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SAN JUAN WEATHER
Negocio de la Salud

Los pacientes mentales: pobres y escasos los servicios de APS

No importa si son beneficiarios de Mi Salud, de Medicare Platino o de un plan privado, el consenso entre los pacientes mentales es que la compañía APS Healthcare Puerto Rico les pone trabas para la obtención de servicios y ofrece tratamientos de pobre calidad, según relataron entrevistados y familiares a NotiCel.

Además de ser la proveedora de servicios bajo las aseguradoras de Mi Salud, la empresa ahora también asumirá los servicios directos que ofrece la Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción (ASSMCA) que quedaban como una alternativa, de mayor calidad en algunos casos, para los pacientes, según anunció la agencia.

Una de las pacientes es Mariel Gorbea Berrocal, quien es beneficiaria de Mi Salud. La mujer contó a NotiCel que entre finales del 2006 y principios del 2007 empezó a recibir servicios de salud mental privados en la desaparecida Clínica Dr. Padro <><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><><>& Asoc. de Guaynabo, porque en medio del proceso de divorcio se quedó sin trabajo, sin vivienda y sin plan médico./p

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Durante ese periodo también tuvo una hospitalización de 7 días en el Hospital San Juan Capestrano que sus familiares le ayudaron a costear. Gorbea catalogó de 'excelente' ambas experiencias, que, aseguró, le ayudaron a estabilizarse y poder pasar por todo ese proceso de divorcio./p

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'Si no hubiera sido por ese (hospitalización) parcial yo no sé si yo estuviera aquí en estos momentos o estuviera con claridad mental, porque es bien fuerte tu verte con dos hijos menores en la calle', apuntó./p

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No fue hasta el 2008, que a raíz de que su exesposo le redujo la pensión alimenticia de $3,500 a $1,186 mensuales, lo cual la obligó a mudarse a casa de sus padres, que pudo obtener el plan de salud del gobierno Mi Salud y que empezó a recibir los servicios en APS de Caguas./p

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'Te diría que era una fábrica de gente, algo bien impersonal, deprimente, la gente todas pegadas unas con otras. Y esas son horas que tu estas así, viendo todo tipo de pacientes', dijo sobre la primera vez que llegó a la clínica de APS./p

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emLa paciente Mariel Gorbea Berrocal relata sus frustrantes experiencias en la clínica de APS en Caguas. (Josian Bruno/NotiCel)/em/p

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Como otros pacientes entrevistados por este diario, Gorbea sostuvo que el personal de APS, que a veces son médicos generalistas, está enfocado en expedir recetas de medicamentos a sus pacientes más que en escucharlos o verificar cómo verdaderamente les va con los medicamentos. Con el tiempo, descubrió que el problema de APS era más sistemático y no necesariamente del personal que la atendía en la citada clínica, dijo./p

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En una ocasión estuvo tres años pidiendo que la cambiaran al medicamento Cymbalta que le recomendó un conocido que es médico, pero la psiquiatra que la atendía en la clínica le decía que 'ese medicamento aquí nadie lo tiene en APS, aunque sea el único que te funcione como paciente'./p

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Posteriormente logró que se lo aprobaran tras la intervención de la Fundación Puertorriqueña Pro Salud Mental (NAMI Puerto Rico)./p

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Dijo que pese a que está agradecida por la ayuda de NAMI, se sintió frustrada al ver que con una sola llamada de un grupo de presión le aprobaron el medicamento que llevaba tres años luchando como paciente de Mi Salud./p

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Destacó que aun cuando ha enfrentado crisis, no le dan prioridad al momento de otorgarle una cita y cuando tras tres meses de espera al fin le dan la cita, los médicos que la atienden ni siquiera le indagan sobre la crisis que le llevó al lugar./p

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Asimismo afirmó que hace dos años no recibe las psicoterapias con un psicólogo de APS porque dejó de ir tan pronto se fue su psicoterapeuta conductual, pues sentía que con el resto del personal se quedaba en lo mismo. Ni la trabajadora social, ni el psiquiatra de la clínica le han cuestionado porque no continúa con las terapias./p

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'Yo no voy allí para quedarme en lo mismo. Yo voy para tener la calidad de vida que yo merezco, para estar donde yo debo estar. Esos son mis derechos, pero allí no es así… A mí los medicamentos lo que están haciendo es controlarme, pero yo no tengo una calidad de vida', dijo./p

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'Yo soy una persona que sé que puedo dar mucho, pero por cosas que me han sucedido no tengo la suficiente autoestima para dar todo lo que puedo dar y ahí es donde también entran otro tipo de terapias, que no es solamente la psicoterapia de hablar, donde entran la conductual y otro tipo de tratamientos que no es tomarse la pastilla y ya', agregó./p

