Urgencia de especialistas en Puerto Rico pone en evidencia el sistema de salud
La educación medica graduada enfrenta momentos caóticos, no tanto por la muy mencionada fuga de profesionales, sino por la falta de programas y talleres en áreas como endocrinología, neurocirugía, obstetricia, cardiología, anestesiología y hasta pediatría y medicina familiar. La cantidad de medicos especializados en estas áreas está 'muy por debajo' de lo que se necesita en el país, tomando en cuenta el número de habitantes y la distribución de los mismos alrededor de la isla.
'Para casi 4 millones de habitantes que hay en Puerto Rico hay un número que está cerca del óptimo, pero la problemática es en la cuestión de los especialistas. No es propio que en Puerto Rico haya menos de 20 neurocirujanos (…) cuál es el efecto de esto? Que las personas tienen que esperar 3, 4 y 5 meses para cita. Ya hay especialistas que te dan cita para el año 2014, tienen el programa del día totalmente lleno, no pueden dedicarle tiempo a sus pacientes', señaló Eduardo Ibarra, presidente del Colegio de Médicos Cirujanos de Puerto Rico, a NotiCel.
Asimismo, indicó que este problema, además de derivar en la pobre atención médica de una población, trae cuestionamientos sobre, por ejemplo, nuestro deficiente sistema de salud y cómo los cambios en el mismo, durante las últimas décadas, han afectado directamente a la educación médica graduada.
Ibarra insiste en que uno de los principales factores de que las especializaciones médicas vayan en picada es la 'masacre' del sistema de salud Guillermo Arbona, que existía antes de la Reforma, hoy llamada Mi Salud.
'La educación médica graduada en Puerto Rico se deshizo cuando se destruyó el sistema de salud que existía. El sistema de educación graduada se vio enormemente afectado por la venta de hospitales y una enorme cantidad de residencias se perdieron', explicó.
También informó que gran parte de los médicos que se van del país no vuelven, porque comparan las condiciones de trabajo del lugar donde están con las condiciones actuales en Puerto Rico.
'Si se quedan allá, muchas veces les dan un sueldo diametralmente distinto al que le dan en Puerto Rico, no es que sea una diferencia trivial. Aquí te ganas $60 mil y allá $450 mil', comparó, mientras dijo que solo se gradúan de especialidades y se quedan en el país 'dos o tres'.
Actualmente, hay datos del Consejo de Acreditación para la Educación Médica Graduada (ACGME, por sus siglas en inglés), que estiman que en Puerto Rico hay 68 programas de residencias médicas, contrario a lo que se había informado en otros medios. No obstante, Ibarra indica que pueden ser menos debido a algunos procesos de probatoria y de acreditación.
Acerca del tema, el doctor Ricardo González Méndez, Decano de Asuntos Estudiantiles del Recinto de Ciencias Médicas (RCM) de la Universidad de Puerto Rico (UPR), expresó que en RCM existen 37 especialidades y subespecialidades, todas debidamente acreditadas.
No obstante, difiere de la opinión de Ibarra y aclara que aunque siempre hay una tasa de médicos que se va a Estados Unidos, hay otra que regresa al país y otros que nunca se van y realizan sus residencias aquí, pese a todos los obstáculos y la ausencia de programas que hay.
González Méndez ofreció cifras como por ejemplo, la del área de psiquiatría de niños y adolescentes que, desde 1998 hasta el 2012, logró retener al 96% de sus graduados del RCM.
Pero eso no significa que baste el número de profesionales. En esos catorce años solo graduaron 24 especialistas de ese campo, lo que significa que no dan abasto para toda la población puertorriqueña, sobre todo si se toma en cuenta la distribución y los centros en que se pueden ofrecer estos servicios.
Lo mismo sucede con los emergenciólogos, pero empeora la situación ya que no tienen demasiadas alternativas para residencias en el país y tampoco son fácilmente contratados, a pesar de que son muy necesarios, debido a que hay que pagarles más que a otros médicos.
También admitió que no se trata de que los médicos no soliciten prácticas en las áreas de poco volumen, sino que el espacio es sumamente reducido y que, debido a la falta de médicos y supervisores dentro de algunas especialidades, no se puede aceptar un número muy grande de practicantes.
'La supervisión es casi de 1 a 1. Los residentes no se pueden poner a trabajar solos', observó.
Otros datos suministrados por el RCM indican que, desde 1998 hasta el 2012, es decir, en 14 años la UPR graduó 81 ginecólogos obstetras. De esos, apenas un 58% permanece en el país.
A esto, González Méndez añadió que el sueldo que se le paga a un médico residente es demasiado bajo, en comparación con lo que se les ofrece en otros países.
'En Puerto Rico oficialmente un residente comienza en $18 mil a $22 mil. Técnicamente, si un interno tiene familia que mantener, su sueldo cae bajo el nivel de pobreza', sostuvo.
Para el decano, una inversión de $30 o$40 millones en las arcas del RCM podría ser un gran aliciente para poder ampliar las especialidades y subespecialidades.
'Es preocupante que la tasa de médicos en medicina de familia sea tan bajita, que pediatría sea tan pequeña, que se vayan por cuestiones de pago o no quieran contratar a los emergenciólogos. Es que no les quieren pagar lo que valen', concluyó.
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