El aumento en la población de adultos mayores en Puerto Rico resalta la necesidad de contar con más profesionales enfocados en el cuidado de personas mayores.

Consciente del incremento de la población de adultos mayores en Puerto Rico, la Comisión de Adultos Mayores y Bienestar Social de la Cámara de Representantes, presidida por el representante Ricardo “Chino” Rey Ocasio Ramos, propone crear y expandir programas académicos para la práctica profesional de la geriatría y gerontología en la isla. 

La geriatría es una profesión de la salud que se enfoca en atención médica y prevención de enfermedades en personas mayores. Mientras que la gerontología, aborda el envejecimiento desde múltiples perspectivas. Ambas disciplinas son esenciales para mejorar la calidad de vida de adultos mayores, las cuales actualmente cuentan con un reducido grupo de profesionales ejerciendo.

Otros objetivos de la propuesta del Proyecto del Senado 648 son fomentar e incentivar la educación continua de estos profesionales, promover el reclutamiento y la retención de especialistas en estas áreas, y establecer alianzas entre el gobierno, universidades y el sector privado para implementarlo.

“Con el crecimiento de la población, es posible que se observe un aumento en la demanda de servicios de salud, atención médica especializada y otras necesidades. Comprender y sus consecuencias ofrece una oportunidad para planificar y buscar estrategias que busquen mejorar la calidad de vida de adultos mayores”, manifestó el subsecretario del Departamento de Salud, Luis Olmedo.

El funcionario destacó que el Departamento de Salud endosa el proyecto. Sin embargo, recomendó que se evalúe la posibilidad de enmendarlo para incluir la asignación de los fondos necesarios y recurrentes para la ejecución, lo que implica asignación de $200,000 anuales. 

 “El Departamento de Salud de Puerto Rico tiene el objetivo de cambiar la forma que sentimos, pensamos y actuamos frente a la edad. Sin lugar a duda, uno de los caminos es impulsar la educación en gerontología que se vuelve cada vez más necesaria en el mundo que enfrenta un rápido envejecimiento de la población”, sostuvo Olmedo.

El subsecretario también destacó que “este proyecto constituye un avance importante en la mejora de atención de la población de adultos mayores, garantizando que los profesionales de la salud estén capacitados para afrontar los desafíos del envejecimiento en la población de Puerto Rico”, añadió.  

De acuerdo con datos del Departamento de Salud, en Puerto Rico la edad media ha aumentado de unos 28.5 años (1990) a 43 años en 2020, tendencia que se prevé continuará aumentando y alcanzará una mediana de edad de 52.9 años para el año 2050. 

Por su parte, José Acarón Rodríguez, director estatal de AARP Puerto Rico, entidad que propulsó el P. del S. 648 en el Senado, señaló que apoya la medida principalmente porque, por décadas, ha sido testigo del crecimiento de la población adulta, no así el de la clase de profesionales de la salud que los atiende. 

Se estima que existe un directorio de medio centenar de geriatras alrededor de la isla, de los cuales algunos están fuera y otros a punto de retirarse. Esto representa casi 20 mil personas mayores por cada geriatra en Puerto Rico.

“La escasez de geriatras es preocupante”, expuso Acarón Rodríguez, al mismo tiempo que denunció la falta de sensibilidad en cuanto a tratamiento de personas mayores. “Hay mucho que aprender”, enfatizó. 

“Los profesionales de la salud especializados en la población adulta mayor ejercen sus funciones con la mayor dedicación. Pero, en muchos casos, sobre todo fuera del área metropolitana o San Juan, existen grandes lagunas de prestación de servicios de salud para esta creciente población. Este es un problema grande que tenemos que atender. También tenemos que educar a enfermeras, dentistas, terapistas para trabajar con adultos mayores. Ese entrenamiento es necesario porque los protocolos y necesidades de salud son totalmente diferentes. Actualmente, se están atendiendo como si fueran iguales, poniendo en peligro la vida y capacidad de personas mayores por los tratamientos que no son adecuados para personas mayores”, agregó y exhortó a la Comisión a emitir un informe positivo para la medida.

En la deposición participaron, además, representantes de instituciones académicas como Ponce Health Science University, la Universidad Central del Caribe y el Recinto de Ciencia Médicas de la Universidad de Puerto Rico (UPR).

Esta última ha sido pionera en temas relacionados con la población de adultos mayores en Puerto Rico, con el Programa de Gerontología de la Escuela Graduada de Salud Pública que ha provisto adiestramiento por más de 41 años con una Maestría en Salud Pública con Especialidad en Gerontología y un Certificado Graduado.

Asimismo, la Escuela, cuenta con el Instituto de Adiestramiento en Gerontología (IaGero) que ofrece capacitación y desarrollo enfocado en el cuidado de personas de edad avanzada. Mientras que la Escuela de Medicina cuenta con dos programas de sub especialización en geriatría acreditados por el Accreditation Council for Graduate Medical Education (AGGME), siendo únicos en Puerto Rico.

Myrna Quiñones Feliciano, rectora de la institución, reiteró el respaldo a la medida legislativa que recomendó que esté acompañada de una asignación clara y recurrente de fondos, así como el establecimiento efectivo de mecanismos que aseguren una implementación exitosa.

“La falta de recursos comprometería el objetivo de esta política pública y limitará el impacto positivo en la atención geriátrica en Puerto Rico”.

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