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De paso, Gorbea lamentó que la política partidista y los intereses económicos de las empresas interfieran con los servicios que reciben los beneficiarios de Mi Salud a pesar del presupuesto multimillonario asignado por el Gobierno. Ante esto, se mostró complacida con el reciente informe senatorial que recomienda la designación de un monitor para APS, tras encontrarse que estaban incumpliendo con el contrato de Mi Salud y con la Ley de Salud Mental de Puerto Rico./p

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Por su parte, María (nombre ficticio para proteger la identidad de la paciente), narró que desde que tenía 15 años empezó a recibir tratamientos de salud mental, primero para una condición de depresión severa y luego para su diagnóstico de trastorno de bipolaridad./p

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A partir del cambio a la Reforma de Salud en el 1993, María comenzó a recibir servicios en la Clínica de APS Healthcare Puerto Rico ubicada en el pueblo de Naranjito. Allí, relata, le afectaron los constantes cambios de terapistas y el reducido tiempo que los médicos le dedicaban./p

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En un momento dado recibió servicios en una clínica de APS en Barranquitas, dónde se sentía un poco más a gusto porque tenía más tiempo para ser atendida por el médico, pero cuando la cerraron tuvo que regresar a Narranjito./p

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'Fue un cambio drástico (el volver a Narranjito) porque habían muchos pacientes, y la psicóloga no podía tener mucho tiempo para atenderme… No tenía progreso y nunca tuve una estabilidad', afirmó./p

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Según dijo, esperaba hasta dos horas para recibir un servicio de 15 minutos, y las citas se las daban una vez al mes o cada tres meses. La propia psicóloga de APS le recomendó que buscara un médico privado que aceptara Mi Salud, y así fue que comenzó a atenderse en una clínica privada en Toa Alta./p

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Actualmente, María tiene la cubierta de Medicare Platino de la aseguradora MMM Healthcare, Inc. y señala que los servicios de salud mental que recibe son totalmente diferentes a los que le brindaba APS. La diferencia la marcan el trato de los psicólogos y psiquiatras, la confianza de sentir que alguien estará para ella en momentos en que enfrente una crisis, y el hecho de que ahora tiene los medicamentos que necesita, sostuvo./p

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NotiCel también tuvo la oportunidad de dialogar con una mujer de 60 años, a quien también pidió protección a su identidad. Esta relató la odisea que ha vivido para que su única hija, quien actualmente tiene 31 años, reciba los servicios de salud mental para su condición de esquizofrenia con trastorno de bipolaridad./p

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La exempleada de una compañía de telefonía, detalló que desde los 17 años su hija recibe servicios de salud mental porque dada a su condición experimenta alucinaciones, paranoia y tarda de dos a tres meses en salir de cada crisis./p

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La primera crisis de la joven ocurrió en el 2000, en pleno salón de clases de un colegio privado al que asistía, y fue ingresada en el Mepsi Center de Bayamón, con un diagnóstico de depresión severa con psicosis./p

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'No lo esperaba (la crisis de su hija)… La doctora fue muy buena, pero las facilidades del área de Niños y Adolescentes eran deprimentes. Yo estaba devastada, no tenía el apoyo del papá de la nena, solo el de mis papás. El proceso fue bien fuerte, una pesadilla', contó./p

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En octubre del 2012, el papá de la niña, quien vive en el estado de Texas, la mandó a buscar./p

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'Lo primero que hizo fue que le quitó todos los medicamentos, y a los seis meses ella dio un resbalón allá… y él me mandó a buscar. Cuando llegué a los dos días cayó en el hospital', abundó. En esa crisis la joven estuvo internada por 9 días en el Laurel Ridge Treatment Center, institución ubicada en San Antonio, Texas./p

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'Desde eso está entra y sale del hospital', añadió./p

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La mujer sostiene que este año en dos ocasiones tuvo problemas para que la chica permaneciera hospitalizada en instituciones de salud mental. En una de las ocasiones, el personal de APS Healthcare Puerto Rico, proveedor de los servicios mentales de su plan médico privado, Triple-S Advantage, decía que la joven no tenía criterios para quedarse en el hospital San Juan Capestrano./p

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El segundo incidente fue con el Hospital Panamericano, que tras tratarla con Risperdal por 15 días, medicamento 'que no le hacía ni cosquillas', la dieron de alta./p

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'Ella salió mala, agresiva, y diciendo que se iba a tirar del carro', recordó./p

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La esperanza de su madre, quien tuvo acogerse a la Ley de Quiebras para lograr costear mejores servicios médicos para su hija, es que a través de un nuevo tratamiento psicosocial la joven adquiera destrezas de vida independiente./p

Ely Acevedo Denis entrevista a una paciente de salud mental, quien pidio protección a su identidad, sobre los servicios de APS. (Josian Bruno/NotiCel)
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