Desesperada solicitud de ayuda para padres de paciente mental
En menos de dos meses, Jose Bonilla Santiago, golpeó con una pesa de hierro a su padre en la cabeza y le provocó una fractura en la pelvis a su madre durante repetidos episodios de psicosis.
El paciente de esquizofrenia paranoide indiferenciada progresiva fue dado de alta ayer de su hospitalización más reciente, pero su familia pide ayuda urgente ante la amenaza de muerte que enfrentan los envejecientes, si Bonilla Santiago no es admitido permanentemente en una institución para pacientes mentales.
Llena de angustia su hermana, Sonia Bonilla Santiago, asegura haber agotado todas las opciones a través del sistema de justicia, APS Health Care, el Departamento de la Familia (DF), la Oficina de la Procuradora del Paciente, la Oficina del Procurador de Personas de Edad Avanzada y la Tercera Edad y la Administración de Servicios de Salud Mental y para la Adicción (ASSMCA). A pesar de la urgencia del caso, la burocracia de los procesos y los agujeros en los servicios han impedido que las agencias ubiquen al paciente en un hospital psiquiátrico.
'El fiscal del Tribunal de Aguadilla me dice que no lo pueden procesar por agresión agravada porque fue hospitalizado en el Hospital Metropolitano de Cabo Rojo bajo una ley 408. En AMSSCA sometimos una planilla para que lo ubiquen pero eso puede tardar hasta dos años. No pudimos hospitalizarlo en el hospital del estado, el Ramón Fernández Marina, porque él tiene Medicare y ellos no cogen reforma. Además nos dijeron que en ese momento no habían camas disponibles para varones', comentó Sonia sobre la situación de su hermano.
La maestra de español de quinto y sexto grado también hizo gestiones con el DF, en donde le indicaron que el hecho de que José no llegue a los 60 años no lo hace un envejeciente y por ende la agencia no puede hacer nada.
Con temor a que José intente suicidarse nuevamente o cumpla con las repetidas amenazas de asesinar a sus progenitores, Sonia sometió una querella a QIPRO - organización que regula los servicios de Medicare - hace tres días para que el hospital no lo diera de alta. QIPRO determinó que la condición del paciente es crónica y que éste debe ser trasladado a un hogar de cuidados psiquiátricos y atrasó la alta hasta el día de hoy. Pero el callejón sin salida está en el mismo lugar que ha estado desde el 1998 cuando José comenzó a dar indicios de su condición.
'A José lo hospitalizan de dos a cuatro veces por mes y con Medicare ha agotado las hospitalizaciones y le quedan sólo siete días. Él ve cosas, cree que mi papá le roba los calzoncillos, el carro, los CD's. Se le mete a los vecinos en la casa y se ha tratado de suicidar tantas veces. Se tiró de un puente, ha tomado medicamentos en exceso y hasta lo encontraron con hipotermia en una quebrada', relató conteniendo el llanto y la frustración la mujer.
La familia Bonilla Santiago no cuenta con los recursos para costear la admisión y estadía de José en una institución privada, además, la situación se agrava pues Sonia no ha podido asistir a su trabajo porque ha estado manejando la crisis.
'Hay dos viejos en la casa y él los va a matar! Es qué hay que esperar que él se mate o mate a mis padres para que alguien haga algo? Antes de que alguien haga algo me internan a mi', exclamaba desesperada Sonia, otra víctima de un sistema en el que ocurren tragedias antes de que lleguen las ayudas.
Foto de la herida causada por el paciente José Bonilla Santiago a su madre. (Suministrada)