras pero con serios problemas de desarrollo.

Las celebraciones empezaron ayer a la medianoche en el nuevo país africano, que cuenta con una superficie de 619,745 km cuadrados donde se habla inglés y árabe como idiomas oficiales además del árabe de Juba y el dinka.

Se trata de uno de los países menos desarrollados del mundo: tiene la peor tasa de mortalidad materna; el mayor número de niños menores de 13 años sin ir a la escuela; y el 84% de las mujeres son analfabetas.

También tiene el reto de limar asperezas con la vecina República de Sudán, de la que se acaba de escindir después de que 1.5 millones de personas murieron en el conflicto entre norte y el sur, y más de cuatro millones fueron desplazados.