LeBron James: "Puedo jugar un par de años más"
Juega actualmente su temporada número 20 en la liga.
LeBron James, que se convirtió este martes en el jugador con más puntos en la historia de la NBA, aseguró tras el encuentro que se ve con ganas y con fuerzas para seguir compitiendo al máximo nivel.
"Por supuesto, sé que puedo jugar un par de años más", afirmó al terminar el partido en la retransmisión de la cadena TNT.
"La forma en que me siento, la manera en que mi cuerpo ha estado reaccionando a lo largo de esta temporada... Sé que puedo jugar un par de años más", agregó.
Con 38 puntos ante los Oklahoma City Thunder (necesitaba 36), LeBron batió el legendario récord de Kareem Abdul-Jabbar, vigente desde 1989 con 38,387 puntos, y lo situó en 38,390 tantos a la espera de que siga aumentando en los próximos partidos.
Cuatro veces campeón de la NBA y cuatro veces nombrado MVP, LeBron, que está disputando su vigésima temporada en la liga con un rendimiento extraordinario, afirmó que lo más importante para continuar compitiendo es el aspecto mental.
"Al final se trata de mi mente. Si mi mente sigue ahí, si sigo motivado para seguir y para intentar competir por campeonatos (...)., si me siento motivado para prepararme cada día entonces continuaré jugando a este deporte", apuntó.
Las discusiones en la NBA continuarán sobre si es LeBron o Michael Jordan el mejor jugador de baloncesto de todos los tiempos y la estrella de Los Angeles Lakers respetó que "todo el mundo tenga su favorito".
"Siempre siento que soy el mejor de siempre que ha jugado baloncesto pero hay muchos otros muy grandes y simplemente me siento feliz de ser parte de ese viaje", indicó.
En otro sentido, LeBron, en una entrevista para la cadena Spectrum, subrayó el recorrido que durante dos décadas le ha llevado hasta lo más alto del baloncesto.
"Solo soy un chico de Akron, Ohio", dijo al recordar los desafíos que afrontó su madre para sacar el hogar adelante y los "sacrificios" que han hecho su esposa y sus hijos para que él pueda triunfar en las canchas.
Esa noche inolvidable para LeBron, que se vivió con una enorme pasión en Los Ángeles, no fue redonda ya que los Lakers perdieron contra los Oklahoma City Thunder (130-133).