Exsecretario de Salud urge plan de acción para uso de respiradores artificiales
El doctor Enrique Vázquez Quintana exhortó a la clase médica y al gobierno a planificar para el peor escenario y a mirar la experiencia de países con más recursos para evitar pérdidas humanas durante la emergencia por COVID-19.
Mientras Puerto Rico sigue siendo una de las jurisdicciones de Estados Unidos donde se realizan menos pruebas y al mismo tiempo, se discute la necesidad de reabrir la actividad comercial, el exsecretario de Salud, Enrique Vázquez Quintana, advirtió que es necesario hacer un plan que contemple compartir los ventiladores o respiradores artificiales entre dos a cuatro pacientes.
Puerto Rico cuenta hoy lunes con 866 respiradores artificiales o ventiladores para adultos y 388 pediátricos, de acuerdo al tablero de datos (dashboard) del Departamento de Salud y se espera que el pico de contagio ocurra cerca del 8 de mayo.
Según el extitular de Salud, la medida sería una “de desesperación”, pero realista considerando que no solo en Puerto Rico, sino en un gran número de países, el número de personas contagiadas por el virus ha superado el inventario de ventiladores disponibles.
“No tendríamos otra alternativa. Estaríamos haciendo decisiones de vida o muerte”, dijo a NotiCel, mencionando los casos de países como Italia, en donde los profesionales de la salud han tenido que elegir a qué pacientes salvar de acuerdo con sus probabilidades de recuperación.
Fue más lejos al indicar que conoce de hospitales locales que ya han designado comités de ética en caso de que un escenario similar ocurra en la isla.
Necesaria una estrategia ante la posibilidad de un peor panorama
Vázquez Quintana dijo que habilitaría un espacio grande, como el Centro de Convenciones o el Coliseo de Puerto Rico, y colocaría varios respiradores con distancia entre sí. En estos conectaría de dos a cuatro pacientes, todos en dirección hacia el ventilador para no poner resistencia a la tubería que lleva el oxígeno a los pacientes.
“Hay que escoger los pacientes de peso parecido para que el volumen tidal no se afecte”, dijo a NotiCel.
El volumen tidal es el aire en tránsito mediante una exhalación e inhalación normal.
Según el galeno, de conectar a cuatro personas en un mismo ventilador, habría que ponerlo a total capacidad para garantizar que todos puedan tener oxígeno de manera equitativa, monitoreando continuamente la cantidad que emite la máquina, y cuánto recibe cada paciente conectado.
De la misma manera, para facilitar el monitoreo y cambios entre los pacientes conectados, sugirió la utilización de artefactos de fácil acceso, como el oxímetro.
No obstante, llamó a tener en cuenta agravantes al momento de compartir ventiladores. Uno de estos sería que uno de los pacientes tenga bajo compliance, es decir, que tenga uno o ambos pulmones comprometidos y requiera una mayor cantidad de oxígeno.
“Ese le puede quitar el oxígeno a los otros tres (pacientes)”, advirtió.
Vázquez Quintana dice que algo que ayudaría grandemente al monitoreo en una situación como esta es la activación de terapistas de respiración, enfermeros, neumólogos y hasta anestesiólogos que conocen bien el funcionamiento adecuado de un ventilador.
A preguntas de este diario digital sobre si cree que un plan como este sea verdaderamente necesario en algún punto durante la crisis de salud, el doctor llamó a la preparación, ante cualquier panorama.
“Eso sería lo menos malo que puede ocurrir. Sería mejor que tener 100 pacientes y decir este se muere, este no se muere… los estaríamos descartando del inicio. Y lo más seguro es que estaríamos sacando a los mayores”, alegando acciones como estas serían posibles por enfermedades de comorbilidad que usualmente tiene esta población, como cáncer, diabetes, condiciones preexistentes, entre otras.
De la misma manera, recordó que esto sería una medida extrema, pero que hay que tener sobre la mesa para estar listos y responder a cualquier eventualidad para proveer oportunidad de tratamiento a la mayor cantidad de personas.
“Sería peor si se dejan fuera, sin ningún tratamiento”, dijo al advertir que sabe que hay médicos que van a estar en desacuerdo con su postura sobre el tema, cree necesario hablar sobre ella.
“La opción es que se mueran sin hacer nada, y eso es peor”, dijo.
Pidió no perder de vista cuánto puede empeorar el panorama si comienza a darse una pérdida de médicos y especialistas de la salud por contagio de COVID-19.
“Esto tenemos que planificarlo desde ahora, para que cuando llegue el 15 de mayo y estemos 'ahogaos' no vengan a decir ‘vamos a hacer el experimento a ver si esto funciona”, sostuvo, añadiendo que en la isla hay anestesistas y terapistas que son "fenomenales", que ha hablado con miembros del "Task Force" médico y que ellos saben que la curva de contagios "se va a trepar", resultando en hospitales y centros de atención saturados.
“Nuestro sistema de salud que es más precario, la Reforma de Salud con mil problemas… pues vamos a tener más problemas todavía”, dijo.
Urgió al Gobierno y a la clase médica, como en varias ocasiones durante la entrevista, a comenzar a buscar opciones extraordinarias porque, según su perspectiva, todo podría ser posible con un sistema médico tan maltrecho como el de Puerto Rico.
“¿Dónde están los respiradores? ¿Con cuántos médicos contamos? Anestesiólogos, neumólogos, terapistas respiratorios, y donde voy a poner los respiradores si tuviera más. Tenemos que tener todo eso contestado antes del pico”, finalizó.