El COVID-19 no retrasa lucha por la detección temprana del cáncer de seno
El cáncer de seno es el cáncer más común encontrado entre mujeres y los estimados de la Sociedad Americana del Cáncer indican que 1 de cada 8 mujeres lo padecería.
La incidencia del COVID-19 en Puerto Rico y el mundo ha aplazado la rutina diaria, incluidas las citas médicas, sin embargo, en este mes de concienciación contra el cáncer de seno el llamado es a no dejar pasar un día más, porque un diagnóstico temprano podría salvar una vida.
En Puerto Rico existen los equipos necesarios para analizar los estudios al momento y determinar los pasos a seguir en los esfuerzos de detección temprana.
“Todos los pacientes deben hacer sus estudios de cernimiento. En el caso de las mamografías, se recomiendan una vez al año y a los pacientes se le está pidiendo que llamen a su centro de radiología, que llamen a nuestras oficinas para que puedan enviar todos los documentos de estos estudios a través de correo electrónico o mensajes de texto para minimizar el contacto con el personal de la oficina”, explicó el doctor Pedro González, del International Radiology and Breast Center.
El cáncer de seno ocurre casi exclusivamente en las mujeres, pero los hombres también lo pueden padecer, según la Sociedad Americana del Cáncer. La mamografía es el estudio de cernimiento para diagnosticarlo en etapas tempranas cuando el paciente no muestra síntomas.
El cáncer de seno es el cáncer más común encontrado entre mujeres y los estimados de la Sociedad Americana del Cáncer indican que 1 de cada 8 mujeres lo padecería en algún momento de su vida.
"Un diagnóstico temprano de cáncer de seno aumenta las probabilidades de curarse de esta condición", subrayó González.
De acuerdo a González, las personas deben realizarse mamografías anualmente desde que cumplan los 40 años de edad, solo si no tienen factores de riesgo, síntomas o historial de familiares que hayan padecido la enfermedad. Sin embargo, de cumplir con uno o todos esos requisitos, los estudios podrían ser ordenados antes de haberse cumplido esa edad.
“Pacientes menores de 40 años, de tener algún síntoma, tener alguna masa palpable o tener historial familiar, por ejemplo, mamá que haya tenido cáncer de seno a los 40, 45 años, pues esos pacientes comienzan diez años antes del diagnóstico de ese familiar, aproximadamente a los 30 años”, declaró González.
El radiólogo abundó que en International Radiology and Breast Center analizan las mamografías al momento para que el paciente tenga una idea clara de su panorama médico y minimizar el tiempo de espera en caso de que requieran mayor atención.
El local, ubicado en el Centro Internacional de Mercadeo en Guaynabo, ofrece todo tipo de biopsias de seno, entre ellas biopsias guiadas por ultrasonido, estereotácticas y las nuevas biopsias guiadas por MRI de seno.
“El MRI de seno es un estudio diagnóstico que se utiliza en conjunto con la mamografía para dos cosas: en pacientes de alto riesgo se utiliza para evaluar lesiones que pueden estar ocultas en la mamografía o en pacientes que tienen algún hallazgo en un estudio de imagen que requiere un estudio más profundo”, detalló González.
Este examen por lo general se lleva a cabo una vez al año junto a la mamografía, en pacientes con un 20% de riesgo de desarrollar cáncer de seno. Ese cálculo lo determinan los radiólogos. El doctor subrayó que el MRI de seno no sustituye una mamografía y a los pacientes de alto riesgo se les recomienda realizarse ambos estudios.