Decenas de miles de personas participan en los multitudinarios funerales por el casi centenar de muertos que ayer provocó la represión del régimen de Bachar el Asad para aplacar las ansias de democracia y libertad de los manifestantes cuado las autoridades abrieron fuego contra varias comitivas fúnebres.

Al igual que en la jornada del viernes, la más sangrienta desde que estalló la revuelta hace un mes, los opositores han clamado por el fin de la dictadura que dirige los designios de Siria desde hace más de cuatro décadas y exigieron en masivas protestas el derrocamiento de la dictadura y el fin de la corrupción.

Las fuerzas de seguridad han abierto fuego contra varios comitivas que recorrían junto a los féretros las calles de Damasco, publica El País.

En uno de los sepelios, en el barrio de Barzeh, tres personas han muerto víctimas de los disparos de la policía, según ha informado un activista pro derechos humanos.

Testigos citados por Reuters aseguran que la multitud que atendía otro funeral en el distrito de Douma ha recibido una lluvia de disparos que ha dejado al menos tres heridos.

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