Los rebeldes libios continúan su rápida contraofensiva apoyados por los ataques aéreos de las fuerzas aliadas y tomaron la ciudad petrolera de Ras Lanuf, después de que ayer se hicieran también con Ajdabiya, Brega y la también petrolera Bin Yauan, mientras hacen retroceder a las tropas de Muamar Gadafi hacia Sirte, lugar de nacimiento del dictador.

El apoyo de la aviación de la coalición internacional ha sido fundamental en la marcha de los opositores a Gadafi, que siguen hacia el territorio del corazón del bando gubernamental.

La recuperación de las tres ciudades es la mayor victoria para los insurrectos desde que la alianza lanzara la operación de apoyo el pasado 19 de marzo. El régimen ha acusado a la Alianza de abocar a Libia a una guerra civil. Algunos hombres próximos del Gobierno de Gadafi han comenzado a abandonar al tirano, según la diplomacia de EE UU.

La secretaria de Estado, Hillary Clinton, y el de Defensa, Robert Gates, aseguraron que se están produciendo dimisiones en el seno del poder libio ante la serie de ataques aéreos lanzada por la coalición internacional frenando a las tropas de Gadafi.

Gates ha añadido que la situación de Libia amenaza con desestabilizar a Túnez y Egipto y que podría poner en peligro el triunfo de las revoluciones en los dos países vecinos, según El País.

El régimen de Gadafi reconoció ayer que los ataques aéreos obligaron a las fuerzas armadas a retirarse y acusó de parcialidad a la comunidad internacional.